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27 de Octubre

Seattle
Camila

Mi paciente comenzó a convulsionar y tras de mi la enfermera se apuró por el medicamento intravenoso, era la segunda vez en el día.
Había discutido con Harry sobre el paciente y el se negaba a cambiar algo.
Estaba demasiado estresada para pensar más allá. Para completar la escena el se había aparecido horas después para invitarme a salir, a lo que me negué rotundamente.
Dinah me miraba de forma sospechosa. Y tenía toda la razón, había pasado una semana completa sin saber de ellas. Yo volví a mis hábitos de siempre, estudiar y refugiarme en el trabajo. Prefería pasar horas extra en el hospital que en mi departamento. Por que lo único que pensaba ahí era en llamarla y saber que iba a pasar con nosotras. Estaba realmente molesta con ella.
Y extrañaba a Megan como nunca.
Había pasado en total un día completo en mi cama llorando y tres noches más hasta que comprendí que no ganaría nada.
Dinah había intentado tanto hablar conmigo pero yo me cerraba. No quería discutir con nadie lo que me pasaba.
También había complacido en todo a mi padre, los había visitado uno de esos días solo para hablar de mi futuro, no había mencionado absolutamente nada sobre mi hija. Sabía que él tenía más que perder si discutía conmigo.

-¿Camila?
Dinah me llamó. Comencé un ingreso en la computadora y no quería dejar de hacerlo. Estaba muy concentrada.
-Oye te estoy hablando.
Tuve que mirarla.

-Iremos a la cafetería ¿Quieres venir? Simplemente negué. No quería nada. No tenía apetito y aparte de no dormir bien, no había podido comer bien tampoco.
-Quiero platicar contigo un rato. Se quejó.
Seguí con lo mío y se rindió.
Las horas pasaron y se llegó la hora de descansar un rato pero no pude. No quería pensar más.
Revise pacientes como nunca en mi vida y hasta seguí apoyando con las labores de las enfermeras, ellas estaban agradecidas, pero no sabían cual era mi sentir y el problema real.
A las cuatro de la tarde, Dinah me sujetó fuerte del brazo y me obligó a entrar a nuestro dormitorio.

-Necesitas parar Camila, estás actuando como una loca ¿Quieres contarme que pasa? No haz salido del hospital en días y cuando lo haces evades todas mis llamadas y las invitaciones de Harry, también esta preocupado.
Mi cuerpo se tenso.

-Entiéndelo no quiero salir con el, es solo un compañero así que si te pregunta dile que no me interesa, solo estoy concentrada en mi trabajo. Reclamé e intenté salir.

-O no, no vas a escapar esta vez...cariño estoy preocupada por ti, demasiado, mírate luces realmente agotada o al menos cuéntame que paso.
Mi mente viajó hasta esa noche. Tal vez Lauren tenía la razón en tratarme así.
-¿Es Lauren? ¿Que hizo esa idiota?
Me separé de Dinah y caminé a la cama para sentarme.

-Si fue ella y créeme trato de sobrellevarlo, solo no me juzgues también. Bajé la mirada al piso y por minutos me permití sentirme triste otra vez, luego volvería a mi rutina de los últimos días. Miré mi móvil de nuevo esperando un mensaje pero era igual, ella no se iba a comunicar, no quería que siguiera viendo a Megan. Mi amiga se sentó a mi lado y sobo mi hombro en apoyo.
Necesitaba ir al departamento ahora. El cansancio había caído de repente en mi. Necesitaba estar ahí y no en el hospital.

Lauren

Entré a casa de mis padres y busqué a Megan con la mirada. Ella lucía igual, un poco desanimada. Habíamos discutido mucho esa semana. Su comportamiento en la escuela tampoco había sido buena.
Suspiré antes de saludar a mamá.
Exhausta, me senté frente a ella en el comedor. Me miró por minutos.

Cuando te fuiste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora