Capitulo 8

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Abrí los ojos lentamente sintiéndome cansada por la larga noche de ayer, me estire un poco y abriendo los ojos de par en par me levante completamente, aparte las sabanas de mi cuerpo sintiendo el frio que entraba… por la puerta.

––pero que diab…––fruncí el ceño, al ver como la puerta de mi habitación estaba abierta, me senté en la cama ahora asustada, una sombra paso por el closet, mire rápidamente no logrando ver absolutamente nada, un grito surgió de lo más profundo de mi garganta al ver como alguien salía de la oscuridad.

––Ni que fuera a violarte––su voz ronca interrumpió mis próximos gritos, me lleve las manos al pecho sintiendo mi corazón desbocado, después de unos segundos volví a soltar un grito de exasperación ya que estaba en ropa interior y me tape con las sabanas––menuda forma de despertar.

––¿Qué haces aquí?––pregunte, sin quiera molestarme en disimular mi enojo, el me dedico una mirada distante y llena de resentimiento.

––¿Es mi casa, no?––hablo con aire de superioridad, fruncí los labios––pensé que te ibas.

––¿Ya puedo irme?––la esperanza surgió de lo más profundo de mi ser al escuchar sus labios pronunciar aquellas palabras, el guardo silencio y después de mirarme por largos segundos, los cuales parecieron interminables.

––Prometido es deuda––sentencio y salió de la habitación cerrando la puerta.

Me levante de un salto, ignorando completamente que estaba en ropa interior ––ya que estuve lo suficientemente cansada ayer para buscar algo con que dormir–– y de que Harry podría entrar en cualquier momento por aquella puerta, me dirigí al baño con una sonrisa plasmada en el rostro, me reí de mi misma al ver como caminaba animadamente como si de un muñeco de los teletubbies se tratase.

Me di una ducha relajante, cepille mis dientes, mi cabello y aun con aquella esperanza de que podría ver a Niall, Olivia y Brooke otra vez, sonreí como tonta.

Este infierno de miedo y nerviosismo ––de dos días–– había terminado.

Narra Harry:

Estaba molesto. Molesto por que no debí decirle que podría irse, ––pero es una nena Styles, tienes veintidós años, no puedes salir con esa niña–– me reprendí por centésima vez, lo sabía y lo sabía, pero no podía sacarla de mi cabeza, verla ayer con aquel vestido había hecho que todo el tiempo que intente creer que era una cria se fuera por la mismísima borda, ella era hermosa, malditamente hermosa y no sabía por qué me ponía de esta manera.

Cuando dije que podía irse, sus ojos se iluminaron, pero no igual que los míos cuando la vi allí tirada, hecha una maraña en aquella cama, con su hermoso conjunto color rosa ––corrección, el sostén sin encaje le quedaba perfecto–– había entrado a buscar unas cajas con papeles que tenía en aquel closet, pero cual fuera el pecado que se me cruzo por la mente, no pude evitar volver a entrar para verla y cuando vi que despertaba ––la idea más infantil y estúpida que había tenido en años–– fue meterme al closet ‘’simulando’’ buscar algo, aunque no salí con nada en las manos, verdadero imbécil.

Un estruendoso sonido hizo que saliera de mis pensamientos ––joder, ¿tan rápido quería irse?–– había dejado la maleta en el suelo con brusquedad, ya que apenas podía sostenerla, llevaba unas zapatillas negras, una falda azul marino dos dedos por encima de las rodillas y una blusa negra, ––era hermosamente inocente–– la mire por largos segundos y no pude evitar bajar hasta sus piernas, las cuales estaban perfectamente lizas, escuche como un sonido provenía de su garganta, los pensamientos habían hecho que me perdiera otra vez y tenía que dejar de hacer aquello rápido, antes de que me ganara el deseo y…

Strange | h.s | Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora