Capitulo 40

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Fruncí el ceño ligeramente, el silencio de Harry me estaba poniendo algo nerviosa, me había dicho que teníamos que volver, pero siquiera había dicho el porqué.

––¿Volveremos hoy mismo?––pregunte, dándome la vuelta para quedar frente a él, nos habíamos acostado en el sofá y por la falta de espacio, me encontraba encima de él, sus manos se colocaron detrás de mí cintura.

––No, nos iremos mañana por la mañana––sonrió con pesadez––tengo una ‘’junta’’ de la cual no me había enterado y nadie había mencionado––hizo comillas con sus dedos.

––Entiendo––murmure decepcionada, realmente quería quedarme y estar así con Harry, aunque no hace diez minutos estábamos peleados.

––No pongas esa cara––susurro pasando sus largos dedos por mi mejilla––prometo traerte aquí cuantas veces me lo pidas.

––¿vamos a volver?––pregunte con ilusión, como si fuese una niña de seis años, Harry soltó una pequeña risita, la cual pareció más un gruñido, su voz era demasiado ronca para su edad, algo que me causaba escalofríos, pero no, no escalofríos malos, eran bastante acogedores.

––claro que si muñeca, vamos a volver cuantas veces quieras––sonrió abiertamente, sus manos presionaron mi cintura, pegándome más a la suya, sabía que sus besos caerían sobre mí en cualquier momento y no tenía intenciones de detenerlo, adoraba sus labios y sus manos en mi cintura, el calor que esta brindaban a mi cuerpo no tenía precio, no tenía precio estar así con este hombre; sentí como sus dulces labios se apoderaban de los míos, sin las mínimas intenciones de dejarme escapar esta vez, sonreí, ¿cómo podía estar volviéndome loca por un tipo así?, ¿un tipo tan patán y sexy como él?

Me encantaba.

––¿Qué quieres hacer?––solté con ánimo después de aquel beso rápido, él sonrió con sarcasmo, como si estuviera hablando con una niña de seis años aun––vamos, no sé, hablemos Harry…

––¿hablar?––pregunto, alzando una de sus cejas, las cuales también eran perfectas––estamos hablando.

––No me refiero a eso––murmure, di vuelta sobre mi misma, pegando mi espalda al pecho de Harry, la sensación de su aliento en mi cuello me abrumo por unos segundos, haciéndome delirar––hablame de ti…

––Ya sabes sobre mi––susurro con voz dulce, y me pareció que hacia todo lo posible para no molestarse por aquella pregunta; odiaba hablar sobre él.

––Tu sabes cosas sobre mi––me queje haciendo una mueca––vamos, tu, tus padres, de dónde vienes, quien eras antes, quiero saberlo…

––no es que me guste hablar de eso––gruño, pero hice caso omiso––siempre he sido el Harry que conoces, hablo muy enserio.

––¿Siempre fuiste así de aburrido?––bromee, levante la cabeza y pude ver como rodaba los ojos, me reí y este me robo un beso para empezar a hacerme cosquillas, solté una estruendosa carcajada intentando escapar de sus manos––¡basta!… Harry, por- por favor… basta…

––Si––se rio––siempre he sido así de aburrido––sus brazos rodearon mi cintura dándome un tierno abrazo, solté un largo suspiro tratando de recuperar el aire que la risa se había llevado––yo no… yo no conocí a mi madre en verdad.

––lo siento mucho––murmure con vergüenza poniendo mis manos sobre las suyas––¿la extrañas?

––no lose––hablo serio, sin expresión alguna––viví con mi padre desde que tengo uso de memoria, era dueño del banco de Holmes Chapel, donde vivíamos, los otros niños jamás querían jugar conmigo por ser su hijo, eran unos cabrones.

Strange | h.s | Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora