Strange | h.s | Terminada

Capitulo 22

Abrí los ojos de par en par algo cansada, la luz estaba empezando a molestarme y no tuve más remedio que levantarme, ayer habíamos llegado un poco tarde y después de que Harry hiciera la cena, ya que la comida que compro se había convertido en ‘’mierda’’, tuvo que volver a cocinar.

Tome la toalla entre mis manos para dirigirme al baño para darme una ducha, cerré la puerta detrás de mí y me despoje de mi pijama para meterme a la ducha, algo dentro de mi quería salir y ver a Harry esta mañana, ya no le temía, ahora quería saber más cosas sobre él, había empezado a intrigarme y ya no sabía que pensar, él era único.

Después de cepillar mis dientes, salí a la habitación en busca de algo para ponerme, cerré la puerta con seguro recordando la amenaza de Harry sobre lo que paso y a sabiendas de que él iba a cumplir con esa promesa si me descuidaba.

Me puse unos jeans cortos, una camiseta sin mangas color naranja y tome unas sandalias, empecé a escuchar golpear en la puerta, así que me dirigí a ella peinando mi cabello, la abrí y me encontré con un Harry despreocupado, unos pantalones deportivos grises, unas converse y una camiseta negra, abrí los ojos de par en par al ver sus brazos, tenía tatuajes, montones de ellos, «entonces mis sospechas eran ciertas», aun con la boca abierta lo mire.

––¡Tienes tatuajes!––exclame sorprendida, el soltó una carcajada y entro a la habitación, para dirigirse al closet, y después de sacar una caja y ponerla sobre la cama, empezó a buscar entre los papeles––¿desde cuando tienes tatuajes?––salte sobre la cama poniéndome frente a él, sonrió y empezó a sacar los papeles de la caja.

––No sé, desde hace cinco años, más o menos––explico aun buscando papeles.

––¿Cuántos tienes?––pregunte intrigada, acercándome un poco, el alzo la vista y me regalo una sonrisa radiante y después de buscar unos minutos un papel en específico, lo encontró y volvió a guardar la caja.

––Cuarenta y cuatro––se rio entre dientes––los estaba contando, muñeca…

––¡Estás loco!––me tape la boca con las manos.

¿44 tatuajes?, ¿en una sola persona?, ¡qué diablos le pasaba por la cabeza!

––No, aun no––soltó una carcajada y se acercó a mi––¿y tú, no eres una chica mala?

––Me dan miedo las agujas––negué rotundamente, él sonrió y me tendió la mano para que me levantara de la cama, así que la tome.

––¿te gustaría hacerte uno alguna vez?––susurro acercándome a él, yo lo mire fijamente––mi chica mala…

––¿Duelen mucho?––pregunte dudosa, hacerme un tatuaje, era algo que jamás en mi corta vida había pensado.

––Solo un poco, se te pasara––me guiño un ojo y sonrió abiertamente––voy a salir.

––¿Puedo ir contigo?––pregunte, el me dio un beso en la mejilla y asintió aun con aquella sonrisa, mostrando sus hermosos hoyuelos, los besos de Harry eran dulces, había algo en ellos que enamoraban y te dejaba impregnada a él, era esa clase de hombre que volvía loca a las mujeres.

––Vamos––me indico, así que tome un jersey negro y me quite las sandalias para colocar mis tenis, el sonio al verme anudar los cordones, me levante y me acerque a él, su sonrisa se ensancho más y paso su brazo por mis hombros acercándome más a él, me parecía extraño ver a Harry actuar así, muy extraño.

––¿te han dicho lo inocente que te vez, muñeca?––me susurro sin quitar su brazo de mis hombros, yo asentí, me lo habían dicho tantas veces que ya lo creía, aunque a veces lo dudaba.