Strange | h.s | Terminada

Capitulo 43

Sentía mis piernas temblar, las lágrimas bajaban por mis mejillas con frenesí, «no debía tener miedo––me repetí con terror––no debes temerle», ¿pero quién diablos podía asegurarme aquello?, nadie.

Era de una de esas tantas veces que podía hacerme daño, que tenía control sobre mí, algo tiro de mi cabello, haciéndome dar la vuelta, la oscuridad lleno mi vista, turbándome, haciéndome soltar más lágrimas, otra vez tiro de mi cabello, di la vuelta soltando un grito, oscuridad, nada.

––ven aquí; amor, yo puedo ayudarte––di vuelta otra vez, mirando sus dulces ojos entre la oscuridad, aquella sonrisa con hoyuelos me lleno de vida y una felicidad creciente se apodero de mí, debía ir con él, su mano estaba extendida en el aire, esperando que mis dedos se juntaran con los suyos; resplandecía, como si él fuera la luz y quería sacarme de la oscuridad.

––Harry…––sonreí con temor de que el fuera falso, una ilusión, aun con su sonrisa, todo detrás de su cuerpo era luz, una luz cegadora que me llenaba de paz, quise caminar hacia él, mis pies no se movían, yo no podía moverme, las lágrimas volvieron a mis ojos y mirando el suelo, pude ver la oscuridad que cubría mis pies, impidiendo que caminara hacia el––no puedo, no puedo estar contigo.

––Ven aquí––volvió a susurrar, llore, con todas mis fuerzas para caminar hacia él, no pasó nada, seguí en mi lugar.

––ayudame––lo mire, limpiando mis mejillas mojadas, siguió con aquella sonrisa y se acercó, sus manos cubrieron mis hombros y como si todo hubiera pasado más que rápido me beso, sentí paz y que estaba libre, sus ojos atraparon los míos y se alejó, sonreí y quise seguirlo, pero él no me había liberado, había sido una ilusión, mi sonrisa cayo despacio, aún seguía atrapada––Harry… ¡no me dejes aquí!

Pareció no escuchar, grite otra vez su nombre y como si aquella luz especial hubiese desaparecido, se perdió en una nueva oscuridad, sin mirar atrás, sin poder ayudarme; dejándome sola en la oscuridad en la cual él había desaparecido.

 

Desperté, el sudor bajaba por mi nuca y se deslizaba dentro de mi blusa, un frio aterrador me cubrió el cuerpo por completo, mire a todos lados, la oscuridad cubría la habitación, haciéndome temblar, me levante de la cama y sentí como mis mejillas estaban húmedas, abrí la puerta de la habitación y con pasos torpes camine por el oscuro pasillo en busca de la puerta de Harry; había sido un sueño extraño y doloroso, un sueño en donde no tenía escapatoria.

Mire mis pies descalzos y me sorprendió ver la luz encendida, el jamás dormía, toque la puerta mirando mis pies, temblaba y después de unos largos segundos, pude ver sus pies enfrente de los míos, sus manos cubrieron mis hombros, como en ese extraño sueño y volví a temblar, alce la vista y pareció sorprenderse, pero no dijo nada, sus dedos recorrieron mis mejillas con suavidad secando mis lágrimas, lo abrace en silencio, esperando que no se fuera sin responder, sus brazos me cubrieron con fuerza y su pausada respiración acaricio mi cuello, haciéndome sentir tranquila.

––Ven aquí; voy a ayudarte––susurro, aquellas palabras me causaron terror, me separe de él, mirándolo asustada––¿qué, _____?––pregunto.

––tú me dijiste eso––hable con voz temblorosa––lo dijiste en el sueño…

––¿Un sueño?––murmuro––¿soñaste conmigo?––asentí, sus manos cubrieron las mías y después de unos minutos de mirarme fijamente, tiro de mi para que entráramos a su habitación, suspire confundida, ¿estaba tan loca para empezar a alucinar cosas?

––¿vas a dejarme, Harry?––pregunte, se había metido en el baño, me miro de reojo por el espejo y guardo silencio, llevaba solo unos pantalones holgados, estaba completamente descubierto, dejando ver su torso y brazos llenos de tinta.