Capitulo 58

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Me había dormido apenas llegue a casa, no quise comer nada, ya no tenía hambre.

Ahora me encontraba encerrada en mi habitación, eran las 10:23 de la mañana y no había ido a clases, Harry había mandado una excusa por teléfono, dijo que estaba enferma y necesitaba descansar.

Aun no le dirijo la palabra a Harry, después de lo que había pasado ayer, había empezado a llorar en su hombro olvidándome de quien era el villano aquí; él.

Pero las cosas no estaban bien y él no había venido a disculparse y es que Harry no era de hacer buenas disculpas, para él un lo siento era suficiente.

Mi celular empezó a vibrar, lo desbloquee y deslice el dedo por la pantalla mirando el nombre de Dylan.

‘’hey _____, no viniste a clases, ¿qué paso?’’––Dylan.

Sonreí un poco y me dispuse a escribir.

‘’estoy exhausta, pero iré mañana sin falta, ¿está todo bien?’’––_____.

‘’Claro, umm, bueno si eso dices te creo, oye… debo decirte algo’’––Dylan.

‘’Claro, dime’’––_____.

Después de unos minutos, el sonido de un nuevo mensaje llego, tome el celular y empecé a leer.

‘’sabes, te ha llamado un chico ayer, cuando fuiste al baño, no quería nada así que pensé en no molestarte, seguro era equivocado, sonaba más como un hombre’’––Dylan.

Después de esa breve explicación, mi boca se quedó entreabierta.

‘’No te preocupes, oye… tengo que ducharme, ¿hablamos después’’––_____.

‘’claro, adiós enana’’––Dylan.

Salí de mi encierro y me dispuse a tocar la puerta de Harry.

––pasa––se escuchó del otro lado, abrí la puerta y la cerré detrás de mí, se encontraba sentado en su cama con la portátil en las piernas––hola y buenos días––susurro con ironía mirándome––¿qué te trae por aquí?

––¿me llamaste ayer?, ¿a la escuela?––pregunte, este me miro por unos segundos con aquel semblante serio.

––no.

––Y lo tomo Dylan, entonces te molestaste––lo mire molesta––y decidiste dejarme por más de seis horas botada por ahí.

––me alegro de que hayas hecho un nuevo amigo llamado Dylan––me miro cortante, di un largo suspiro, eso había sido todo y no podía creer que fuera la razón de los problemas de ayer, lo más estúpido––¿por qué le dejaste tu teléfono?

––¡Fui al baño!––enfatice, este soltó un fastidioso bufido––y me enviabas tantos mensajes que deje el teléfono en la mochila.

––¿Cómo le dejas tu mochila a un completo extraño?––pregunto molesto.

––Lo conozco, se llama Dylan Morris y es mi compañero de salón––asegure sintiéndome molesta por esta discusión.

––genial, me alegra mucho que te sepas su nombre completo, ¿sabes más sobre el?, porque no creo que sepas más, ¡solo tienes dos días conociéndolo!

––¡Lo conocí cuando fuiste a inscribirme!––chille, este se quedó mirándome por unos largos segundos con cara de pocos amigos.

Oh no.

Strange | h.s | Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora