Strange | h.s | Terminada

Capitulo 12

Estaba tan nerviosa, aun no sabía a dónde íbamos, pero jamás me había preparado yo misma, termine de maquillarme, me mire por última vez en el espejo y salí de la habitación en el bolso en las manos y los nervios a flor de piel.

––tardaste mucho––gruño, rodé los ojos, bien, señoras y señores, Harry Styles, el extraño hombre con el que estaba viviendo, pero más que nada, un hombre bipolar, el cual se estaba riendo conmigo no hace varias horas y… ahora me gruñe porque ‘’tarde mucho’’.

––Ya estoy aquí––me defendí levantando las manos, el solo tomo las llaves de su auto y salimos afuera, el frio me golpeo las piernas y en un santiamén empecé a temblar, bien, primer error de la noche.

––Estas temblando––hablo después que cerró la puerta, lo mire algo graciosa, ––¿enserio?, gracias Harry–– pensé burlona, pero no me atreví a decirlo en voz alta.

––Lose––murmure, mirando la soledad del lugar––¿ya nos vamos?

––Claro––al parecer ya había retomado un nuevo estado de ánimo: relajado, suspire y me quede allí esperando a que volviera con uno de sus magníficos autos, los cuales en total eran siete, ¿para qué tantos autos si él era solo uno?

Mis ojos se abrieron de par en par al ver aquel auto color blanco, «Lamborghini Gallardo», escuche la bocina y volví a salir de mi ensoñación para subirme en él, oh dios mío…

––¿Te gusta mi auto?––pregunto con una sonrisa orgullosa en el rostro mientras me pasaba su chaqueta, fruncí el ceño por aquel gesto––te congelas.

––Gracias––puse su chaqueta en mis piernas y sentí como el calor de esta ––que era más o menos el calor de Harry–– me protegía la piel––es un auto muy bonito.

––Lose––sonrió dando reversa y saliendo de la fortaleza para adentrarse a las calles nocturnas de Londres.

***

Media hora después él estaba estacionando el auto enfrente de un casino, su casino, me quede embobada al ver lo majestuoso que era y el tamaño de aquellas instalaciones, la belleza de la arquitectura y las luces que había en el lugar.

Salí después sin pensarlo dos veces, jamás había ido a un lugar tan hermoso, jamás en mi corta existencia.

––Gracias por tu chaqueta––dije extendiéndosela cuando llego a mi lado, el la tomo sin decir una palabra, mire el lugar con asombro, esto era hermoso––¿es tu casino verdad?

––si––anuncio mirándome expectante, deje todo lo que estaba enfrente de mí y centre mi vista en él unos segundos, luego me reprendí, por que algo no me permitía apartarle la mirada, y como si fuera un impulso, sonreí, no porque mi vida era perfecta, tampoco porque esto fuera lo mejor que haya visto, no porque él me aparto de la gente que me quería y yo era una masoquista, no, solo porque me sentía extraña a su lado y no sabía que me pasaba––bueno…huh, es muy bonito––aparte la mirada algo nerviosa, el hizo sonar su garganta algo incómodo, bien, que bruta era.

––Vamos––hablo y asentí, con las mejillas encendidas me quede a una distancia prudente de él, realmente estaba loca si estaba empezando a confiar en Harry, «soy muy malo…», el me lo dijo, era muy malo y yo tenía que aprender eso.

Después de pasar por los de seguridad, entramos, era el típico casino, personas jugando, bebiendo en la barra y sonriendo mientras juraban iban a ganar.

––¡Eh, Harry!––dimos vuelta sobre nuestros talones encontrándonos un hombre quien venía hacia nosotros, muy rápido, era alto, algún 1.68, su cabello era castaño, y su sonrisa algo modesta, al igual que sus ojos, los cuales deben ser marrones.