Septiembre
Después de aquel bochornoso momento en el Majestic (y llorar hasta el amanecer), decidí que ya era el momento de despertar. Fui a dejar mi currículum a varias empresas. Hasta que finalmente me aceptaron en ser ayudante de una de las mejores publicistas en Madrid.
Quizás fue porque Mariola y Esperanza dejaron que pusiera en el currículum que trabajé con ellas (después de haberme insistido).
Trabajo con una de las mejores modelos de España y, francamente, me siento maravillada. He tenido tiempo para hablar con Abril, salir de compras... cada día reafirmo que alejarme de Pablo fue la mejor decisión para mi vida profesional.
Pero por otra parte, no dejo de sentir un vacío incómodo en mi corazón. Trato de ahogarlo con trabajo y amigos, pero ese pedacito de mí que sigue pidiendo amor, aún late por el imbécil que me enamoró.
—¡Valentina! —grita Julieta, mi jefa— ¡Valen, ven por favor!
Una mujer de cuerpo delgado pero con curvas definidas, cabello largo y ondulado se presenta ante mí, junto con una señora mayor, pero que se ve que era muy guapa; que aún no pierde el estilo, ella son las personas con las que trabajo.
—Señora Gómez, lo siento, estaba...
—Ya te dije que me llames Julieta, si sigues con lo de "señora Gómez" me voy a enojar mucho, no quiero sentirme más vieja de lo que ya estoy —sonrío y me disculpo—, tendrás que hacer tus maletas, Layla fue contratada para una sesión de fotos para Vogue y la sesión será en Milán.
—Pero, no se supone que sólo irías tú, Julieta.
—Sí, pero he recibido una llamada sobre un negocio importante; me han pedido que me reuna con ellos. Por eso te pido que me sustituyas, Layla está de acuerdo.
Francamente, aun me sigo adaptando a este nuevo trabajo. Ni siquiera cuando trabajaba con Pablo sustituía a Esperanza en algún evento, aunque supongo que es porque soy una principiante.
Me siento más confiada respecto a este nuevo trabajo. Toman mis ideas en cuenta, me valoran y, aunque Esperanza y Mariola lo hacían, para Pablo era indiferente.
Aún estoy reacia a llamar a Rafa y a los demás, son como unos amigos, pero quiero evitarme reencontrarme con... él.
Mi mejor amiga está de acuerdo con ello, cree que debo prepararme más para cuando pase otra situación como en el antro, al menos evitar que me duela tanto.
A pesar de eso, es inevitable no sentir punzadas cada que veo un reportaje de él. Y que en unos días, publica sus singles.
—Supongo que estarás muy alegre de que estarás en Milán. Ya quisiera poder irme contigo, así fuéramos de compras.
—No, Abril, no quiero derrochar dinero por ahora. Además con el guardarropa que compramos hace un mes estoy bien.
—El día 8, Pablo regresa ¿Estarás lista?
—Para ese día sigo en Milán, así que no tengo problema...
—No me refería a eso... sino a las especificaciones que tendrá la prensa; aunque ha estado muy silencioso, no dudo que tenga una pareja nueva —ignoro la punzada que golpea mi pecho.
—Estoy consciente de ello, Abril, no soy estúpida —espeto— a veces creo que me tratas como tal.
Molesta, me levanto de la mesa y salgo del local donde estábamos tomando un café. Entiendo sus preocupaciones, pero está exagerando, soy lo suficientemente grandecita como para aguantar un corazón roto y que todo me recuerde a él.
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¿Cómo decirte que te quiero?
Fanfiction¿Qué debo hacer para que te fijes en mí? Siempre pasas a mi lado, pero jamás te detienes a mirarme. Soy solo una más en la lista de personas con la que te has topado. Tienes todo y yo tengo nada. ¿Cómo puedo rivalizar con las mujeres que te pasea...