Pablo
—¿Qué estás diciendo? —pregunto sorprendido. Su mirada pasa de furia a incertidumbre; lo comprendo. Lo que no entiendo es cómo sabe de eso, si Layla me dijo que lo alejo de su vida. De todas maneras, me confunde que Esteban esté saliendo con mi amiga. Ese infeliz es de la misma calaña que Raquel y no quiero que le hagan daño.
—Eso, así que dime quién es ese hombre y por qué te rompiste a piñas con él en el velorio de Nadia —se enteró. Bajo la mirada apenado.
—¿Quién te dijo? —pregunto— ¿Cómo te enteraste lo de Layla?
—A diferencia de ti, yo tengo a alguien que la cuida por mí —replica y desvío la mirada, no es necesario ya saber más—, lo de Nadia, me preocupé cuando te vi salir con ellos y lo vi todo. Tú no lo sabes, pero cuando te desapareciste, fui a tu casa; allí vi a Espe, Mariola y... Valentina.
—Ya —suspiro—. Supongo que se me acabó el tiempo de ocultar esto y... tal vez Nadia te lo contaría en algún momento. Sentía mucha pena de contar esto. Hace unos años, cuando estaba iniciando mi carrera, yo salía con Raquel. Nuestra relación estaba bien, sí teníamos nuestros problemas como cualquier pareja, pero estábamos bien. Sin embargo, cuando empecé a tener más fama y estaba constantemente de viaje, empecé a notar cambios. Era más distante, discutíamos más y sentía que trataba de manipularme, pero la amaba; no me importó. Un día, le dije que me iba de viaje con mis amigos, ella no quería que fuera y sin embargo, decidí ir. Cuando regresé, mi madre me entregó un paquete, había una nota que decir que esto debía verlo solo y si sabía qué estaba haciendo mi novia a mis espaldas. Era un vídeo, mi novia cogiendo con el novio, en ese entonces, de Nadia. Ese hombre es Esteban.
Agustín se queda sorprendido, es comprensible. Por eso Nadia no quería decirle esto, odiaba que sintieran pena por ella y se avergonzaba de haber vivido ello. Pero a diferencia de ella, logró salir adelante. Le cuento el resto de la historia y allí encontró la respuesta sobre mi pasado reciente.
Al ver los antecedentes entre Esteban y yo, se siente alarmado de que Layla sufra por ello, pues yo le confieso que seguía en relación con Raquel. A su vez, Agustín confiesa el trasfondo de las fotos que recibí y algo me alarma ¿Y si ellos tuvieron algo que ver en ese incidente? Pero es demasiado paranoico pensar en ello y decido reservarme esa duda.
—No puedo creer que ambos hayan sufrido eso. Y ahora ese tipo está detrás de Layla y no lo pienso permitir, nos hicieron daño a los tres, Pablo, pero no quiero que ella sufra lo mismo.
—Yo tampoco, te aseguro que haré todo lo que está a mi alcance para que Layla lo deje —tomo el teléfono— voy a hablarle, esto tiene que parar hoy.
—Sé que no quiere verme ni en pintura y que obvio no va a creer mi versión, pero te pido que la cuides, hazlo por mí.
Finalmente logramos hacer las paces, al menos un rencor menos. Aunque mi rabia contra Raquel y Esteban ha aumentado, tengo que advertirle que estar con ese tipo es arriesgado, en lo que respecta a encuentros anteriores, pero Layla puede ser muy testaruda si quiere, así que no puedo dejar que esto siga extendiéndose, puede ser muy peligroso después. Suena un par de veces el timbre hasta que contesta.
—¿Qué sucede, Pablo?
—Tenemos que hablar, me contaron que estás saliendo con alguien y da la casualidad que a ese persona la conozco.
—Mira, que la conozcas o no, no me interesa. Yo soy la que sale con él, estoy intentando sacarme de la cabeza a Agustín; tú terminaste conmigo así que no vengas a reclamarme por andar con alguien más.
—Es que... necesito contarte esto en persona ¿No me puedes dar una oportunidad para explicarte?
—Sea lo que sea que haya pasado, no me importa. Yo necesito olvidar.
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¿Cómo decirte que te quiero?
Fanfiction¿Qué debo hacer para que te fijes en mí? Siempre pasas a mi lado, pero jamás te detienes a mirarme. Soy solo una más en la lista de personas con la que te has topado. Tienes todo y yo tengo nada. ¿Cómo puedo rivalizar con las mujeres que te pasea...