When it rains. (Camren)

#005. Eso fue una pesadilla.

Lauren Vop:

Poco a poco todo desaparecía, se iban las imágenes de mi cabeza. Desperté porque alguien me gritaba, abrí los ojos y no era mi usual habitación. Me tomó unos pocos segundos darme cuenta que no estaba en Londres con Mark, ahora estaba aquí en Nueva York, en la universidad.

Me recoincorporé en la cama mientras una persona estaba ahí, viendome con curiosidad y miedo.

– Estás bien? Necesitas algo? –Negué con la cabeza mientras cerraba mis ojos para no dejar caer mis lágrimas. Qué es lo que estaba pensando? Nunca podré seguir adelante porque Mark me perseguirá hasta en mis sueños, él controla mi vida entera, nunca lo podré superar.

Abracé mis piernas y oculté mi cabeza entre ellas. No quería que esa chica me viera llorar, fue muy lindo de su parte venir hasta aquí sin saber lo que en realidad estaba pasando. Mi corazón se calmó cuando sentí sus brazos alrededor de mí. Ahora mismo necesitaba un gran abrazo, y que me dijeran que me amaban y que siempre estarían ahí para mí. Lo malo era que no tenía a nadie ahora, estaba completamente sola en un país, sin amigos. La abracé y oculté mi cara en su cuello. Ella comenzó a acariciar mi cabello y me dijo que todo estaría bien.

Cuando me alejé, tomé un gran suspiro y la miré a los ojos. Ella me sonreía, sin embargo tenía los ojos llorosos y ligeramente rojos.

Tomó mis manos entre las suyas y dió un gran suspiro.

– Si necesitas ayuda en algo, solo dímelo. No nos conocemos, lo sé, pero creo que ahora es cuando más necesitas una amiga.

Sonrió y salió de la habitación.

Quién era esta misteriosa chica, que me ofreció su amistad? Okay, esto de verdad era raro. Nunca he hablado con alguien de mis problemas, con la única que lo hacía era Venia, pero ahora ella no estaba aquí y sí que necesitaba a alguien de mi lado.Miré hacia mi reloj y marcaban las 11 p.m. Mañana sería un día largo, el primer día de mi universidad se aproximaba conforme pasaban las horas. Ya no quería pensar en nada, lo único que quería hacer era dormir, dormir y nunca despertar. Estaba sola en mi habitación, tal vez Megan no llegaría a dormir. Lloré con más libertad esa noche.

(....)

En unos minutos comenzaría mis clases. Megan ahora estaba utilizando el baño y me contó todo lo que debería de saber de esta universidad, qué es lo que debo de hacer y qué no, cuales profesores son más estrictos, etc. También me contó que ella forma parte de una hermandad y que cada viernes por la noche tenían fiesta. Eso se me hacía bien, salir y conocer a otras personas y pasar un buen rato. Megan no fue trasladada aquí, ella siempre ha vivido en Nueva York con sus padres y decidió que era una buena oportunidad estudiar aquí, aunque en realidad no lo hiciera. Qué gasto de dinero –pensé– debe de ser de esas típicas chicas mimadas.

Puse mis audifonos en mis oídos y comencé a escuchar música. en aproximadamente 5 minutos tenía que ir caminando hacia mi primer clase.

Me puse los audifonos para escuchar a mi banda favorita, Paramore. Sus canciones siempre me transportaban a otro mundo, era como si olvidara quien era completamente, como si dejara todo mi pasado atrás. A veces, imaginaba cómo sería mi vida si mis padres aún siguieran vivos, no tendría que haber vivido con mi tía Sarah y mi estúpido tío Mark. Pero tampoco hubiera conocido tan bien a Venia.

Miré mi reloj y eran las 7:50. Ya debería de estar caminando hacia mi primera clase.

Salí y me aseguré se cerrar bien la habitación. No quería que alguien entrara y viera mis cosas, ni mucho menos que robaran mi laptop o que leyeran mi diario. Sí, tenía un pequeño diario donde ponía todas las palabras que nunca pude decir, todo lo que he pasado despues de que mis padres se fueran. Aunque también, componía canciones dependiendo de mi estado de ánimo.

Salí del edificio y me dirigí a mi clase. El campus era más grande de lo que lo había visto ayer, todo esto era increíble y aún dudaba si esto solamente era un sueño. Me sigo preguntando quién era la chica que fue a mi cuarto a despertarme de ese horrible sueño, gracias a ella desperté y volví a la realidad.

Conforme caminaba, todos ponían su mirada en mí. Okay, eso era incómodo, y más por los hombres que me miraban de arriba a abajo. Trataba de que no me tocaran ni un solo cabello, al rededor de los hombres me sentía mal, como si ellos también me fueran a hacer daño como Mark.