#011. Esa no soy yo

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Lauren VOP:

– Estas segura de que no quieres venir con nosotras? iVamos! será divertido –Sonreí a Camila. Ella no quería venir a la fiesta que Daria y Megan me habían invitado. Yo no quería ir sola, no conocia a nadie y nadie me conocía tal como Camila.

– No Lauren. Tengo que trabajar, ya sabes que apenas he conseguido trabajo y no quiero dar una mala impresión, sí? Tú ve y diviertete! Además, ellos no son el tipo de amigos que me conseguiría –hizo una mueca– habrá drogas y alcohol.

– Pero todo estará bien si no tomas o fumas –dije con tono serio. Camila siempre se preocupaba por esas cosas, pero solo íbamos a divertirnos. Solamente eso.

– Tú crees que solo irás a bailar y a conocer gente? –rió irónica mientras tomaba una chaqueta de su armario– Sabes? me sorprende que no sepas que te obligarán a beber –frunció los labios, caminó hacia mí y puso sus dos manos en mis hombros– Ve, pero no aceptes bebidas de extraños! –se alejó de mí y volvió a su armario–.

– Parecemos un matrimonio en una pelea –reí, Camila se giró y me sonrió, guiñandome un ojo a la vez–

– Es por que lo somos, querida –Rió– No quiero hacerte sentir mal, pero enserio no quiero ir. Debo de llegar a mi trabajo en menos de 15 minutos y llegaré hasta en la noche, y no dudo que quedaré cansada y que caeré en coma por un buen rato. Además, si voy a la fiesta solamente estaré sentada, o estaremos sentadas porque no espero que me dejes sola –Levantó las cejas–.

– Pero Camila...

– No cambiaré de opinión –su tono fue suave–.

Agaché mi mirada, fruncí mis cejas un poco y la miré. Ella comenzó a protestar.

– iNo me mires con esa cara, Jauregui! Esta vez no caeré en tu juego.

La seguí mirando, se cruzó se brazos y sonrió. Ahí supe que la tenía en mis manos.

– iEsta bien! iEsta bien! Me rindo, pero no iré. Harémos un trato, te parece? –Sonreí triunfante y asentí–  No iré esta vez a la fiesta, pero a la proxima vez que te inviten a alguna, irémos. Las dos.

– iSÍ! me parece perfecto, te quiero Camz! –La abracé y ella correspondió–.

– También te quiero, ahora, mueve ese culo para que pueda pasar e irme a trabajar ahora mismo. –Me dió una nalgada y salió por la puerta. No la seguí, puesto que yo tenía que ir a mi habitación (que quedaba exactamente enseguida de la de ella) a escoger cual vestido usaría.

Esta semana ha sido totalmente increíble. Camila y yo nos volvimos más amigas de lo que alguna vez lo pensé posible. Ya había tanta confianza que nos habíamos puesto apodos que solamente nosotros nos podíamos decir. Ella me dice ''Lolo'' y yo le digo a ella ''Camz'' o ''Mila''. Ella ha resultado una gran amiga para mí. Siempre nos divertimos juntas y salímos, es como si fueramos un matrimonio. A veces peleamos, pero las cosas no son tan serias, al minuto ya estamos riendo de nuevo y nos abrazamos. Ella es perfecta, realmente perfecta.

Aún no se ha tocado el tema de nuestro pasado. Yo cuento en decirle todo sobre mí, pero simplemente no se ha dado la ocasión.

Esta semana no se ha conectado Venia a la red, no he hablado con ella para nada. Yo sé que la Universidad es exausta, debe de ser eso. Está ocupada y no ha tenido tiempo para poder hablar conmigo, tal vez debería de hacerle una carta y mandarsela, así podré mantenerme comunicada con ella y asunto arreglado.

Me senté en la cama de Camila y me recosté. Puse mi cabeza en su almohada y olí su olor. Era embriagante porque ella siempre olía de esa manera, limpia e higiénica. Lo que más me gustaba de ella era su humildad, su carisma y su sonrisa. El otro día nos dirigíamos a un restaurante de comida mexicana, y afuera había un niño que tal vez tenía solamente 8 años de edad. Estaba sucio y pidiendo limosna. Camila en cuantro lo vió se sintió mal, lo pude ver en sus ojos. Ella lloró y entró al restaurante. Pidió la comida y me sorprendió cuando fue hacia afuera y se la entregó al niño. Se le llenaron los ojos de lágrimas y comenzó a comer. La gente que pasaba por ahí, se paró y comenzaron a aplaudirle a Camila, también algunos se acercaron a darle unas pocas cosas que traían con ellos, una bufanda, una bolsa de papitas, un jugo o comida. El niño lloró aún con más intensidad y abrazó a Camila. Ella le devolvió el abrazo, el niño se alejó y le dijo a las personas que estaban ahí:

– Ahora, gracias a ustedes tengo que darle de comer a mi hermanito.

El niño recogió sus cosas y se fue, no sin antes agradecer a aquellos que le habían dado comida. Él le dió una rosa de papel a Camila, despues se fue.

Ella no tenía ganas de estar ahí, ese niño le había roto el corazón, pero a la vez se sintió bien de poder ayudarlo. Nos regresamos al campus de la universidad y ella siguió llorando. Llegamos a su habitación y se sentó en su cama. La abracé y duramos así varios minutos, hasta que me alejé de ella y le dije:

– Tú eres un Ángel. Ayudaste a ese niño sin saber siquiera su historia. Inspiraste a las personas que pasaban por ahí a darle algo más. Viste la felicidad en sus ojos? Eso es por tí, no deberías de estar llorando, hermosa.

La abracé de nuevo y sentí mi hombro húmedo a causa de sus lágrimas.

– Yo pasé lo mismo que ese niño, sé como se siente el estar sin comer. Debía ayudarlo, no podía verlo ahí sin algo que comer, dios, ojalá la vida de él cambie para bien.

– Así lo será Camz, así lo será...

Ella es tan buena con los demás, la veo y no puedo creer que ella tenga demasiada humildad. La admiro por eso, la admiro por ser tan valiente y tan fuerte. En este poco tiempo que nos hemos tratado ella me ha hecho sentir cosas que jamás pensé que sentiría. No sé que hubiera sido de mi si nunca la hubiera conocido. Las pesadillas pararon de venir y ahora me sentía más viva que nunca.

Caminé hacia mi habitación y ahí estaba Megan con Daria. Se estaban maquillando. Al parecer ya estaban listas para irse, sin embargo yo estaba aquí, aun con jeans y blusa de manga corta. Megan usaba un vestido Negro pegada a su cintura y Daria un vestido blanco supercorto.

– iAún no te arreglas! –Gritó Megan mientras venía hacia mí– Qué es lo que tienes pensado ponerte?–preguntó mientras nos entabamos en mi cama–

– Aun no tengo ni idea

– iSe me acaba de venir a la mente una grandiosa idea! –Interrumpió Daria, levantando las cejas a Megan– Por qué nosotras no te maquillamos y te vestimos? –sonrió–

Me quedé en shock. Nunca antes había usado vestidos o había usado maquillaje. Esta era una mala idea. Antes de poder protestar, me sentaron frente al espejo.

– Primero deberíamos saber qué es lo que va a usar, así podríamos aplicarle el maquillaje –Megan se dirigió hacia su armario. Santo cielo, tenía vestidos de todo tipo de talla y colores.

Sacó un vestido color azul oscuro y gris. Tenía un zipper frente a él. No estaba tan mal.

– Pruebate este. –me lo dió y me empujó al baño–.

Saqué mi ropa y me lo puse. Me miré al espejo y me gustó. Salí y las chicas se quedaron boquiabiertas.

– Definitivamente usarás ese –Dijo Daria mientras se acercaba a mí– Chica, tienes demasiadas curvas. Solo que las ocultas demasiado! Algún día tenemos que ir de Shopping –rió mientras me sentaba de nuevo.

Me miré al espejo, pero sentía que algo faltaba.

Fuí hacia mi closet y saqué una chaqueta. Me la puse y saqué unos tacones que no eran precisamente bonitos, pero quedaban a la perfección. Me vi al espejo y sonreí, satisfecha con mi decisión. Las chicas sonrieron detrás de mí y levantaron sus pulgares.

Se acercaron a mí y Megan me vio la cara. Daria le estaba diciendo algo del maquillaje, de cómo quedaría más mejor y así. Tenía mi confiansa puesta en ellas, porque ellas sí que sabían lo que hacían. Sentí que me empezaban por sacar la ceja iQué doloroso! despues, me limpiaron la cara y comenzaron a untarme monton de cosas. Cuando acabaron, me miré al espejo.

– Esa no soy yo –abrí los ojos aun más– estoy... completamente diferente! –sonreí y me giré– Gracias chicas, las adoro!

Me abrazon y sonrieron. Vimos a nuestro reloj y ya eran pasadas de las 10.

– Creo que es hora de marcharnos.

Caminé fuera de la habitación con ellas, directo a lo que sería mi primera fiesta en esta universidad. Esperaba con ancias que no fuera tan mala como Camila me lo había hecho parecer.

When it rains. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora