#036. Odio mi vida.

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Lauren Vop:

 Ya ha pasado una semana desde que no he hablado con Evan. Estoy decidida a nunca más hablarle ni mucho menos perdonarlo por lo que hizo. Tal vez estoy exagerando con esto, lo sé, pero me siento engañada, además, por qué tuvo que tomar mi diario? Es como si esa pequeña libreta fuera alguna extremidad de mi cuerpo y el solo hecho de saber que alguien leyó completamente todo me siento insegura. Insegura de que él vaya a abrir la boca de más y todo el mundo se entere de que fuí abusada por mi propio tío.

Momentos como este me hacen recordar a mis padres, los extraño tanto como desde el primer día en que se fueron de mi lado.

Aún sigo recordando aquellos bonitos recuerdos de cuando de verdad éramos una familia. Sonreí ante la idea de que mis padres nunca hubieran muerto. Qué hubiera pasado si no hubieran manejado ese día? O que mi padre no hubiera perdido el control? No lo sé, el ''hubiera'' no existe ahora, esto es tan diferente.

— Mamá —la abracé por la cintura cuando se iba a nuestra casa. Ese día había decidido estar con mi prima Venia para jugar.

— Sí bebé? —contestó mi mamá mientras me sonreía. Metió un mechon de cabello por detrás de mi oreja.

— Estos serán los 3 días más largos de mi vida sin tí —la miré a los ojos— sin tí y sin papá.

Ella dió una leve risita.

— No te preocupes, disfrutarás estando con Venia. Jugarán todo el tiempo.

— iAquí estás mi pequeña! —oí la voz de mi papá detrás de mí. Me giré y él estaba con una gran sonrisa en el rostro. Inmediatamente lo abracé. Me dió un beso en mi mejilla y se dirigieron al auto. Con sus manos me hicieron un gesto de adiós. Esos 3 días serían los más largos de mí vida.

Cuando vi que su carro y ano se veía más, me metí a la casa de mis tíos. Los saludé con una sonrisa y fui escaleras arriba para encontrarme con Venia. Platicamos, jugamos y de todo. Ese día fue el más feliz de mi vida con ella. Nos parecíamos tanto en nuestros gustos y es por eso que me agradaba estar con Venia.

No tanto tiempo despues, abrieron la puerta de la habitación. Dejamos de jugar con las barbies (sí, yo jugaba con las barbies a los 13 años) y en la puerta apareció mi tía Sarah. Sus manos estaban temblorosas y sus ojos brillaban. Se acercó a nosotras poco a poco.

— Lauren —puso sus manos en mis hombros— lo que te diré no será nada fácil por superar —rompió en lágrimas.

Qué estaba pasando? Fruncí el ceño y Venia también lo hizo. Las dos estabamos realmente confundidas. Mark llegó detrás de ella.

— Tenemos que irnos, ahora —se alejó y escuché sus pasos bajando las escaleras.

— A dónde iremos mamá? —Venia se acercó a Sarah. La abrazó y lloró en su pequeño hombro.

— Al hospital —su voz se quebró y sentí que algo en mi corazón no estaba bien. Sentí la falta de aire en mis pulmones e inmediatamente abrí la ventada de la habitación. Saqué mi cabeza y respiré hondo.

— Lo siento mucho, Lauren. —Puso su mano en mi hombro, y en ese momento comencé a llorar descontrolablemente.

El sonido de alguien tocando a mi puerta me hizo regresar a la realidad. Me levanté de la cama y fui directamente a abrir la puerta. No había nadie, tomé unos pasos hacia adelante y todo estaba solo. Cuando estube a punto de meterme a la habitación noté que había un sobre en el piso. Me agaché y lo recogí.

Para Lauren.

Decía en letras cursivas. Fruncí el ceño, pensando qué contendría. Me metí y cerré la puerta. Me senté en la cama y comencé a abrirlo.

Sé que he sido una cobarde en no hablarte por este tiempo, pero debes de entender que todo esto me está volviendo loca. No puedo estar ni un día más sin tí y este es el medio en donde te pido que me disculpes por todo. Ahora estás pasando por un mal momento y yo no he sabido cómo apoyarte. Te necesito y me necesitas, estar lejos de tí me mata, creo que es hora de arreglar las cosas como personas que somos. Como ahora no estoy lo suficientemente fuerte, te mando esta carta.

Esto no es solo por mí, le prometí a un gran amigo que le ayudaría en algo. Eso es el 2do propósito de esta carta. Creo que ya sabes a quién me refiero, sí, es a Evan.

Él ya me contó todo, absolutamente todo. Por favor, sigue leyendo, no dejes esta carta a un lado, necesito que leas con atención. Sé que él tomó tu diario y es por eso que estás enojada con él y por eso me lastimaste a mí. Aun dudo de que sepas qué fue lo que dijiste ese día, pero realmente no me gustaría recordarlo.

Evan te quiere, Lauren. Trató de conseguir tu perdon pero tú no lo quieres ver más. Te has puesto a pensar en cómo se siente él? Está destrozado por haberte defraudado. Leyó tu diario completo, pero no es tan cobarde para contarle a todo el mundo de eso. Me confesó que muy temprano fue a tu habitación y lo escondió debajo de la cama, lo tenía todo planeado.

Sé que te duele esto, pero no hay necesidad de que te enfades con él, al fin y al cabo un secreto por más profundo que sea, siempre sale a la luz, no puedes ocultarlo de todo el mundo, tal vez por mucho tiempo sí, pero no para toda la eternidad.

Está dispuesto a ayudarte, Lauren. Déjate ayudar por los demás, nunca superarás esto sola y menos bebiendo alcohol todo el tiempo.

Déjanos ayudartos, nosotros te amamos. Más yo.

Te necesito como nunca antes. Ven al parque que está en el centro de NY, necesitamos hablar cosas entre tú y yo.

Camila.

'Pensé que Camila se había olvidado de mí. Todo este tiempo no la he buscado ni ella a mí. Me he metido tanto alcohol que hay días en que no voy a clases. Estoy hechando mi vida a perder poco a poco. No sé que es lo que demonios me pasa. El alcohol es quien controla mi vida ahora. De hecho, ahora estoy un poco ebria. Todo lo que tenga que ver con Evan, Camila, Sarah, Venia, Mark e incluso mis padres me atormenta. No sé como he podido sobrevivir todo este tiempo.

No quiero la ayuda de nadie, todo lo que hago a mi alrededor es herir a los que más quiero. Ellos merecen a alguien mejor que yo. Con solo mi presencia sé que todo va mal. Sí yo no estuviera aquí ellos seguirían su vida normal, y sin problemas ajenos qué cargar.

No iré al parque, no iré a ver a Camila. Si lo mejor para nosotras o para ella es estar alejada de mí, entonces así será.

Tomé la botella de vino que estaba en la mesita de noche y lo comencé a beber. Sentí como la tensión de mi cuerpo se iba mientras ingería más alcohol. Sin querer comencé a llorar.

— iMaldita vida la que tengo! —grité aun con la botella en mi mano— iODIO MI VIDA! —agarré fuerza con mi mano y estampé la botella en la pared. Miles de vidrios quedaron en el piso. Lloré y oculté mi rostro entre mis manos. Caí en el piso, no me importaba que me astillara con los vidrios, simplemente quería llorar más y más.

— Juré nunca volver a esto —me dije a mi misma, mirando al objeto que acababa de tomar del piso— pero es la única forma de que todo el dolor desaparezca de mí.

Me levanté del piso y fui hacia la habitación de baño. Entré y puse seguro a la puerta.

No quería hacerlo, pero debía.

When it rains. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora