#038. La nueva.

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Lauren Vop:

— iMALDITA SEA! —grité a todo pulmón. Mis manos se aferraban a mi cabello estirandolo, quería que el dolor se fuera, pero de alguna manera no lo hacía. Esto debía de ser alguna maldita broma, no puede ser posible.

Cómo pudo irse de mi vida así como sin nada? A cabo no le importaba? Era claro, me dejó ese maldito mensaje en la puerta sin poder decirme adiós o hablar bien, todo esto era una maldita mierda. Camila no pudo haber caído más bajo, debió de decirme las cosas de frente, hablar como ''personas que somos'' así como lo dijo en aquella carta.

Comencé a tirar todo a mi paso, la lampara que estaba en la parte de la habitación de Megan, tiré lejos los cajones y se rompieron en mil pedazos. Rompí todos los cuadernos de la universidad, ahora mismo todo me importaba una total mierda. La furia crecía cada vez más en mí, necesitaba sacarlo, no quería retener todo lo que siento ahora mismo.

Mi puño se dirigió a golpear a la pared, se escuchó un estruendoso ruido, sin embargo no me dolió ni siquiera un poco. La adrenalina quemaba ahora todo mi cuerpo. Mi ropa estaba tirada por todo el piso, tenía ganas de quemarlas cada una de ellas, pero simplemente no podía. Me quedaría sin ropa y eso no sería bueno, puesto que ni siquiera tengo dinero para comprar nueva.

Odio cada cosa que se encuentra en mi vida. Odio a las personas, odio mi vida, odio todo lo que pasa en cada rincón de esta misma, me odio a mí.

Me odio a mi misma por confiar en la gente tan fácilmente, por entregar fácilmente amor a las personas que solamente me hacen daño. Nunca pensé que Camila fuera capaz de abandonarme sin dejarme una maldita sola razón.

Caminé al baño, me paré frente al espejo y miré mi reflejo en él.

— Desde ahora en adelante, ya no seré la misma Lauren Jauregui de antes. He aprendido que en este mundo debes de aprender a sobrevivir. La Lauren que dejaré atrás se hundirá y habrá otra que la reemplazará completamente. Ya no seré la niña que entregará amor a todos, ahora seré fría, no dejaré que nadie se meta en mi corazón tan fácilmente, o si es así, lo bloquearé a todas las personas. Nadie me conocerá realmente, mandaré a todos al carajo así como todos lo han hecho.

Ahora estaba llena de dolor, resentimiento y odio. Todos me han abandonado, Venia, Sarah, Camila, Evan y hasta mis propios padres. Me han dejado a mi suerte aquí sola, sin ningun apoyo, sin nada.

Hice mis maletas y salí de la universidad. Algunos curiosos se aconsejaban y me miraban. Los ignoré y tomé un taxi, sé exactamente donde estaré mejor que nadie, ahí comenzaré  a ser la otra Lauren.

En el camino traté de no recurrir a las lágrimas. Maldita sea la vez que conocí a Camila, nadie, ni mucho menos Mark me había hecho tanto daño como ella lo está haciendo.

''Nunca nos volveremos a ver, lo siento mucho por esto pero es necesario. Me voy para siempre, ya no habrá un ''nosotros''. Ojalá la vida te devuelva la felicidad que alguna vez tuviste''

La nota de camila se repetía una y otra vez en mi mente como un disco rallado. Sé perfectamente que lo hizo para burlarse de mí, me dejó por alguien más. No le fue suficiente el amor que traté de entregarle. Ella lo tiró a la basura e hizo que me doliera el pecho más que nunca.

Retuve las lágrimas antes de que salieran. Mi primera regla era no llorar por personas que no se lo merecían, mucho menos por Camila. iLA ODIO! ojalá y su vida se pudra y que le llegue el peor de los destinos, la quiero ver sufriendo como ahora yo lo hago.

El taxi se estacionó enfrente de esa gran casa. Le pagué y recogí mis maletas. Caminé por el pequeño jardín hasta llegar a la puerta. Toqué varias veces hasta que alguien abrió.

— Lauren? —preguntó Zayn, tallandose los ojos. Era muy claro que lo había despertado. Estaba sin camisa y con unos boxers grises y negros. Bostezó y me miró una vez más.

— Puedo pasar? —mi voz era dura. El me miró de arriba a abajo. Frunció el ceño cuando vio las maletas. Se hizo a un lado para que pasara, despues cerró la puerta detrás de él. Caminé hacia la sala de estar y dejé mis pertenencias. Seguido de esto fui a la cocina para hacerme algo de almorzar.

— Quieres algo? —levanté las cejas hacia Zayn, quien estaba perplejo mirandome en el umbral de la puerta. Se encogió de hombros aun con sueño. Puse los ojos en blanco y seguí buscando en el refrigerador algo para comer.

— Por qué estas aquí? —su voz apenas salió audible, rompió el silencio. No era una pregunta incómoda, mas bien tenía curiosidad, por su tono de voz lo puedo deducir.

Agarré un vaso de vidrio mientras me servía jugo de naranja. Cuando lo seví, lo dirigí a mi boca y tomé un gran trago.

— A partir de ahora viviré aquí —aseguré. Él abrió los ojos lo más que pudo y su brazo se dirigió a su cuello. Pude notar como sus musculos se contraían. Era claro que iba al gimnasio muy seguido.

— Me temo que ya no hay habitaciones disponibles.

Rayos, nunca pensé en eso.

— Entonces me quedaré contigo en tu habitación —me giré de nuevo al refrigerador. Tratando de dar la idea de que seguía buscando algo, no quería ver su cara ahora mismo. Sin duda, ahora yo estaba más que sonrojada.

— No te pondría incómoda? —se acercó a mí. Mi corazón latía a mil por hora.

— Claro que no —traté de sonar lo más segura que pude.

— Esta bien, ahora mismo llevaré tus maletas a mi habitación.

Seguido de esto, salió de la cocina y escuché sus pasos cuando subía las escaleras. Dejé escapar un gran suspiro, cerré los ojos y recargué mi cuerpo en aquella barra que había en la cocina. Tallé mis ojos y volví a la realidad. Ya estaba aquí, iniciaría desde cero. Con una nueva personalidad.

— Por qué me tiene que pasar esto a mí? —dije en voz alta.

Abrí los ojos y me quedé atónita cuando vi quien estaba frente  a mí.

When it rains. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora