#025. Que no nos afecte.

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.Camila Vop:

Mis ojos comenzaron a abrirse poco a poco. Mi vista estaba nublada y comenzaba a sentirme mareada. Bostecé y estiré mis brazos, me encantaban las mañanas y más los domingos porque descansaba de mi trabajo. La señorita Anna me pagó ayer, pero he recordado que no tengo el dinero conmigo por lo que pasó. Además de que esos estúpidos me violaron también robaron mi dinero.

Pero este día nadie lo arruinaría. Me giré para ver a Lauren dormida a mi lado. No pude evitar sonreír verla de esa manera. Sus labios estaban levemente abiertos y sus grandes pestañas topaban con sus mejillas. Su cabello estaba alborotado, pero eso no importaba, porque para mí ella se veía perfectamente perfecta.

Me incliné hacia ella y le dí un beso en la frente.

No puedo explicar con palabras la emoción que sentí cuando Lauren me dijo que ella sentía lo mismo. Sé que las palabras que me dijo fueron verdaderas porque lo sentí, la forma en que me devolvió el beso que le dí y la forma en que me abrazaba.

Hablando del beso... espero que le haya gustado. Nunca antes había dado uno, este era el primero. Me sentí un poco nerviosa al besarla, pero después ella siguió y yo igualé sus movimientos. Sus labios húmedos y suaves, como siempre imaginé. Lo que nunca imaginé fue que durmiera en mi cama, y ahora esta aquí conmigo. Esto sin duda es el paraíso.

Miré mi celular (gracias a dios, ayer lo dejé aquí) y eran las 9:30. Nunca me había levantado tan tarde. Me paré cuidadosamente para no despertar a Lauren y busqué entre mi armario un outfit que usaría ahora. Me di una ducha rápida y me vestí. Cuando salí, ella no estaba ahí.

Me asusté y salí corriendo hacia su habitación. Abrí la puerta y ahí estaba ella. Estaba vestida diferente a como la vi hace algunos minutos. Me acerqué a ella y le sonreí, dándole un pequeño beso en los labios. Ella se sonrojó.

— Buenos días —la abracé.

— Buenos días camz —me senté a su lado. En sus manos tenía el diario. Mi corazón comenzó a latir demasiado rápido. Recuerdo el día en que solamente leí la primera página y Lauren casi me atrapa. Traté de mantener las cosas con calma para que no se diera cuenta de mi nerviosismo. Fruncí el ceño mientras la veía.

— Ese no era el diario que habías perdido? —ella asintió y se encogió de hombros.

— Estaba debajo de mi cama. Creo que a la hora de buscarlo no lo hice bien —hizo una mueca— y yo culpándote —rió levemente— tú ni idea sabías de que tenía un diario.

Era cierto, ella nunca me lo había dicho. yo lo descubrí.

Puse mi mano en su muslo, dando un leve masaje. Ella se estremeció un poco. Noté que se había bañado también, su cabello estaba húmedo y pocas gotas calleron a su blusa. Tenía puesto un short corto y una blusa de manga larga a cuadros, color negra y roja. Se veía malditamente sensual.

— Quieres salir a algún lado? —entrelazó su mano con la mía.

— Sí, pero, humm —mordí mi labio y llevé mi mano hacia mi cuello, rascándome. Usualmente lo hago cuando estoy nerviosa— yo.. yo... no tengo dinero —la miré apenada.

Ella negó con la cabeza mientras sonreía. Besó mis labios de nuevo, pero esta vez fue más atrevido que la vez anterior. Coloqué mis manos en su cintura y ella rodeó mi cuello con sus manos. sus labios se abrían y se cerraban en un rítmo normal. Gemió en mi boca y después se separó.

Llevó la palma de su mano a mi mejilla, acariciándola levemente.

— No te preocupes, yo invito.

(...)

Lauren Vop:

Las ganas de estar con Camila ahora eran infinitas. Quería tenerla para siempre de mi lado y siempre será así. Nunca la dejaría ir y nunca la abandonaría. Ella ahora es mi todo, mi mundo entero. Era inevitable el pensar de que ahora estamos juntas, y sé que lo disfrutaremos muchísimo.

Ahora nos encontrábamos en Petter Pipper Pizza. Sé que tal vez no es el mejor lugar para tener una cita, pero sé que a ella le encanta con locura la pizza, además de que ahora mismo tiene una sonrisa imborrable de la cara. Me gusta verla de esta manera, feliz, y más cuando yo soy la razón.

Nos quedamos toda la tarde comiendo pizza y platicando de nosotras. Nos conocimos más a fondo y ella también a mi. Aun no le he contado sobre mi vida, aunque sé que será muy pronto. Miré mi relo y vi la hora, ya eran las 6.

Llevé a camila a un puesto de nieves y le compré una. Me hizo un pequeño pucherito y lo besé. El hombre nos vió con desprecio y asco. Camila pareció triste en el momento que hizo eso, así que cuando nos entregó los conos se lo embarré en su ''uniforme''. Inmediatamente tomé a camila de la mano y volvimos al campus. Estaba muy enfadada por su reacción. En todo el camino no dijimos ni una sola palabra. Entramos a la habitación de  Camila y nos sentamos en la cama.

Me giré hacia Camila para verla a los ojos. Ella se miraba un poco decepsionada y triste.

— Te encuentras bien? —me acerqué mas a ella, entrelazando nuestras manos.

Ella asintió.

— Solo que... me dolió ver cómo nos miró..

En su voz se encontraba la decepsion. La miré directamente y puse mis manos en sus mejillas.

— Hey.. No hay que dejar que lo que hagan o digan los demás de nosotros nos afecte. Nosotros nos queremos y eso es lo único que importa.

Ella sonrió y nos dimos un pequeño beso.  Pasamos parte de la noche viendo peliculas. Despues de un rato me marché a mi habitación para ducharme y dormir. Revisé mi celular y no tenía ningun mensaje. Era raro que Evan no me contactara. Le hablaré mañana para ver si nos podemos ver o tan siquiera hablar, ya lo extrañaba.

Encendí mi laptop y abrí mi página. Ninguna noticia de Venia aún. Esto me preocupaba demasiado, ella nunca estuvo tan ausente conmigo.

Tendré que hacer algo lo más pronto posible... Sé que ella no está bien.

When it rains. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora