#037. Adiós.

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Camila Vop:

Caminé constantemente en aquél parque que se encontraba en New York. Una vez más revisé la hora en mi telefono celular, ya era tarde. Lauren se había tardado más de 2 horas en llegar. Decidí sentarme en una banca que estaba cerca de unos grandes árboles, tratando de mantener mi paciencia viva, ''Lauren no ha de tardar en venir'' pensé.

Ya era tarde, a decir verdad eran las 9 de la noche. Lo que me gustaba de New York era que siempre había gente por todos lados, aún en el parque. Vi como los niños jugaban con las palomas que estaban ahí, niños que sin duda se divertían. Padres que amaban a sus hijos.

Una sonrisa se reprodució en mí cuando vi a esas familias. Yo adoraba tener algún día a un bebé en mis brazos de la persona que más amara. Ese bebé sería fruto de un amor verdadero y honesto, la bendición de dios.

No quería pensar en el futuro tan pronto. Tenía 18 años y apenas estaba comenzando la universidad, quería tener un futuro para mí y para el bebé que siempre desee tener. Un esposo a quien amar... o más bien, una esposa a quién amar.

De vez en cuando, estas últimas noches he pensado en mi vida con Lauren. Sonará tonto, pero a veces la imagino cargando a una bebé, nuestra bebé. Viviendo en nuestra casa y teniendo un gran tiempo juntas, pero eso no sería posible. Lauren ha cambiado, ya no es la misma persona tímida que conocí esa noche que tuvo su pesadilla, o el día en que escribimos nuestra propia canción.

No lo quería admitir, pero era verdad. Lauren ya no era la de antes.

Me partió el corazón alejarme de ella cuando rompió el retraro que mi madre había hecho. Era un simple retrato, pero para mí era todo. Tenía un gran valor sentimental para mí y ver a Lauren destrozandolo me dolió aun más. Esa fue la primera vez que vi el lado oscuro de Lauren.

Esta semana tampoco he hablado con ella. Me hizo sentir tan mal el día en que la encontramos en la casa de fraternidad de Megan. El alcohol la controlaba y dijo cosas que me lastimaron demasiado, ella no lo recuerda y sé que no lo dijo con intención, solo las palabras salieron de su boca sin ser detenidas. Nunca me haría daño, o eso es lo que quiero creer.

Ella no me buscó al igual que yo a ella. No sé si sentirme bien o mal con esto. Muchas veces quise ir y tocar su puerta para hablar seriamente, pero no pude. El poco orgullo que tengo me ganaba. Ella era la que debía disculparse, aun sin saber todo lo que me dijo.

Pero yo también debía hacerlo por no apoyarla como lo prometí y es por eso que la cité aquí, para que me perdone por no haber estado con ella y tratar de un tema que es bastante delicado para mí.

De solo recordarlo, lloré. Tapé mis ojos con mis manos y traté de que no salieran sollozos de mi parte, no quería hacer un drama aquí frente a todos los que estaban en el parque.

— Debes de ser fuerte, lo superarás —dije para mí misma. Limpié las lágrimas con mis manos y saqué de nuevo mi celular. Ya había pasado demasiado tiempo, ella no vendría. Negué con la cabeza mientras más lágrimas salían. Con un pañuelo limpié mi nariz y me levanté.

— Si ella no quiere venir, es su decisión. —pensé.

Caminé de vuelta al campus. El viento se hacia más frío y fuerte. Gracias a dios tenía puesto un abrigo encima de mí. En todo el camino estuve llorando. Esta no era la mejor manera de decir adiós, pero intenté lo que pude. Hice lo mejor en enviarle esa carta a Lauren, si ella no me perdonaba a mí, perdonaría a Evan.

Ella estará en buenas manos con él.

Llegué a mi habitación. Giré un poco la perilla para abrir la puerta, pero me detuve. Caminé silenciosamente al cuarto de al lado que pertenecía a Lauren. Levanté mi brazo en un puño, amenazando con tocar o simplemente entrar, con o su permiso.

Apenas di un pequeño toque a la puerta, pero no hice ruido. Suspiré y apoyé mi frente en la puerta, cerrando los ojos.

— Ella no demostró estar arrepentida, Camila. Si ella no te buscó fue porque no te quiere cerca de ella —Mi subconciente decía. Tomé un gran respiro y me dirigí a mi habitación. Cerré la puerta con seguro y fui directamente al pequeño baul que tengo frente a mi cama.

Saqué la foto de mi mamá. Sonreí inmediatamente y acaricié su foto en la llema de mi dedo.

— Fuiste fuerte, demasiado —susurré a la foto, mis ojos comenzaron a llorar de nuevo— dame parte de tu fuerza para salir de esto, no sé como lo superaré.

Llevé la foto de mi mamá a mi pecho. La abracé y sentí como un nudo se hacía en mi garganta. Esto parecía ser un sueño, o mas bien, una pesadilla.

Levanté mi mirada al cielo, una, dos, tres veces parpadee. Las lágrimas aun no paraban, y creo que nunca lo harían.

Me recosté en mi cama, aún con la foto entre mis manos. La besé y traté de dormir, pero parecía que el sueño no estaba a mi favor ahora. Mañana sería un larguísimo día.

Trataré con todas mis fuerzas de ser fuerte, y seguir con mi vida.

(....)

Guardé todas mis pertenencias en la misma maleta en la que había llegado hace algunas semanas. Extrañaría NYU y todos los recuerdos que quedaron en él. Era hora de dejar todo atrás y seguir adelante, no volveré a mirar al pasado, caminaré al futuro con la frente bien en alto y no dejaré que nadie me haga caer.

Subí a aquél avión que me esperaba, que me llevaba a un rumbo dijo.

— Adios, Lauren. Fue un gusto haberte conocido. —murmuré, apenas audible para mí.

When it rains. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora