#012. La desición correcta.

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Oh dios mio

Esas fueron las únicas palabras que salieron de mi boca después de ver la casa por fuera. No, no era una casa, más bien parecía una mansión. Salí del auto de Megan y caminé hacia la entrada. La música sonaba tan fuerte y los gritos de las personas no dejaban de parar..

– Te gusta? –preguntó Megan mientras abría la puerta– esto va a ser fantástico!

Daria tomó mi mano y me llevó hacia adentro. Miles de chicos universitarios se encontraban tomando, la otra mitad bailaba al ritmo de la música. Muchos nos miraban y nos sonreían. En la última semana me había pasado lo mismo, los chicos solo me trataban bien por ser la compañera de cuarto de ella, y, practicamente su amiga.

Una chica baja de cabello castaño se acercó a mi y me ofreció un vaso de alcohol.

– Espero que te la pases muy bien Lauren –me sonrió y tomé el vaso– disfrutalo –me guiñó el ojo y se fue–.

No aceptes bebidas de extraños. Las palabras de Camila se vinieron a mi mente y lo dejé en la barra del bar. Esperen. Hay un bar aquí adentro? No me sorprendería si tuvieran una picina aquí mismo.

– Lauren –gritó Megan a traves de la música para que pudiera escucharla– Daria y yo vamos a saludar a algunos amigos, quieres venir? –negué con la cabeza–

– Me quedaré aquí un rato. –Ella sonrió y desapareció a travez de la multitud.

Me senté en una silla y miré hacia la gente que bailaba. Se veían tan felices y llenos de energía, sin duda podrían durar horas ahí y no sentir nada en sus pies. Me fijé más en la casa, de verdad estaba demasiado grande, tal vez aquí dormía Megan cuando no llegaba a la habitación del campus. Así que.. esto es lo que se supone que los jovenes hacen, divertirse mientras son jovenes. En londres yo no tuve esa libertad. Mark nos negaba todo, no fiestas, no amigos, ni salidas, etc. Realmente todo era un infierno con él.

Alejé esos pensamientos de mí antes de que pasara otra cosa. Se supone que vengo aquí a olvidar mis problemas y a divertirme, y así será. Qué pasaría, si solo por hoy rompo las reglas? Solamente será por esta noche.

Me giré y puse mis codos en la barra del bar. Pedí un whisky, ya que fue lo que único que se me vino a la mente. Nunca lo había probado, así que espero que sepa bien, no quiero tener que avergonzar a Megan escupiendolo en el piso.

Mi bebida llegó y le sonreí al barman. Me giré de nuevo, dandole la espalda y tomando solo un sorbo de mi bebida. Pensé que sabría mal, pero no, su sabor era exquisito. A lo lejos vi a Daria hablando con alguien, sin duda le estaba coqueteando, ya que pasaba sus dedos por su cabello y daba sonrisitas coquetas. Por otro lado, Megan bailaba con...huumm, ni idea, pero bailaba con alguien super pegada a él. Creo que no debí venir a esta fiesta, todos se divierten menos yo. Ese era mi objetivo aquí, olvidar mi pasado y comenzar a divertirme, pero simplemente no puedo.

Me levanté bruscamente y topé con alguien, haciendo que el whisky se derramara por su playera.

– Oh dios mio! Lo siento mucho.. yo.. yo.. soy una tonta, deja que lo arregle –le pedi al barman un trapo y me lo dió, cuando estuve apunto de limpiarlo, me tomó de la mano.

– No lo hagas –rió, bajó mi mano y me quitó el pañuelo– fui yo quien tuvo la culpa, no me dije por donde iba –se limpió–

– No –insistí– fue mi culpa, enserio –lo miré a los ojos–

El negó con la cabeza y rió.

– A veces las mujeres son muy insistentes –me sonrió– Mi nombre es Evan.

– Lauren.. –le quité el trapo de las manos y comencé a limpiarlo– no quise arruinar tu playera.

– No lo hiciste, deja de limpiar que me pones du...nervioso –se pasó la mano por la cara–

– Listo –me alejé y le sonreí– creo que deberías de tener más cuidado por donde caminas.

– Pero acabas de decir que fue tu culpa! –me acusó–

– Tal vez cambié de opinión –me encogí de hombros y volvi a sentarme–

El chico me siguió y pidió una bebida para él. Mientras yo miraba hacia el vacío, él me miraba fijamente como si tuviera algo en la cara. Qué incómodo. Si me estuviera viendo ahora mismo, pensaría que me puse demasiado rubor por mis mejillas sonrojadas. Dios ya ha pasado un buen rato viendome, qué demonios es lo que quiere?

– Te puedo ayudar en algo? –dije de mala gana.

– Oye! lo siento mucho –levantó sus manos en defensa– no es mi culpa que estes bonita –rió– deberías de estar acostumbrada a que todos los hombres te miren así.

– Idiota.

Me levanté y fui hacia la parte delantera de la casa. Escuché pasos detrás de mi. Ningun hombre me había visto así, de esa manera en que lo hizo. Oh, pensandolo bien, sí, solo uno y fue ese maldito de Mark. El que me abusó desde que comencé con mis 16 años y nunca me dejó en paz.

– Oye, lo siento mucho. –dijo mientras me alcanzaba. seguí caminando, lo ignoré por completo. Qué era lo que estaba haciendo? no tenía a donde ir, mucho menos tenía un coche conmigo. Rayos. Tenía que regresar con Megan, y eso implicaba girarme y verle la cara a ese tipo de nuevo.

– No tienes a donde ir, cierto? –lo fulminé con la mirada– así supuse –dió una sonrisita triunfante– Qué te parece si vamos a mi apartamento? –preguntó–.

No estaba muy segura de esto. No lo conocía y aquí estaba, ofrenciendome ir a su apartamento. Esto sería una locura si lo hago, pero tambien una aventura. La razón y la diversión discutian en mi mente.

Es muy peligroso, no lo conoces

Nada malo puede pasar

Lo has conocido en una fiesta, algo malo saldrá de esto

Oportunidades así no se rechazan, ve y vive tu vida! tal ves esta es tu oportunidad de vivir una locura.

Suspiré. No sabía a quien hacerle caso. Me arrepentiría de esta decisión, lo puedo sentir.

– Está bien, vamos.

– Así me gustan –puso su brazo sobre mi hombro, a lo que inmediatamente lo alejé.

Solo espero que no pase nada malo sobre esto.

When it rains. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora