Capítulo 43: "En sus marcas, listos, ¡Fieras!"

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Aunque Louis se había ofrecido para resolver el problema de ese encuentro con los aros, aún yo tenía mis dudas. ¿Qué clase de ser sobrehumano podía llegar a semejante distancia?, después de todo, hasta nuestro grupo fue testigo de cómo algunos pasaron por alto la etapa, pues no tenían la suficiente confianza como para creer que podrían lograrlo.

—Algunas personas que participaban se han ido a las gradas —Lili, quien había dicho esto, señaló con su mirada a las personas que se retiraban para sentarse en las reposeras.

—Supongo que es demasiado para ellos —me llevé una mano sobre la cabeza, otra sobre la cintura, y, por último, cerré uno de mis ojos—. Por cierto, ¿viste cuándo se acercó a nosotros el hermano de Gael? —le pregunté.

—¿Su hermano estuvo aquí? —dijo sorprendida. Sin dudas no se había enterado de nada, pero al poco tiempo la vi bajar la cabeza nerviosa—. En realidad... no, no estaba, me había ido al baño; no quería que me dieran ganas cuando estuviéramos compitiendo —me dijo algo avergonzada.

—Ah... —solté un suspiro al respecto; era demasiada información para mí.

—¿Por qué esa expresión, Dalton? —preguntó el rubio con una amable sonrisa.

—Nada, ¿he? —cuando volví a mirar a Louis, él ya tenía entre sus manos un balón—. ¿Y eso?

—Ya los están repartiendo, por lo que es momento de hacer lo que nos pidieron —mencionó elevando un poco la pelota a la altura de su pecho.

—Entiendo, ¿entonces ya nos toca? —preguntó su hermana.

—No. Hablé con la organizadora, dijo que tenemos que esperar a que llamen a nuestro grupo.

—Entonces sólo tendremos que esperar —me crucé de brazos observando a la piscina, y lo mismo hicieron los demás.

Miramos atentamente, y con paciencia, cómo los otros grupos pasaban antes que nosotros. En el transcurso, más de uno no llegaba a superar ni la mitad de la alberca, eso, sin mencionar los denigrantes fallos por parte de otros, en donde los tiros directamente caían fuera de la piscina. Aunque los grupos no serían eliminados hasta la siguiente etapa, lo que nosotros apreciábamos era patético, y no porque ellos quizás eran malos en eso, sino porque no sólo se trataba de un reto, pues yo seguía pensando que lo malograron apropósito.

"Los siguientes participantes son, Los Miracles, y Los Parisi. ¡Adelante!"

La turba que había alrededor nuestro empezó a hacer ovaciones como si fuera un enfrentamiento a muerte. Quizás el nombre de aquellas dos familias era bien reconocido en esta sociedad, o peor aún, ellos eran miembros de otras mafias, y rezaba que no fuera ese el caso.

—Nos ha tocado contra aquellos demonios —dije entre dientes.

—No te preocupes, Dalton, como ya te dije, mi hermano es muy bueno en el baloncesto —aclaró ella con extrema confianza.

—Me pregunto si realmente podrá contra un Atleta en toda regla —le contesté. Al rato nos colocamos, por obviedad, detrás de nuestro compañero, es decir, de quien iba a competir por nosotros.

—¡Oigan!, ¿podrían poner "Like Money de Wonder Girls"? —les indicó a los DJ que estaban encargados de la música.

—Veo que no has cambiado nada, Louis, sigues con esa inquietante costumbre tuya —mencionó Davis inclinando la cabeza un poco, mientras tanto, él sostenía su balón con ambas manos.

—No te corresponde a ti decir eso —lo regañó, y entonces fue cuando empezó a hacer rebotar la pelota.

—Tan estricto como siempre —al poco tiempo la petición de Louis comenzó a sonar—. Esa canción... —mencionó el otro un tanto sorprendido.

Soy un temerario mi amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora