La vida me mostraba un relajado y terrible panorama, pues... el estar solo en esa habitación de hospital no me traía ningún buen sentimiento, aunque al mismo tiempo era contradictorio, porque percibía cómo si alguien estuviera velando por mí en algún lugar no muy lejano. Esa inquietud hizo que me pusiera a analizar mis alrededores en busca del ser que probablemente me estaba vigilando, no obstante, terminé suspirando al notar que no había nadie, pero después de dejar a un lado ese extraño acontecimiento, me detuve a observar mi muñeca, la cual estaba completamente vendada; vaya que había tomado un riesgo muy grande cuando me defendí de esa manera, sin embargo, no tuve muchas opciones, ya que tenía que pelear por mi vida, y hubiese meditado más sobre ello, de no ser porque al rato, entró de nuevo Louis, pero esta vez parecía que estaba intentando hacer pasar a alguien al interior del cuarto.
—Vamos, no seas tan dura, ¿acaso no ves que está mal? Apenas pudo sobrevivir —yo abrí mis ojos con un poco más de interés al escuchar las obvias palabras que él soltaba.
—¡No quiero, y en primer lugar no quería venir! ¡Me has obligado! —chillaba del otro lado una chica, aunque no cualquier chica, era Lili, y estaba seguro de eso, ¿sino con quién más podría pelearse así?
—¡Ya deja los berrinches a un lado! —empecé a tensarme al escuchar la continuación de ese griterío; nunca antes me hubiera imaginado que presenciaría hablar así a Louis, y mucho menos a Lili.
—¡No quiero! ¡Te voy a golpear idiota! —esa forma de hablar de ella me recordaba a alguien, lo cual me hizo sonreír a medias aún más nervioso.
—¡Ya basta! —finalmente, el rubio logró hacer que su hermana entrara de un tirón; desde mi punto de vista, había sido poco caballeroso, no obstante, creo que Lili no le dejó opciones, por lo que, en cuanto intercambiamos miradas, ella se ruborizó muchísimo, y enseguida giró sobre sus talones queriendo escapar por el costado de su hermano, pero el otro interceptó su intención y puso su brazo en su camino impidiéndole así el escape.
—Compórtate de una vez —le mencionó en voz baja y con un tono amenazante, lo cual hizo que ella entrara en razón, y de mala gana, volvió a voltearse hacia mí lentamente, así que, para cuando la tuve ya a mi disposición, pensé por un instante que iba a decirme algo, sin embargo... el increíble e incómodo silencio nos embargaba a los tres—. Ya que no tienes la iniciativa, voy a decirlo yo —el rubio rompió el mal ambiente para luego agregar—. Hemos decidido que, ya que estás solo, te ofrecemos quedarte en nuestra casa como si fueras parte de nuestra familia —mencionó con una gran sonrisa.
—¿Qué? —ya sé que mi expresión siempre era la misma ante algo inesperado, pero no podía evitar repetirlo. Otra vez estaba en otra situación extraña, lo que me llevó a la siguiente interrogante: ¿entonces qué pasaría a ser su hermano de mí?—. ¿Me estás diciendo que voy a ser su hermanastro? —sé que era una forma absurda de describirlo, e igualmente, el hecho me estaba perturbando, aunque no implicaría para mí una especie de impedimento en el caso de que fuera a pasar.
—No exactamente Dalton —aclaró con mala cara el de ojos azules, pues ya parecía estar harto de tanta pendejada junta—. Sabemos que puedes necesitar protección, además, los policías que pasaron por nuestra casa, sabían que nosotros también somos parte de tu círculo de amistades, y dado que hay un asesino ahí afuera que desea verte muerto por algún extraño motivo, pedimos que estuvieras bajo nuestro cuidado al programa de protección de testigos —¿así de fácil habían logrado que me ingresaran a su casa? ¡Pero qué va!, lo bueno de esto era que podría pasar más tiempo con Lili, e incluso, quizás tendría la oportunidad de verla en distintas facetas en las que nunca antes me habría atrevido a internarme.
—¿Entonces me quedaré con ustedes? —dije con evidente alegría. Probablemente mi amada no entendería ahora mi reacción, puesto que mis padres estaban muertos, así que no debería mostrarme de esa manera. Sin embargo, ahora mismo me rodeaba la maravillosa idea de estar con mi futura esposa viviendo bajo el mismo techo; sería perfecto de no ser porque Louis estaba con nosotros.
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Soy un temerario mi amor ©
RomanceHoy es un día de verano más, un día que paseaba con mi libro, el cual actualmente no recuerdo su título, ¿pero qué importa eso?, lo importante es que la conocí. Y desde ese momento, no he dejado de seguir sus pasos arduamente. Mi amor se ha vuelto i...