Desislava sentía la brisa fría rodearla y el olor a bosque envolverla. Inhaló profundo y se dedicó a admirar la vista desde el barco de Durmstrang.
El Torneo de los Tres Magos se realizaría en Hogwarts y el colegio Durmstrang estaba invitado al igual que Beauxbatons. Desislava había sido una de las tantas alumnas y alumnos seleccionados para viajar hasta Hogwarts, ella era una bruja brillante e inteligente, además de ser la novia del preferido del director.
Un escalofrío la recorrió por completo cuándo una brisa fuerte sopló, se agarró más de su capa para calentarse. Se sentía bien admirando los paisajes de Escocía y con las risas de sus amigos y otros alumnos detrás de ella, contentos de que por fin el barco haya salido a la superficie por unos momentos.
-Te vas a congelar, amor mío- Dijo una voz detrás de ella.
Desislava se dio la vuelta y sonrió a su novio. Víktor llegó hasta ella y se recostó levemente en la baranda del barco, el chico tenía una gran capa roja que lo cubría del frío, aún más gruesa que la de ella y una gorra mullida a diferencia de Desislava que tenía su cabeza desprotegida del frío. La chica de cabellos blancos se agachó levemente para darle un pequeño beso, al separarse de dedicó una pequeña sonrisa antes de mirar de nuevo hacia los bosques lejanos.
-Estoy bien- Dijo encogiéndose de hombros la joven. Lo miró de reojo -¿Acaso tu no deberías estar practicando tu inglés? Todo el mundo querrá hablar con el gran Viktor Krum allá-
Viktor río levemente, al formar parte del equipo de Quidditch oficial de Bulgaria y ser uno de los mejores del equipo el atraía mucho la atención y Desislava aún no se acostumbraba a la atención que el recibía.
-Prractica conmigo, amorr mio- Dijo Viktor.
Desislava sonrió enamorada. Oh, cómo amaba los tiernos apodos que le podía el chico. Tomó una de las manos grandes y callosas del chico y jugueteó con sus dedos.
-No quierrro que pongas tu nombrrre en el cáliz- Murmuró Desislava sin mirarlo a los ojos.
Víktor frunció el ceño. Era la primera vez que Desislava le decía aquello, ella había dicho alguna vez que sería un gran orgullo para su colegio ganar el torneo pero que era algo peligroso, todos le habían dicho que jamás permitirían nada peligroso de nuevo. La chica sabía que el estaba preparado y ningún director permitiría que algo le pasara al gran Viktor Krum. Desislava alzó la vista para mirar al joven jugador a los ojos
-Sabes que no me pasarrra nada si parrticipo del torrrneo- Dijo despacio el chico. -Te lo prrometo, amorr mio-
Desislava no pudo evitar abrazarlo con cariño, hundió su cabeza en el formido pecho de su chico y aspiró su aroma varonil. Viktor la rodeó completamente con sus brazos.
-Solo estoy algo prreocupada- Murmuró contra su pecho.-Perrro se que no te pasarra nada-
-No tienes porrrque prreocuparte- Viktor besó la cabeza de su chica con amor.
Se quedaron abrazados unos minutos, disfrutando la compañía del otro. Sin preocuparse por el futuro, tan sólo en el presente mismo. Su pequeña paz fue interrumpida por un amigo de ambos.
-Ya dejen de amarse tanto- Rio Kolton, la pareja se separó un poco. -El barco se sumergirá de nuevo, debemos entrar-
Ambos jóvenes asintieron y se agarraron de la mano para ingresar al barco, caminaron detrás de su amigo hasta la sala del gran barco que los llevaba a Hogwarts, todos sus compañeros estaban charlando animadamente así que había mucho ruido en la habitación. Desislava dirigió su mirada a Viktor.
-Crreo que irrre a mi habitación, carrriño- La chica besó su mejilla. -Estoy cansada-
-Voy contigo- Le dijo Viktor, Desislava se rió levemente. -¿Que?-
-No conseguirras nada, Viktorr- Rio negando con la cabeza. -En serrio estoy cansada-
-Errres una malpensada- Viktor soltó una carcajada y tomó de nuevo la mano de Demeter para caminar hacia las habitaciones. -Solo vamos a dorrmir, Desislava -
Desislava rio algo sonrojada, caminaron tranquilos hasta la habitación individual de la chica de cabellos como la nieve, Desislava abrió la puerta y caminó hacia la gran cama que se encontraba en medio de la habitación, luego se tiró en ella y se quitó los zapatos con pereza, Viktor se sentó en el borde para quitarse los suyos y Desislava al sacarse ambos zapatos se acostó en la cama e ingresó debajo de las sábanas, el chico lo mismo y envolvió el cuerpo de su novia con sus brazos, dándole amor.
-Porr favorrr, no te enamorrres de nadie en Hogwarrts- Susurró el chico mirando a la somnolienta chica.
-¿Que?- Rio Desislava , pero Viktor estaba serio, la chica frunció el ceño. -Jamás me enamorrrarria de otrrro chico, mi amorrr-
Desislava besó el cachete derecho del chico con cariño y luego ocultó su cara en el hueco del cuello de Viktor, el la apretó contra ella.
-Prrometemelo- Murmuró el jugador de Quidditch.
-¿Que sucede, Viktorr?- Dijo separándose la chica. -¿Porrr que estás prreocupado porr eso?-
Viktor río levemente. ¿Acaso ella no veía lo hermosa que era? Podía tener a cualquier chico y estaba seguro que todos en ese colegio caerían rendidos a sus pies en el momento en que Desislava asome su llamativa cabeza color blanca del barco.
-Errres prreciosa, todos quedarran hipnotizados con tu belleza y el grran Harrry Potterr estarra allá- Murmuró el joven jugador. -Solo tengo miedo de perrrderrrte-
-Jamás lo harras, Viktorr- Murmuró la chica. -Nadie podrra alejarrme de tu lado-
Desislava tomó la cara del chico para luego plantarle un beso en sus labios. Movió sus labios sobre los de el, quería transmitirle todo el amor que ella sentía por el para que se diera cuenta de cuanto lo amaba. Al separarse ella abrió sus ojos y vio que el seguía con los ojos cerrados.
-Te amo, Desislava - Dijo seguro el chico.
Desislaca dejó salir una risita tonta. Era la primera vez que Viktor le decía te amo y eso la hizo muy feliz. Besó los labios del chico una vez más antes de contestarle.
-Yo te amo aún más, Viktor- Susurró la joven.
Desislava volvió a esconder su cara en el cuello de su novio y se acurrucó contra el, el chico acariciaba su espalda con cariño. Estaban felices y cansados. Unos minutos después ambos cayeron en los brazos de Morfeo.
Su amiga Dorothea entró a la habitación de la chica una hora después y al verlos dormidos y enredados entre ellos no pudo soltar un suspiro de ternura. Caminó rápidamente hacia el baúl de Desislava para buscar su cámara mágica. No pudo evitar sacarles una foto, la pareja se veía tan pacifica, tan enamorada y sin preocupaciones.
-Que ternuras- Murmuró Dorothea mirando la foto.