Harry Potter no podía apartar la mirada de la chica de cabello rojo brillante.
Eliette Desvaux reía a carcajadas con sus amigas y compañeras de equipo al final de su practica de Quidditch, Harry estaba hipnotizado por la manera en la que su cabello se movía cuando la chica soltaba una carcajada o la manera en la que sus ojos se achicaban al reír.
Eliette estaba sentada en su escoba mientras esta estaba ligeramente elevada, sus amigas haciéndola reír a cada momento, hace unos minutos habían terminando de practicar y habían decidido hablar de todo en el campo de Quidditch, algunos alumnos estaban ahí pasando el rato con sus amigos o esperando para volar en sus escobas unos momentos. Harry no era diferente en ese sentido, Ron y Hermione estaban a su lado hablando de quien sabe que mientras el chico los ignoraba olímpicamente. La chica de lo rizado fue la primera en darse cuenta de que su amigo no estaba prestando atención a la conversación que estaban teniendo y paró de hablar con el pelirrojo para prestar atención Harry, quien miraba el verde campo, Hermione siguió la mirada de Harry y vio a su amiga pelirroja en el campo. Hermione sonrió pícara.
-Deja de mirar así a Eliette, Harry- Dijo Hermione con una sonrisa pícara.
Ron soltó una pequeña carcajada. Harry parpadeó varias veces algo sonrojado y se acomodó sus gafas con nerviosismo. Por primera vez desde que llegaron al Campo de Quidditch, el chico miró a sus dos amigos.
-No la estoy mirando- Murmuró el azabache.
-La estás desgastando- Dijo Ron encogiéndose de hombros y riendo.
-¿Algún día le dirás que te gusta?- Murmuró Hermione con lentitud. -Creo que Eliette te gusta desde que llegó a Hogwarts, Harry-
Harry estiró las mangas de su suéter y agachó su cabeza. Puede que aquello sea cierto. Éliette Desvaux se había mudado de Francia a Inglaterra en su cuarto curso y eso la había obligado a ingresar a Hogwarts siendo seleccionada en Ravenclaw. Y desde el momento en el que la vio murmurando con su hermano mayor en la ceremonia de selección la chica le había llamado inmensamente la atención. Siempre se había mostrado extremadamente amable y amorosa con todos los que llegaban a dirigirle la palabra y Harry Potter tenía la suerte de tener una linda amistad con la pelirroja. Eliette le había ayudado varías veces en clase y había sido imposible no entablar una amistad con la habladora y carismática francesa, su amistad con esa chica lo había hecho despejarse unos momentos de su trágica vida y de todo los problemas que tenía con respeto a los Horrocruxes. Ella hacía que todo lo malo de su vida desaparezca unos minutos.
La pelirroja había parecido despreocupada y había parecido no importarle de que ella y su hermano Antoine eran los únicos que no eran de primer curso entre la multitud que esperaban ser seleccionada, el sombrero estuvo el mismo tiempo en su cabeza que en la de su hermano antes de gritar Ravenclaw para ambos. Harry no había podido evitar seguir sus movimientos con la mirada.