Estaban muy cerca, tantos que sus brazos se rozaban y a Daphnée Delacour le gustaba esa cercanía.Se había vuelto muy cercana a Cedric Diggory desde que había llegado al castillo de Hogwarts para el Torneo de los Tres Magos con sus compañeros y directora. Era un joven mago muy dulce y amigable, le había sido imposible no entablar una amistad con el luego de que ella le pidiera indicaciones para llegar a la torre de Astronomía.
Daphnée no había podido evitar gustar de su nuevo amigo al volverse tan cercana a él; Cedric era un joven alto y extremadamente guapo con rasgos cincelados, cabello oscuro y ojos grises brillantes. Pero además de su atractivo, a ella le había encantado su personalidad, era tan amable y genuino, honesto y sonriente.
Sabía que no era solo que ella que se sentía así, el también sentía algo fuerte por la bruja. Era algo obvio cuando sonreía de esa manera con ella y con los ojos brillando; aparte qué tal vez, solo tal vez, ya habían compartido unos cuantos besos inocentes en la torre de Astronomía, además de ir juntos al baile de Navidad.
La biblioteca estaba en silencio debido a que estaba casi vacía, debían estar ellos dos y un pequeño grupo de magos con capas azules por ahí cerca. Pero ambos habían decidido apartarse un poco de la mirada de los curiosos, ya era normal escuchar los susurros por los pasillos de como la hermana menor de la campeona de Beuxbatons y el mismo campeón de Hogwarts parecían ser la pareja perfecta, la joven bruja con sangre de veela y el campeón de Hogwarts.
La mano de Cedric dejó una nota doblada en el libro que ella estaba leyendo, la joven le dedicó una sonrisa confundida para luego desenvolver el papel para leer lo que su amigo había escrito. En el arrugado pergamino había una pequeña oración "¿Quieres ir a Hogsmeade a una cita?". Daphnée sonrió levemente y mojó su pluma en la tinta para responder. Un simple monosílabo, "si" con su bonita caligrafía estaba debajo de la nota.
Le pasó la nota a Cedric y lo miró, una sonrisa apareció en el rostro del joven mago y antes de que el pueda alzar su mirada hacia ella, Daphnée se inclinó y le dio un efímero beso. Al separarse unos pocos centímetros vio como el tenía una sonrisa tonta en los labios, ella sonrió cuando el tomó su mano.
—¿D.D?— Escuchó la voz de su hermana mayor.
Abrió sus ojos como platos y se enderezó en su silla alejándose del muchacho; su hermana la mirada asombrada, pasando sus ojos de ella a Cedric. Daphnée sonrió inocentemente a su hermana, el mago por su parte carraspeó incómodo mientras su rostro se volvía color rojo.
—¿Necesitas algo, Fleug?— Preguntó Daphnée. Su hermana frunció sus labios.
—Te buscaba paga ig a almogzag.— Respondió Fleur. —Pego pagueses ocupada.—