Sus amigos podían notar que Draco estaba distraído, como en otro planeta.Blaise y Pansy hablaban de lo que habían hecho en sus vacaciones pero parecía que a pesar de que trataban mucho de incluirlo en la conversación, el chico pronto se volvía a perder en sus pensamientos.
Draco Malfoy no podía sacar de su cabeza a su mejor amiga. Ese verano, Henriette Weller pasó una semana entera en la Mansión Malfoy, conviviendo con Draco y su familia. Draco había estado sintiendo cosas que no debía sentir por su mejor amiga desde hace dos años. Claro, siempre trataba de evitarlo saliendo con chicas y alejando a Henriette cuando se podían demasiado melosos.
La chica aún no había pasado por el lugar que siempre ocupaban en el Expresso de Hogwarts y el no la había visto en el Andén. Eso preocupaba al platinado. Suspiró antes de abrir la boca.
-¿No saben dónde está Henriette?- Preguntó.
Pansy y Blaise lo miraron levantando las cejas y sonrieron pícaramente.
-Con que por eso estás tan distraído.- Dijo sonriendo anchamente el moreno. - El pobre Draco está preocupado por la chica que lo tiene enamorado.-
-Cállate, Blaise.- Murmuró molesto Draco. -No estoy enamorado de ella.-
-Si tu lo dices, amigo.- Comentó Blaise haciendo un gesto chistoso.
Pansy a su lado se aclaró la garganta algo incomoda. No le caía bien esa chica porque su Draco gustaba de ella.
-He escuchado por los pasillos que está con Theo en un compartimiento.- Dijo sería. Draco la miró con ojos asesinos.- Ya sabes, solos y acaramelados. Ellos están juntos.-
-¡Vaya!- Dijo una voz detrás de ella. Henriette miraba sorprendida a Pansy. Luego se volteó para dirigirse a Theodore, que estaba detrás de ella. -Parece que ahora estamos juntos, Theo.-
Draco se enderezó en su asiento al ver a la rubia y aclaró su garganta. La miró de arriba a abajo. Que bonita estaba. Tenía su cabello rubio suelto con un bonito sombrero negro adornándolo, un vestido negro y un saco del mismo color. Parpadeó atontado en cuanto la joven le dedico una sonrisa sincera a él.
-Que raro es esto.- Murmuró el chico, la confusión falsa pintó su rostro.- Yo pensaba que yo estaba en una relación con Marieh de Ravenclaw.-
-Pansy, deberías dejar de creer todo lo que se escucha en los pasillos.- Dijo Henriette, luego miró a Draco. -Hazme lugar, huroncito.-
Draco hizo un puchero al escuchar ese apodo que se había ganado Gracias a que el falso profesor Moody lo había transformado en hurón en su cuarto año. Desde aquel día, Henriette lo llamaba huroncito. Pero a él no le molestaba.
Draco se corrió hacia el pasillo para poder dejarle el lugar de la ventana a su amiga, ya que sabía que ese era el lugar de Henriette. La bruja pasó por arriba de Draco y se sentó rápidamente. El perfume de la joven se impregnó en las fosas nasales del mago, un olor a lavanda que el amaba. Henriette abrazó a Draco y besó su mejilla con cariño, luego lo soltó y se recostó en su hombro.