La desaparición de Mia Collins

Capítulo 29

Ambos hermanos me miran expectantes, esperando con impaciencia mi explicación. Respiro hondo un par de veces, tratando de controlar la ansiedad que me está recorriendo a través de las venas en esos momentos.

-Se trata de Chase -el mayor aprieta la mandíbula, así como también los puños, ante la simple mención del chico-, ayer me confesó haber violado a la novia de Will.

Lo suelto rápido, queriendo deshacerme del peso que supone cargar con algo como eso. Los Collins se han quedado mudos, asimilando lentamente el significado de mis palabras. Les observo detenidamente, analizando sus expresiones, que son bastante similares. Al fin, la joven decide romper el silencio.

-¿Estás segura de eso? -menudo pregunta más estúpida.

-Sí, estoy segura de que me lo dijo -frunzo el ceño mientras respondo.

-Me refiero a si es cierto que lo hizo -se apresura a explicarse.

-Puede que se lo inventara -concuerda Logan asintiendo.

-¿Por qué me mentiría sobre esto? -inquiero acentuando mi mueca. No tiene sentido, o al menos yo no se lo encuentro.

-Para asustarte y que no te resistieras más de la cuenta -aventura el mismo con un semblante pensativo-. Es capaz de hacer algo así y mucho más -me asegura entre dientes.

-Es retorcido -le comento, a lo que asiente dándome la razón, pero sin dejar su teoría de lado-. Tenemos que ir a hablar con la chica.

-¿Estás loca? -exclama mi mejor amiga abriendo desmesuradamente los ojos-. ¿Tienes alguna idea de dónde está y por qué?

-Estoy de acuerdo con ella -interviene el varón-. Además, Will lo mata como se entere.

-No se lo diremos hasta que hayamos descubierto la verdad -apunto, convencida de mi plan-. Y si resulta que no mentía, le denunciaremos. No tengo miedo a testificar en su contra.

El mayor me mira sorprendido y con un brillo de orgullo en sus ojos ante mi decisión. Me sonríe abiertamente, y sé que me secunda en esto. Le devuelvo el gesto, agradeciéndole con la mirada su apoyo.

-No sé, chicos, no me parece buena idea -interviene Mia no demasiado convencida-. Adams nos matará a nosotros cuando descubra que hemos ido a visitarla sin su consentimiento.

-Obviamente no podemos callarnos algo así, pero se lo contaremos todo cuando hayamos aclarado esto -le replico con seguridad.

-Está bien, vamos -se rinde al fin.

Con un gritito de emoción, me levanto rápidamente y me encamino hasta mi casa para cambiarme de ropa. No me arreglo demasiado, solo lo justo para estar presentable y no causar mala impresión a la chica. Debo pensar muy bien cómo voy a preguntarle lo que quiero saber. Sé que es un tema duro para ella y no quiero empeorar su estado, ni causarle más daño. No hurgaré demasiado en la herida, simplemente le preguntaré y ya, aunque no hay nada que me asegure que me vaya a decir la verdad, es algo que merece la pena intentar.

Diez minutos más tarde tengo a ambos hermanos tocando el timbre. Me apresuro a reunirme con ellos y nos encaminamos hacia el hospital psiquiátrico. Estoy nerviosa, ahora que lo pienso con más tranquilidad, es una idea bastante alocada. No sé cómo se lo tomará, ni siquiera la conozco lo suficiente. Intento calmarme, recuperando un poco de seguridad en mí misma.

Estamos esperando en una sala habilitada a que la joven aparezca por la puerta. Me sudan las manos, por lo que las seco lo mejor que puedo en mis vaqueros. La persona a la que hemos venido a visitar se hace presente. Frunce el ceño al reconocer a Logan y se acerca lentamente.