Capítulo 14

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Raro. Es la única palabra que encuentro para describirlo. Raro, extraño, inusual y todos sus demás sinónimos. Estoy hablando del comportamiento de Logan. Desde que se presentó ayer en mi casa después de nuestra fuerte discusión, ha estado actuando de manera singular. Esta mañana es un claro ejemplo.

Me he despertado rodeada por sus brazos, estaba a punto de recriminárselo, pero después he recordado el motivo por el que estaba allí. Necesitaba urgentemente ir al baño, así que le he intentado llamar sin que se asustara. Cuando ha abierto los ojos, en lugar de hacer un comentario estúpido como solía hacer al reconocerme, me ha soltado bruscamente, como si quemara. Debo admitir que eso me ha ofendido un poco, a nadie le gusta que se alejen como si fueras un bicho apestoso. Después de ducharme, he bajado a preparar el desayuno, encontrándomelo ya en la cocina y, en lugar de soltarme alguna pullita, se me ha quedado mirando en silencio.

Ha sido muy incómodo, sobre todo porque parecía que quería decirme algo, pero nunca abría la boca. Por otra parte, yo tampoco he iniciado la conversación, puesto que estaba pensando en una manera de pedirle perdón por la bronca que le eché ayer. Seguía pensando lo mismo, pero las maneras de decirlo no habían sido las adecuadas. Además, quizás había una explicación para su comportamiento, pero no tenía derecho a exigírsela.

Mis disculpas quedan en segundo plano cuando, de repente, estrella su puño contra la encimera, frustrado. Le miro con el ceño fruncido y sé que hay algo que le preocupa, es la misma actitud que tiene su hermana ante un dilema.

-¿Qué ocurre? -me atrevo a preguntar. Es lo primero que nos decimos, no hemos cruzado ni siquiera un "Buenos días". Suspira y me mira.

-Siento mi comportamiento de estos días -se suponía que la que tenía que disculparse era yo, por eso sus palabras me sorprenden-. He actuado como un verdadero idiota y, sé que no es excusa, pero estoy demasiado nervioso con todo esto de Mia. Que desaparezca mi hermana no es algo con lo que estoy acostumbrado a lidiar. Así que siento todo lo que te he hecho sufrir últimamente, no espero que me perdones, pero necesitaba decírtelo.

-Oh, bueno -intento salir de mi estado de confusión para formular una respuesta medianamente coherente-, tampoco ha sido para tanto, yo... ehm...

-¿No ha sido para tanto? -repite con una risa sarcástica-. ¡Por favor! Si prácticamente te he estado acosando durante toda la semana -niega con la cabeza, enfadado. La cuestión es ¿con quién? ¿Conmigo? ¿Con él?

-La verdad es que yo tampoco te lo he puesto demasiado fácil -admito en un susurro-. Ayer no debería haberte hablado como lo hice.

-No te preocupes, me lo merecía -sigo alucinando, es la conversación más seria que he tenido con él desde que le conozco-. Yo solo quiero encontrar a Mia y que todo vuelva a la normalidad. Tú con tu vida y yo con la mía.

¿Por qué siento que está rompiendo conmigo? Es absurdo, ni siquiera somos nada. Antes de que pueda replicarle nada más, suena el timbre de casa. Es demasiado pronto para que sea el cartero, además, él nunca llama. Mis padres al final no volvieron a casa anoche, se quedaron en un hotel porque la cena terminó demasiado tarde, así que me alegro de que Logan se quedara conmigo. No me hace ni pizca de gracia estar sola en estos momentos. Los recién llegados son los chicos.

-¡Amor! -exclama Jake mientras se abalanza sobre mí y me da vueltas en el aire. Río un poco, ahora lo que necesito es la alegría y energía de este chico, me pone de buen humor.

-Evans -saluda Will con un asentimiento de cabeza. Le devuelvo el gesto.

-Hola, Brooke -Ashton deposita un suave beso en mi mejilla, ignorando las quejas del que se hace llamar mi novio falso.

La desaparición de Mia CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora