Capítulo 18

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-Es aquí -le informo a Ashton para que detenga el coche junto al lago.

Hemos ido a la caseta de nuevo, para que vean dónde se escondía Mia antes de coger ese maldito tren. Con un poco de suerte, encontraremos algo más que quizás yo pasé por alto la noche anterior. Escalo con agilidad el roble, y me sigue Logan. Los demás se quedan abajo, no cabemos todos.

-Es más pequeña de lo que recordaba -oigo decir a Ashton.

-Eso es porque hemos crecido, idiota -le responde su amigo antes de llegar junto a mí-. ¿Qué es esto? -pregunta anonadado ante lo que ve.

No hay absolutamente nada. La caseta está totalmente vacía. Los cojines, la lámpara, los papeles y las pocas cosas que había han desaparecido. Y me apuesto lo que sea a que no ha sido obra de Mia. Me centro en el tablón, que contiene algo colgado en él. Nos acercamos y soltamos un jadeo de sorpresa al descubrir de qué se trata. Es otra fotografía de la chica. Está durmiendo, y, al ser un primer plano, está claro que el acosador se encontraba en la misma habitación que ella. Cojo la imagen y la giro, para descubrir unas letras escritas en el reverso.

-"Habéis llegado tarde" -leo en voz alta. Un mal presentimiento me carcome por dentro. La volteo de nuevo y me fijo en la fecha. Data de ayer por la noche-. Oh, Dios mío -las lágrimas se acumulan en mis ojos, y salgo de la caseta con rapidez.

Cuando llego abajo, los chicos me miran expectantes, pero al ver mi expresión, una mueca de disgusto se les dibuja en la cara. Corro hacia los brazos abiertos de Jake, quien me estrecha con fuerza. Esperamos a que Logan baje también. Sin decir nada, les tiende lo único que había en la pequeña estancia.

-¿Qué cojones...? -pregunta furioso Ashton mientras nos mira a todos, esperando una explicación que no tenemos.

-La ha encontrado -el sollozo de Logan me parte el alma-. Tiene a mi hermana.

Su mejor amigo le abraza, con una mueca de preocupación ante su desolación. Le arrebato la fotografía de entre las manos y la analizo de nuevo. Me percato de un pequeño detalle, y un rayo de esperanza me recorre.

-Logan, tenemos que ir a tu casa, ya -le apremio. Mi voz parece tranquilizarle, porque enseguida se sube al coche, seguido por los demás.

Al llegar, corro hacia la habitación de la joven, rebuscando directamente entre las sábanas. Segundos más tarde aparecen ellos.

-¿Qué estás buscando? -me pregunta Will con el ceño fruncido.

Le ignoro y sigo registrando el armario. Cuando la encuentro, sonrío de oreja a oreja.

-Es falsa -les digo, radiante-. La fotografía es un montaje -como siguen sin entenderme, procedo a explicarme-. Si en realidad es de anoche, como dice ahí, ¿por qué están las sábanas aquí? No tiene sentido que Mia se llevara un juego de cama para su huida, y que luego aparezcan en su armario. La única explicación que le encuentro es que esa imagen está tomada en su habitación y que el acosador ha falseado la fecha.

Todos me miran con los ojos bien abiertos. Will, que es el experto en informática, analiza la instantánea minuciosamente. Después de estar unos segundos estudiándola, me mira.

-Tienes razón -concuerda-. Hay diferentes tonalidades aquí -señala la esquina superior derecha-, que no deberían diferenciarse. Eso solo se explica si alguien ha retocado la imagen.

-Entonces... -interviene Jake-, ¿eso quiere decir que Mia sigue a salvo?

-Sí -asiento con una sonrisa de oreja a oreja.

-Maldito cabrón -maldice Logan dando un puñetazo en la pared y alejándose rápidamente. Nos sobresaltamos ante su arrebato, y me apresuro a ir tras él.

La desaparición de Mia CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora