La desaparición de Mia Collins

Capítulo 47

NARRA LOGAN

-No, no, mierda, Brooke, abre los ojos -implora Mia entre sollozos.

Al estar justo delante de mí, me doy cuenta de cómo está temblando al ver a su mejor amiga así. No la culpo, no es que yo me encuentre en mejor estado. Por el rabillo del ojo observo a los demás. Jake está farfullando algo rápidamente, maldiciendo a quien haya osado poner una mano encima de su chica, pero habla tan deprisa y en voz baja que me es imposible diferenciar sus palabras. Ashton está con las manos en la cabeza y una mueca de preocupación en su rostro. Will lo analiza todo desde la distancia, como siempre hace, aunque sé que también está en shock ante la escena que nos hemos topado.

-Tenemos que llevarla a la enfermería -interviene la chica y me mira con desesperación. Lo siguiente que expresa lo hace sin abrir la boca, solo con las emociones reflejadas en su semblante. Lo que mi hermana me está diciendo es "Por favor, Logan, ayúdala".

No hace falta que me lo repita. Con muchísimo cuidado de no hacer un movimiento brusco, la levanto del suelo y la acomodo entre mis brazos, apoyando su cabeza en mi pecho. Emite un ligero quejido ante el cambio de posición, pero sigue sin recuperar la conciencia. Joder, tiene que despertar ya, me estoy empezando a asustar de verdad.

Sin perder más tiempo, me encamino a grandes zancadas hacia la consulta del instituto, con los chicos sujetando las puertas abiertas para que pueda pasar con facilidad. Afortunadamente, el periodo del almuerzo ya ha terminado y no hay nadie en los pasillos, así que no nos encontramos con un cúmulo de gente que nos pueda enlentecer.

Cuando llegamos a nuestro destino, irrumpimos en la estancia de manera más bien brusca, sobresaltando a la secretaria, quien al principio nos riñe y nos exige una explicación para excusarnos del por qué no estamos en clase. Pero cuando repara en la persona que tengo entre mis brazos, su semblante cambia radicalmente y, tras pegar un chillido de sorpresa, nos indica que depositemos a mi petarda en la camilla mientras ella va a buscar al enfermero.

Una vez he obedecido su orden, me quedo junto a mi vecina, centrándome en su rostro y pidiendo silenciosamente que salga de esta. No soportaría perderla, no estoy preparado para que la alejen de mí. Me niego a dejarla marchar, la quiero a mi lado, y me da igual lo que crea ella de que es mejor estar separados, lucharé hasta el final.

-Cuidado, hijo -dice una voz sacándome de mis pensamientos. Me aparto cuando reconozco la voz del sanitario detrás de mí-. ¿Qué ha pasado?

-No lo sé -reconozco con la voz ahogada-. La hemos encontrado así en el baño de arriba.

Aprieto los puños mientras le explico lo que ha pasado, sintiendo la rabia, impotencia y frustración recorrer mi cuerpo. Sin añadir nada más, el hombre se acerca un carrito lleno de productos que no reconozco y empieza a limpiar las heridas del rostro de Brooke. La susodicha se queja ante el escozor del alcohol, pero no hace ademán de despertar aún.

-Esto me llevará un tiempo -me informa sin girarse y manteniendo su atención en su labor-. Además, le administraré calmantes para que su cuerpo se recupere con un poco más de rapidez, al menos así podrá recobrar la conciencia. Puedes esperar fuera.

Asiento con un seco movimiento de cabeza y, tras dedicarle una última mirada a la joven, me reúno con los demás en la sala de espera, quienes al verme entrar no dudan en acribillarme a preguntas.

-¿Cómo está? -inquiere Jake a la vez que Mia dice:

-¿Ha despertado ya?

-¿Qué te ha dicho el enfermero? -quiere saber Ashton. Afortunadamente, Will se mantiene callado, sabiendo que lo único que hacen es aturullarme.