Capítulo 38

101 12 0
                                    

Es la sexta canción seguida que bailo esta noche y necesito urgentemente beber algo. Con la boca completamente seca informo a los chicos, a lo que Logan se ofrece en prepararme una bebida. "La especialidad de la casa" le llama. Asiento sin titubear demasiado, sabiendo la buena fama que tiene preparando cocteles.

En la cocina, veo cómo coge un vaso de plástico del montón y se adueña de tres botellas diferentes de líquido. El primero que echa es transparente, parece vodka; el segundo no lo reconozco y el tercero es limonada. Le mira fijamente, frunciendo el ceño.

-¿Acaso pretendes emborracharme? -le acuso queriendo sonar seria, pero una sonrisilla me delata.

-¿Quién yo? -dice poniendo cara de angelito-. Jamás haría algo así. ¿Qué sacaría yo con eso?

-Sería más influenciable -le explico apoyando los codos sobre la encimera e inclinando mi torso hacia delante, en su dirección-. Podría hacer lo que me pidieses.

-¿Acaso pretendes convencerme para que te emborrache? -imita mi tono de voz anterior, a lo que suelto una carcajada, alejándome un poco-. Tranquila, no te lo he cargado demasiado. Es menos de la mitad de lo que me pongo yo en el mío.

-¿Crees que no podría soportarlo? -no me ha gustado para nada la sugerencia que he podido leer entre líneas.

-¿Qué? No, no, no me refería a eso, para nada -se apresura a explicarse con horror. Me relajo un poco-. Es más suave porque el sabor es un poco fuerte, y como es la primera vez que te lo preparo, he pensado que sería mejor empezar poco a poco.

-Eso es más aceptable -concedo dando un sorbo a mi bebida-. Wow, esto está delicioso -comento tragando de nuevo.

-Cuidado -me advierte con una sonrisa de suficiencia-, sube bastante deprisa.

Asiento, dándole a entender que lo comprendo y me dirijo de nuevo a la pista de baile, encontrando a Mia muy pegada a Ashton. La alejo de él, sabiendo que detrás de mí viene su hermano, tratando de evitar un escándalo. Me lo agradece con la mirada al darse cuenta de lo que ocurría. Acto seguido empezamos a movernos al ritmo de la música juntas, como solíamos hacerlo antes.

La canción termina y empieza una más sensual, así que no dudo en pegarla a mí y menear las caderas lenta y suavemente. Los chicos, que no pierden detalle de nuestro baile, comienzan a silbar al vernos, provocando que soltemos unas cuantas risitas y, obviamente, nos sonrojemos. Mi mejor amiga me coge de las manos para ganar estabilidad y que no caigamos al suelo, no sería para nada glamuroso.

Unas manos se colocan en mi cintura, más abajo que de costumbre, y un pecho fuerte y tonificado se pega a mi espalda. La boca de Logan encuentra mi lóbulo de la oreja y juega con él. Me estremezco y observo disimuladamente a su hermana, pero está demasiado ocupada prestando atención a lo que le susurra Ash al oído. Con mi mano derecha, rodeo la nuca del chico junto a mí, sin cambiar de posición, de manera que tengo que levantar y girar un poco el brazo para conseguir mi objetivo. Con la mano izquierda entrelazo la suya, descansándola sobre mi estómago.

-No tienes idea de cuánto me gusta este baile tuyo -susurra cerca de mi cuello.

Su aliento huele a una mezcla de menta, ron y limonada, pero es completamente embriagador. Quizás esté un poco contentilla -ya me he terminado dos de sus bebidas estrella-, porque en lugar de avergonzarme, sus palabras me halagan. Me quedo un poco en silencio, disfrutando de su toque, pero al cabo de un par de minutos me doy la vuelta para encararle.

-¿Te gustaría acompañarme, entonces? -entrelazo mis dedos detrás de su cabeza mientras lo pregunto.

-Nada me haría más feliz -responde con una sonrisa radiante.

La desaparición de Mia CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora