La sonrisa que se dibuja en el rostro de mi hermana al oírme pronunciar esas palabras me descoloca ligeramente. ¿Desde cuándo la idea de su mejor amiga saliendo con su hermano no le resulta repugnante? Me encojo de hombros mentalmente, ya la interrogaré sobre eso. Justo en aquel instante, Frankie sale de la habitación adyacente con buenas noticias.
-Se ha despertado -nos anuncia con alegría.
No ha terminado de pronunciar la frase cuando ya le estoy empujando para que se haga a un lado y pueda entrar a comprobar cómo se encuentra la chica.
-Petarda -la llamo nada más cruzar la puerta, y sus ojos se clavan en los míos.
El sentimiento de alivio que me inunda es reconfortante, pero antes de que pueda añadir nada más, mi hermana pasa por mi lado como una exhalación y se abalanza sobre sus brazos.
-¡Oh, Dios mío! -exclama volviendo a sollozar-. Menos mal que has despertado.
-Mia -se queja la otra con una mueca de molestia-. Me haces daño.
-¡Lo siento! -responde la aludida apartándose con rapidez.
Mi vecina murmura unas cuantas palabras tranquilizadoras y dirige su mirada hacia los demás, prestando especial atención en mí. Antes de que pueda abrir la boca para decir nada, el director aparece acompañado de Will, quien no sabía que había ido a buscarle.
-¿Cómo se encuentra, señorita Evans? -inquiere con preocupación.
-Adolorida -se limita a responder. No hay deje de burla en su voz, es la simple y la cruda realidad.
-¿Qué demonios le ha pasado? -vaya, se supone que una persona con su cargo no debería blasfemar de esa manera, ¿no? Es decir, ¿qué ejemplo está dando a sus alumnos?-. ¿Quién le ha hecho esto?
Los ojos de Brooke demuestran un poco de temor al principio y, al tardar tanto en contestar, sé que está tratando de inventarse una buena excusa. Afortunadamente, su vista se cruza con la mía y le dirijo una expresión de calma con un ligero asentimiento, pidiéndole que diga la verdad.
-Fue Britt -murmura tan bajo que apenas puedo entenderla con claridad. ¿Acaba de decir Britt?-. El baño de abajo está roto y he tenido que subir al de la segunda planta, que estaba solo. Es dónde me han arrinconado y me han pegado una paliza.
-¿Han? -quiero saber con el ceño fruncido-. ¿Cuántas eran?
-Cuatro -responde con un hilo de voz. Aprieto mis puños con fuerza, intentando tranquilizarme para no ir a por las responsables de todo aquello.
-¿Por qué le harían algo así? -sigue con su interrogatorio el director.
-Por celos -dice tras unos largos segundos de silencio. Echa una rápida ojeada en mi dirección y mi estomago se contrae al entenderlo todo-. Quería advertirme de que me alejara de lo que es suyo -sus ojos no se despegan de los míos y me siento culpable. Soy el causante de que mi petarda esté en este estado.
Si antes no quería estar conmigo, ahora menos. El dolor y la ira inundan cada parte de mi ser, tengo que irme de aquí, pero sé que eso es lo último que necesita la chica, y no pienso defraudarla ni darle más motivos para que se aparte de mí. Así que me muerdo la lengua y me cruzo de brazos, esperando impaciente a tener un momento a solas con ella.
-Dios mío, estos adolescentes de cada vez estáis peor -se queja el hombre con una expresión de sorpresa-. Hablaré con ella, la tengo que expulsar durante una semana por lo que ha hecho. No puede salirse de rositas.
-¿Es realmente necesario? -su pregunta me sorprende. ¿Por qué no quiere que se la castigue?
-Son las normas -se limita a responder su interlocutor-. También me veo obligado a avisar a tus padres y contarles lo que ha pasado.
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La desaparición de Mia Collins
Misteri / ThrillerUna chica. Cuatro chicos. Una desaparición. Un sobre lleno de fotografías. Un misterio que resolver. Una mejor amiga, una hermana y un amor platónico que encontrar. ¿Te apuntas? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Portada hecha con la colaboración de @H...