Capítulo 34

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-¿Mia? -llamo nada más llegar del hospital psiquiátrico.

No obtengo respuesta, así que me encamino directamente hasta mi habitación, sabiendo con seguridad que estará ahí. Y no me equivoco. La encuentro tumbada en la cama, boca abajo, con los brazos doblados bajo la almohada y el rostro enterrado en ellos. Ningún sonido sale de su boca, por lo que creo que está dormida, pero luego se mueve, indicándome que me ha oído entrar.

-¿Qué te ocurre? -pregunto sentándome junto a ella, colocándole una mano sobre el hombro.

-Ashton -se limita a responder, suspirando. Conecta su mirada con la mía y la observo, sus ojos aguados me hacen dibujar una extraña mueca.

-¿Has visto la foto? -es lo más estúpido que he podido decir.

-Ese bastardo mujeriego -exclama incorporándose-. No sé cómo pude fiarme de él, dejar que me embaucara con su estúpida sonrisa y sus miradas encantadoras. Soy idiota, me he convertido en una más de sus conquistas -se lamenta, furiosa consigo misma.

-Eso no es cierto -la contradigo, frenando su retahíla de insultos-. ¿Le has dado la oportunidad de explicarse? Apuesto a que no -me siento como una madre que riñe a su hija; aun así, no me detengo-. Por favor, sabes muy bien lo manipuladora que puede llegar a ser Sonia, me parece increíble que te hayas tragado con tanta facilidad su bulo.

-No lo desmintió -argumenta con el ceño fruncido y haciendo un puchero. Sabe que tengo razón y eso la molesta todavía más.

-No le dejaste hacerlo, Mia -le reprimo alzando un poco el tono de voz. En esos momentos se abre la puerta, dejando ver al chico con el que había llegado.

-¿Y Ash? -pregunta confundido.

-Se ha tenido que ir -el enfado se ha empezado a disipar, dando lugar al arrepentimiento.

Logan enarca las cejas al no entender nada de lo que está pasando. Pobre iluso, si se llega a enterar de los sentimientos de su mejor amigo y su hermana el uno por el otro probablemente le de un infarto. Pero no me permitiré que se interponga entre esos dos, mi Celestina interior está empeñada en juntarles, y no pararé hasta conseguirlo.

-Iré a buscarlo -nos informa, aun sin quitar la expresión de su rostro.

Cuando ha desaparecido por el marco, me giro hacia mi mejor amiga, interrogante. Por su mueca sé que ha decidido darle la oportunidad de explicarse al joven. Sonrío orgullosa, tengo un buen presentimiento.

NARRA LOGAN

Algo están tramando esas dos, pero suficiente tengo ya con lo de Sonia como para preocuparme por ellas. Que Ashton haya desaparecido, así como así, no puede ser señal de buen presagio. Supongo que estará en su casa, aunque decido mandarle un mensaje para comprobarlo de todos modos.

Mientras espero a que me conteste me tumbo en el sofá de la petarda, pensando. Mia parecía bastante afectada por algo y una voz interior, que me esfuerzo enormemente por ignorar, me sugiere que tiene algo que ver con mi mejor amigo. Sacudo la cabeza con fuerza, negándome a sopesar la posibilidad. Si Green tuviera algo con mi hermana me lo hubiera dicho, al igual que lo hubiera hecho ella. "De eso nada, sabiendo cómo reaccionarías, lo más probable es que lo mantuvieran en secreto" reconoce la misma voz de antes.

Frunzo el ceño, yo no reaccionaría de ninguna manera. "Sí, claro, y los unicornios existen. Castrarías a Ashton con tus propias manos y encerrarías a Mia en un convento de clausura", mi yo sarcástico me cae mal, aunque me cuesta admitir que tiene razón. ¿Será eso lo que ocurre? ¿Mi hermana y mi mejor amigo sienten algo por el otro? Si es así, mataré a Green por no habérmelo contado.

La desaparición de Mia CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora