Capítulo 3

182 18 0
                                    

Logan llega en menos de diez minutos, por lo que le abro la ventana para que pueda entrar. Si mis padres vieran a un chico subir a mi habitación, así como si nada, me armarían un escándalo. 

-¿Qué demonios ha pasado aquí? Parece como si hubieran entrado a robar -apunta mirando con desaprobación el desorden que he provocado.

Ignoro su comentario y, cuando hago el ademán de cerrar la vidriera, algo me lo impide.

-¡Auch! -exclama alguien sobándose la frente.

-¿Ashton? -pregunto al reconocerle. El aludido sonríe a modo de saludo, pero no le devuelvo el gesto, claramente confundida por su presencia. Luego otro cuerpo aparece por el marco -. Will, ¿qué hacéis aquí? -inquiero con el ceño fruncido. Un último visitante aterriza en el suelo de mi dormitorio.

-Así que esta es tu habitación -murmura Jake mientras recorre con la mirada la estancia-. Bonita cama -comenta con una sonrisa pervertida dibujada en su rostro.

Me giro hacia Logan, exigiéndole una explicación con la mirada.

-Habíamos ido juntos al entrenamiento -se limita a responder, como si eso fuera suficiente-. ¿Qué has encontrado?

Le indico con la mirada el sobre amarillo que se encuentra en mi escritorio, pero antes de que pueda alcanzarlo, se oyen pasos al final del pasillo.

-¿Brooke? -pregunta mi madre, y todos entramos en pánico-. ¿Todo bien, cielo?

-Will, al armario. Jake, bajo el escritorio. Ashton túmbate en la cama y tápate. Y tú, detrás de la puerta. ¡Ya! -ordeno en un susurro a los presentes, que reaccionan rápidamente y me obedecen. Entonces abro ligeramente la puerta, y asomo la cabeza para ver cómo mi madre está llegando hacia nosotros-. Hola, mamá -saludo con una sonrisa inocente-. Supongo que has oído ruido, ¿no? -asiente, enarcando una ceja-. Es Mia, sus padres se han vuelto a pelear y ha entrado por la ventana. Se acaba de quedar dormida.

La mujer se asoma ligeramente y yo contengo la respiración. Se queda mirando el bulto que está en mi cama y temo lo peor, pero entonces sus facciones se relajan y se aleja.

-Claro, ningún problema -dice con una sonrisa. Suspiro, aliviada-. Pobre chica, lo que debe estar sufriendo. Bueno, nosotros nos vamos a dormir ya, buenas noches, cariño.

-Buenas noches, mamá -trato de no sonar impaciente para que se vaya.

Cuando la he perdido de vista, vuelvo a meterme en mi habitación y cierro la puerta, esta vez con cerrojo. Los chicos salen de sus escondites al oír mi aviso de que todo está en orden.

-Eso ha sido realmente excitante -interviene Jake, a lo que no puedo hacer más que poner los ojos en blanco.

Logan ignora el comentario de su compañero, y vacía el contenido del sobre en mi escritorio. Cuando se da cuenta de lo que es, me mira fijamente. Ha reaccionado exactamente igual que yo. Los demás chicos lo miran confundidos, tratando de descifrar la conversación silenciosa que hay entre nosotros. Ashton se acerca hasta él y le arrebata lo que tiene entre las manos.

-¿Qué demonios es esto? -pregunta con los ojos abiertos como platos.

-Mi hermana estaba siendo vigilada -murmura en un susurro su mejor amigo.

Todos se quedan en silencio, tratando de asimilar el significado de aquellas palabras. Con ayuda de los chicos, esparcimos todas las imágenes en el suelo de mi habitación, creando un círculo a su alrededor. Como están datadas en su parte superior derecha, nos entretenemos clasificándolas por fechas. La más antigua corresponde a varios meses atrás, a eso de finales de verano. Al principio, las fotografías solo muestran a Mia por la calle, yendo de compras conmigo, o saliendo de la peluquería. También hay unas cuantas tomadas en el aparcamiento del instituto, frente a la cafetería que solemos frecuentar o en la piscina del polideportivo, donde va periódicamente a nadar durante un par de horas. Las más recientes son escalofriantes. Se centran solo en la vida de la chica dentro de su casa. Están hechas a través de cualquier ventana de la vivienda. Ella sale sentada en el sofá viendo la televisión, o en la cocina mientras se prepara algo para merendar. Hay un montón de ellas que enfocan a su habitación, la gran mayoría son de la joven desvistiéndose, aunque hay bastantes en las que sale en su escritorio, de pie buscando ropa en el armario o simplemente junto a la ventana observando. Hay una en concreto que llama mi atención. Salimos Mia y yo en su sofá con la cabeza echada ligeramente hacia atrás y una mueca de diversión en nuestros rostros. Es un primer plano de nuestras caras, lo que quiere decir que el acosador estaba bastante cerca. La imagen me gustaría si no fuera escalofriante la manera en la que se ha hecho. La sujeto entre mis dedos, y siento una lágrima resbalar por mi mejilla.

-La encontraremos -me promete Logan, que me está mirando fijamente. Luego se acerca a mí y me limpia la gotita salada con su pulgar.

Asiento, agradeciéndole con la mirada sus palabras. Cuando hemos terminado de ordenarlas todas, me siento en mi cama pegando mi espalda a la pared, junto a Jake, que pasa un brazo sobre mis hombros, aunque no hace ningún comentario. Se lo agradezco, no estoy de humor para soportar sus estúpidas insinuaciones. Will se ha colocado en la silla que tengo delante del escritorio, Ashton parece estar cómodo en el suelo, bajo la ventana, que queda justo al lado del cama, por lo que le tengo a mi izquierda. Enfrente de mí está Logan, también sobre la tarima, y me observa fijamente. Incómoda aparto la mirada y me remuevo en mi sitio.

-¿Tenéis alguna idea de quién puede ser? -pregunta Will dirigiendo la vista hacia cada uno de nosotros.

-No -responde secamente el líder del grupo-. ¿Brooke?

Me sorprende que no me llame "petarda", supongo que no es el momento indicado para eso.

-Tampoco -niego ligeramente con la cabeza-. Mia rompió unos cuantos corazones -explico-, pero ninguno tiene las suficientes agallas como para hacer esto.

-Necesitaríamos saber esos nombres -interviene Ashton. La dureza de sus palabras me sorprende, parece casi más molesto que Logan. El recién nombrado asiente.

-No estaréis pensando en poneros en plan mafiosos, ¿verdad? -inquiero temerosa, no creyéndoles capaces de hacer algo así. Al no obtener respuesta, mis sospechas se confirman-. Oh, venga, chicos, es una estupidez -exclamo en un susurro, no quiero despertar a mis padres y que me encuentren en mi habitación, de noche con cuatro chicos a oscuras-. ¿Quién os creéis que sois? ¿Al Capone? -no contestan, simplemente se encogen de hombros-. Hay que avisar a alguien. Bueno, ya lo discutiremos mañana.

-¿Por qué no ahora? -quiere saber Jake, quien sigue con su brazo a mi alrededor.

-Porque son las -miro la pantalla de mi móvil- dos de la madrugada. Y me gustaría dormir un poco, ha sido un día muy largo.

Parecen estar de acuerdo con mi propuesta. Ashton y Will son los primeros en salir por la ventana, justo después les sigue Logan, pero se detiene al escuchar a su amigo preguntarme:

-¿Quieres que me quede contigo esta noche? -al ver mi expresión procede a explicarse rápidamente-. No es lo que crees, solo quiero hacerte compañía.

-Oh, bueno, yo -no sé exactamente qué decir, su propuesta me ha dejado sin habla-. No hace falta, yo... em, no quiero molestar, no...

-No me importa -me interrumpe acariciándome la mejilla con el dorso de su mano. No respondo, no puedo hacerlo. Las palabras se han atorado en mi garganta, negándose a salir. No sé cómo he podido llegar a esta situación y más con Jake. ¡Pero si es el chico más mujeriego del planeta tierra!

-Parker -me había olvidado por completo que Logan sigue ahí-. Déjala descansar.

El aludido le mira frunciendo ligeramente el ceño, pero no le replica. Asiente ligeramente en su dirección, a modo de despedida, y desaparece por la ventana. Mi vecino me observa atentamente, sin mediar palabra. Poco a poco, salgo del trance en el que estaba sumida debido a la inesperada proposición del joven. Abro la boca para decir algo, pero aún no me ha vuelto la voz. Vuelvo la vista hacia las fotografías, simplemente para no mirarle a él, y entonces veo un papel que se deja entrever. Lo cojo frunciendo el ceño, sin saber demasiado bien qué es. Cuando lo descubro me quedo petrificada. El chico inquiere de qué se trata, pero solo le respondo una palabra: "carta". Lo que tengo entre las manos es una carta de Mia Collins.

"Querida Brooke,

Siento mucho haberme ido así, sin avisar, pero necesitaba hacerlo. No podía aguantar más. No te preocupes por mí, ahora estoy bien, pero no puedo volver hasta que sienta que es seguro. Por favor, no llames a la policía, no es una buena idea. Si lo haces, él me encontrará, me pondrás en peligro, por favor, Brooke, te lo suplico, no llames a la policía. Rebusca bien en las fotos, encontrarás algo.

Lo siento otra vez. Te quiero, M."

La desaparición de Mia CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora