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Steve

-Si lo tengo puesto Justo en estos momentos.

-No lo puedo imaginar.

-Bueno imagina solamente que es algo ridículamente rojo, en ti se vería adorable.

-Yo creo que basta con que lo tengas tú.

-Bueno es solo que no puedo evitar, siempre me ha encantado estas fechas.

-Entonces supongo que también podría usar uno.

-Solo bromeó pero si te dejase solo estos días te puedo asegurar que alguien se hubiera encargado de poner un suéter con algún reno en ti.

-Charlie insistió varios días, pero los únicos suéteres que uso son los tuyos así que...

-Sabes que me han preguntado un par de veces por ti.

-Por mi?

-No espera no es nada malo. Bueno no es mentira que mi novio es muy guapo, apuesto e ilumina cualquier lugar con su presencia.

-Vaya...

-Quién pregunta por ti es bueno clientes de mucho tiempo, les ha llamado la atención el chico que siempre tiene una sonrisa en su rostro, que está sentado leyendo en uno de los sillones de la cafetería, pero sobre todo es la persona que más amo en el planeta.

-Les dices que tu y yo...

-Porque iba yo a ocultar eso? Claro que digo que el chico que está en la orilla con una taza de chocolate, leyendo es mi muy apuesto novio.

-Steve...

-Creo que por un tiempo Charlie y Nat notaron que algunas personas no entendían el por qué. Pero créeme que son demasiados, muchos otros los que nos desean lo mejor.

-Eso es algo que no asimilo del todo.

-Por suerte hoy es un día despejado, no es que el sol ayude mucho. Ya tengo todo listo.

-La nieve debe cubrir todo no es así?

-Todo es completamente blanco.

-Bueno al menos estaremos protegidos del frío.

Era la mañana antes de navidad, desperté y lo primero que noté eran los brazos de bucky rodear mi cuerpo. Si cabello quedaba a la altura de mi barbilla causándome cosquillas, era tan suave y me hipnotizaba que bueno, oliera a Buck.

Su cabeza estaba tan cerca de mi pecho, me sentía tan tranquilo, bese su cabeza y puse mi mano sobre ella acariciandolo apenas y un roce de mis dedos.

Recuerdo los días en cuando aún vivía con mi familia, como en ocasiones se volvía todo un evento celebrar la navidad, lleno de gente que no conocía, socios de la empresa, fiestas tan grandes que ahora que lo veo parece más una escena de alguna película que la vida a la que tanto tiempo estuve acostumbrado.

Y a pesar de ellos, hay momentos buenos, llenos de gozo y felicidad. Como la mañana del día siguiente en que todos se iban y solo quedaban mis padres y mis hermanos.

Días en los que pasaba la navidad al lado de mis amigos, de Peggy. Días de nieve y frío que eran reconfortantes por las personas que estaban a nuestro lado, en las buenas y en las manos.

Y pienso en cómo Bucky no tuvo nada de eso nunca. Si bien recuerda que es todo esto cuando era niño, no pregunte. Por miedo a saber por completo la verdad, el panorama de cómo vivió aislado estas fechas.

Mientras escucho un leve rastro de tristeza al pensar en el frío que trae consigo el invierno, me prometo, me comprometo a que esté, como el resto de los días de la semana, sea para el la oportunidad de crear nuevos recuerdos. De poder experimentar de una manera mágica esta noche.

Sin miedo (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora