Que malestar llevo en el cuerpo y en lugares que nunca pensé que me dolerían ¿por qué?, no tengo la menor idea, intento estirarme pero me quedo quieta porque noto un brazo alrededor de mi cintura, abro poco a poco mis ojos y levanto las sabanas, me doy cuenta que estoy completamente desnuda, si, como Dios me trajo al mundo. ¿qué ha pasado?. Me quito el brazo que me rodea con brusquedad y me siento.
–que pasa………– escucho la voz de Stand, cojo las sabanas para cubrirme y me pongo de pie para mirarlo, no se lo que esta pasando en estos momentos. ¿qué demonios ha pasado?-
–¿me puedes decir que ha pasado aquí?– digo, el se da la vuelta para verme con una gran sonrisa, mientras pone sus manos detrás de su cabeza.
–no sabia que eras tan buena en la cama– dijo, sentí un sudor frio por toda mi columna, ¿acaba de decir lo que acabo de escuchar?– para ser virgen– sonrió mas– ya no lo eres
–¿qué quieres decir?– dije
–que ayer hicimos el amor pequeña– dijo aun con esa estúpida sonrisa en su rostro.
–eso es mentira- dije, pero podría ser cierto ya que me duele en lugares que nunca me han dolido, ya me entendéis.
–claro que lo fue– dijo, dio unas palmaditas en el colchón– ven aquí para repetirlo……– dijo mientras me guiñaba un ojo– creo que voy a dejar a Mía para estar contigo de verdad– dijo como si no hubiera pasado nada la noche anterior– ¿vienes?– dijo
–no– respondí, no sabia que hacer– necesito marcharme– empecé a buscar mis cosas– ¡donde esta el maldito sujetador!– dije
–aquí– escuche a Stand y en una de sus manos lo tenia, me acerque y se lo quite de un tirón, me encerré en el aseo y me cambie lo mas deprisa que pude y evitando que no salga ninguna lagrima. Al verme lista y respirar muchas veces salí de su habitación sin despedirme.
–soy una golfa, soy una golfa– me repetía porque era verdad, me siento tan sucia, tan asquerosa, tan TODO, necesito una ducha y no quiero ir a la residencia, no quiero que nadie me vea.
Momento que recordé que era sábado y los vestuarios de la piscina saben estar vacíos, me metí y no quise ni quitarme la ropa, necesitaba limpiarme, me he acostado con Stand y ni siquiera lo recuerdo, he entregado mi virginidad a alguien sin siquiera saberlo, no pensaba que de esta forma iba a perder mi virginidad, yo quería perderla de otra forma……pero……pero ahora……
– ¡ME ODIO!– grite y sentía como mis lagrimas salían, no las podía detener– me doy asco ……– empecé a frotar mi piel. No podía parar de sollozar y sentirme muy asquerosa, me han arrebatado la virginidad y justo la persona que no la quiero, ahora le odio mas que nunca, maldito, ¡maldito seas!.
–¿hay alguien?– escuche que alguien decía, no le escuchaba muy bien por el ruido del agua que salía de la ducha, intente calmarme para que no me escuchase pero no podía parar mi llanto– ¿Agnes?– escuche mi nombre
–¡lárgate!– grite
–¿qué te pasa?- escuche y pude reconocer la voz, provocando que llorara mas y mis piernas flaquearan haciendo que me arrodillara– Ash te esta buscando………
–vete por favor……– logre decir– ¡ahora no estoy con ganas de soportar tus idioteces!– grite – diles que estoy bien………por favor, tan……tan……tan solo necesito tranquilizarme un poco y me voy de aquí para no molestarte- logre decir
–no estas bien- dijo
–tranquilo, y……a……ya se ……se..….me pasara– dije, intentando controlar mi llanto pero no lo podía hacer– vete por favor, tan solo necesito cinco minutos para tranquilizarme.