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Que sueño tengo..., ¿quién se atrevió a dejar las cortinas abiertas?, ¡no quiero despertarme!. Me acurruco para seguir durmiendo y siento que alguien respira en mi nuca. ¿Espera?, lo ultimo que recuerdo, fue estar viendo una película en casa de Nina. Abro mis ojos de golpe y estoy abrazada a ¡EL!, he dormido abrazada a ¡EL! y ese fuerte dolor en la boca de mi estomago vuelve aparecer. Esteban se vuelve acomodar y siento ahora su nariz en mi cuello..., simplemente no me muevo y disfruto de este momento, no lo niego, no me molesta estar así con el. Se siente bien estando así...
–¿Mimi?– escucho a Esteban– ¿estas despiertas?- pregunta con su voz ronca.
–aja- logro hablar.
–hueles bien– dice, mientras siento su nariz rozar en mi cuello- realmente bien...– y lo que siguió hizo que activara mis hormonas, sentí sus labios en mi cuello y no pude reprimirme así que me separe y me abalance a sus labios, fue el momento que no me importo lo que haya a nuestro alrededor, simplemente quería sentir sus labios y me di cuenta que desde que lo vi aquella vez quería saber que se sentía besarlo. Esa sensación fue única, no había sentido ese sentimiento en mi vida cuando sentí sus labios, pero la sensación desapareció del mismo momento que apareció porque Esteban se separo. Nos miramos y no decimos nada, cuando intento separarme el coge mi mano y con la otra acaricia mi rostro..., no se que pensar... y cuando intento hacerlo sus labios se vuelven a posar en los míos de una manera feroz. No lo detengo, le sigo en el beso, pasa de ser feroz a suave y me da un beso corto, posa su frente con la mía– lo siento...– sale de sus labios y escucharlo me dolió y mucho..., ¿por qué?, solo quería sentir sus labios y ya...
–perdóname tu, fui muy tonta– me separo completamente.
–pero...– Esteban quería hablar.
–déjalo, aquí no ha pasado nada– le miro e intento sonreír, pero estoy mas que segura que me ha salido una mueca. Me pongo de pie y miro a mi alrededor, las chicas siguen durmiendo y miro la hora, son las seis de la mañana y creo que es la hora para salir de este momento incomodo– ¿puedes decirles que me he marchado y que luego las llamo?– no le dejo ni que responda y me marcho. Salgo de casa de Nina y creo que empiezo a darme cuenta de lo que acaba de pasar, ¡he besado a Esteban!, ¡Esteban tiene novia! Y yo..., yo no se lo que tengo con Erik pero tengo algo. Lo trágico de todo esto es que me gustó que me besara y si aparece para besarme de nuevo estoy seguro que no me negaría, ¡QUE ME ESTA PASANDO!.
Llego a casa y rápidamente voy a mi habitación, me hago una coleta me pongo ropa deportiva y salgo a correr, necesito despejarme de todo lo que acaba de pasar.
Corrí hasta cansarme y deje de sentir las piernas por el esfuerzo máximo que he hecho. Al regresar a casa, no pude llegar ni a la entrada solo llegue al comienzo del césped del patio delantero y me tumbe, mientras consigo estabilizar mi respiración.
–algo te ocurre a ti– escucho a mi padre decir, pero no como pregunta sino como una afirmación..
–no, estoy muy bien– respondo y aparece mi madre a su lado.
–estoy con tu padre- responde. Pongo los ojos en blanco.
–no me pasa nada, solo quería correr y ya– digo.
–no te creemos– habla mi padre
–que estoy perfecta– miro al cielo- tan solo quería contemplar las hermosas nubes...
–¿por eso sudas tanto?– escucho a mi madre.
–claro..., nunca se puede entender el clima de San Diego– les miro– ¿a dónde vais?– les pregunto para que así paren con este interrogatorio.