–¡Camile!– vuelve a gritar hasta aparece en mi campo de visión, solo levanto mi mano, viene corriendo– ¡Camile!, ¿estas bien?– me pregunta, mientras empieza a ver si tengo alguna herida.
–estoy bien Esteban, solo fue una caída– digo y se pone de pie.
–¡imbécil!– grita mirando a Tom y apunto de golpearlo, pero Max se pone en medio– ¡podría haber sido peor!- le grita.
–¡Esteban para!– intento ponerme de pie– ¡estoy bien y yo tuve la culpa!– Esteban se acerca a mi, pone su brazo en mi cintura.
–nos vamos al hospital– dice serio y cortante, cuando quiero decir algo– te llevare y punto, Max lleva la moto de Camile a tu casa y luego paso a por ella– Max solo asiente y Esteban empieza a llevarme sin decir nada– si te llevo en brazos será mas rápido– dice.
–no– respondo rápidamente– me duele el muslo.
–Camile...– dice y sigue caminando sin decir nada mas. Llegamos a su coche, abre la puerta y me sienta con cuidado. Tardamos unos minutos para llegar al hospital, me ayuda a salir y me lleva a urgencias, comenta lo ocurrido y me atienden, me hacen radiografías al cabo de un par de horas. Aparece el medico y Esteban con el.
–bueno, no tienes ninguna fractura y lo único que tienes son rasguños y puede que te aparezca un gran hematoma en tu muslo derecho por que el golpe mas fuerte fue en ese sector, si me disculpa tengo que marcharme a atender a otros pacientes.
–muchas gracias– digo.
–gracias– responde Esteban, vemos como se marcha el medico– vamos- dice. Me ayuda a ponerme de pie y no me suelta, no quiero decirle que puedo caminar sola porque no me creerá. Llegamos al coche y hace el mismo procedimiento de antes y aun hay silencio. Después del gran recorrido para llegar al apartamento de Esteban, sigue en silencio. Entramos al apartamento, me deja en el sofá.
–¿no me vas hablar?– pregunto, estoy cansada de que no me hable.
–¡estoy cabreado!– levanta la voz– ¡eres tan irresponsable con tu vida!, ¡podría haber sido algo peor!.
–no fue nada grave y me caí de la moto porque un clavo pincho mi rueda, pero estoy bien, solo fueron unos rasguños y pronto un gran moretón en mi pierna– intento sonreír para que no siga enfadado.
–Camile– se acerca y se pone a mi lado- me preocupe mucho por ti– acaricia mi rostro lentamente– no vuelvas hacerme esto– pone su mano en mi nuca y me lleva hacia el– aunque no me creas te amo con locura Camile– siento sus labios sobre los míos y un escalofrío por toda mi columna, le sigo en el beso, sentía desesperación en este beso.
–extrañaba tus besos– digo aun escasos milímetros de sus labios– yo también te amo– le vuelvo a besar. Entrelazo mis manos en su cabello para tenerlo mas cerca y me pego mas a su cuerpo, cuando nos estamos quedando sin oxigeno nos separamos y me escondo en su cuello– lo siento mucho, nunca me he caído de la moto y perdona por preocuparte– me abraza y me siento segura en sus brazos.
–yo lo siento por mi ataque de celos de la otra vez y no es ninguna tontería lo de esforzarme en ganarme tu corazón por segunda vez, lo siento de verdad- me separo para mirarlo, acaricio su rostro de una manera muy lenta para así trazar cada facción de su cara.
–tengo que admitir que me encanta verte celoso, se te ve tan...
–¿sexy?– dice con una sonrisa.
–ahora no pienso decírtelo– y le robo un beso. Intento ponerme de pie– necesito una ducha para quitarme el polvo y necesito lavar mi ropa, voy a irme a la ducha, así que no quiero que te acerques a tu habitación– digo ya puesta de pie por fin. Levanta una de sus cejas– ¿qué?.