Que nunca gane el miedo

Parte I

Narra Alba:

Después de todo lo pasado con selectividad y sabiendo que el año que viene todos tomaremos caminos diferentes, creo que reunirnos todos en una casa rural es justo lo que necesitábamos.

Somos un grupo muy diferente, nadie creía que todos saliéramos juntos, sin embargo, la vida nos puso en el camino y eso debe de significar algo ¿no? Siempre he pensado que las cosas pasan por algo, ese algo quizás nos pase desapercibido, pero hay un orden natural que tiende a poner las cosas en su lugar. Lo sé, me estoy pasando de intensa, supongo que pensar que este es el final de un ciclo en cierta manera me pone así.

Somos un grupo variopinto, Joan, Julia, Sabela y yo compartimos la serenidad, la armonía, Famous, Dave y Noelia son pura efervescencia, incontrolables, pero quien quiere controlar a la felicidad en estado puro.

Nos conocimos todos porque íbamos al mismo colegio, pero cada uno aporto una cosa diferente al otro, sin duda somos un grupo muy sensible al arte, quizás eso ha hecho que nuestros vínculos sean siempre más fuertes.

Y aquí estamos, comprobando la pericia recién adquirida por Julia y Joan en eso de conducir, viajando desde Alicante hasta la Sierra de Madrid para pasar una semana en una casa rural.

El ambiente es divertido, pero también es algo melancólico, acabamos de terminar selectividad, independientemente de las notas, que aun no las sabemos esta claro que nuestras vidas van a cambiar. A veces, te das cuenta de que estas quemando una etapa tan rápido, que quisieras detener el momento. Hacer una foto de ese instante y poder volver a el siempre que quieras.

En esas cosas andaba pensando cuando Sabela poso sus manos en mi pierna.

- Alba cariño, que ya estamos llegando. Últimamente estás en tu mundo más que nunca ¿está todo bien?

Era cierto que a veces solía despegar los pies del suelo y dejar a mi mente volar, pero eso me estaba pasando más a menudo debido a todos los cambios de vida. Sabela era esa persona que sabía leer a mi yo más interno, era observadora y cariñosa. Como una hermana mayor, siempre dispuesta a ayudar a escuchar. Es la persona que mejor consejos me ha dado en mi vida.

- Claro que estoy bien, solo estaba pensando en todo un poco, en los cambios que vamos a tener a partir de ahora....Ya sabes...

- Claro que se pequeña, esa es la razón de ser de esta semana. No pienses en nada, porque si no disfrutas de este momento, se que te vas arrepentir.

Beso mi mejilla y no pude evitar sonreír, era justo lo que necesitaba escuchar.

- Joan, sube la música que detrás tienes al personal muy dormido. Gritaba Noelia mientras sacudía todo su cuerpo como si hubiera recibido una descarga eléctrica.

Se volvió hacia nosotras poseída por una canción y nos gritó.

- Vamos pavas!!! Que esta semana va a ser épica.

Noelia quizás o era de esas personas con las podías mantener conversaciones profundas sobre el devenir del universo, pero sin duda trasmitía una energía positiva inagotable, estar a su lado era señal segura de que ibas a pasar un buen rato. Era como un conejito de duracell, y no lo digo solo por su tamaño.

Joan miro por el retrovisor y me sonrió.

- Creo que ahora mismo soy el chaval más afortunado de esta autovía, voy en un coche lleno de chicas guapas y buenas personas.

Por cierto, Alba ese corte de pelo te queda genial. Si no fuera porque tengo novia....

Todas reímos en el coche, Joan era guapo, simpático, sensible. Todas las chicas del instituto iban detrás de él. Siempre pensaron que él y yo acabaríamos juntos. Porque somos de esos amigos que nos gusta lanzarnos piropos y abrazarnos, pero nada más lejos de la realidad. Como amigos podíamos ser los mejores, pero como pareja éramos tan parecidos que hubiéramos acabado aburridos el uno de otro.