Parte XL

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Narra Natalia:

Las siguientes semanas pasaron volando, estaba empezando a grabar algunas cosas que ya tenía, estaba hasta arriba de trabajo, pero Alba y yo parecía que encontrábamos un inestable equilibrio entre el trabajo y vernos.

Habíamos quedado pocas veces a solas, algún café rápido. Habíamos coincidido más en comidas y cenas con las chicas que entre nosotras. Pero siempre encontrábamos un momento, a veces, era solo un mensaje, o una llamada a deshoras, pero a mí, me alegra la vida. También empecé a enseñar a la enana a tocar el ukelele, aunque era pequeña era muy tozuda e inteligente como su madre. Al igual que me paso cuando conocí a Alba, con esa niña tuve un flechazo, era risueña y llena de energía, tenía un puntito macarra, seguramente por la influencia de María, pero era un pequeño ser de luz.

Por otro lado, después de la conversación que tuvimos Alba y yo sobre empezar de nuevo, hable con Maca, le deje clara cuales eran mis intenciones y por supuesto, no le hable en absoluto de Alba. A ella no le sentó demasiado bien que fuera tan rotunda, supongo que en parte fue culpa mía porque no me importo en ciertas ocasiones seguirle el tonteo. Aún así resulto ser más fácil de lo que esperaba, incluso me insto a próximas colaboraciones.

También había comenzado con algunas promociones, aunque era lo que menos me gustaba en el mundo, pero María tenía razón en que sin promoción no había vida. Siempre había estado con grandes discográficas y este disco lo estábamos produciendo de otra forma, tomándonos más tiempo y haciendo un producto que quizás podía resultar menos comercial, pero sin duda sería de mucha mejor calidad. Fue un capricho que mi discográfica acepto, ya que le había proporcionado grandes beneficios. Pero también decidió invertir lo mínimo posible, por lo que las promociones, sobre todo si eran gratis, nos venían genial.

Había quedado con María para cerrar algunas cosas, cuando Sabela la llamó para comer. Entonces yo recibí un mensaje de Alba al que contesté inmediatamente como ya era habitual.

- Voy a comer a casa de Sabela hoy, ¿te vienes?

- ¿Es una cita? ¿Quieres que vaya en plan acompañante?

- Eres una idiota, no, no es una cita, es una comida entre amigas.

- Comida entre amigas, si lo hubieras leído con mi tono, no lo escribes.

- Natalia, si quieres que esto funcione tienes que dejar de pasar tanto tiempo con María. Nos vemos a las 14:30 allí ¿vale?

- Vamos que das por hecho que voy a ir.

Solo me envió un icono con un beso, claro que iba a ir, cuando no estaba en cosas del trabajo siempre estaba pensando en buscar huecos para verla a ella y a la pequeña.

- María, nada, que hoy como en tu casa, parece ser.

- Uy chica, ¿y eso? Últimamente Alba y tu os andáis con muchos secretitos.

- María eres super mala mintiendo, supongo que Alba ya ha hablado con vosotras.

- Me has pillado, pero ya sabes, no me dejan ser agente doble.

- Parece que por ahora no nos hace falta.

- Pues venga, vámonos, porque si hemos quedado a las 14:30 y no estamos allí a las 14:15 Sabela no nos deja comer.

- ¿De verdad?

- No te haces una idea....

Ambas reímos, era verdad que Sabela tenía un carácter muy fuerte, pero es que María era super despistada y perdía el tiempo continuamente. Joder, si ellas que aparentemente no tenían nada en común lo había conseguido, ¿porque Alba y yo no íbamos a poder?

Que nunca gane el miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora