Parte IX

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Narra Natalia:

Madrid era una ciudad llena de contrastes, creo que eso fue una de las cosas que más me gusto cuanto llegue. Podías estar andando por una calle abarrotada de personas y al torcer la esquina el silencio te invadía tanto, que podías escucharte pensar.

Siempre me ha costado mucho ese dialogo entre mi cabeza y mi corazón, supongo que por eso me gusta tanto la música, creo que es el único instrumento que tengo para mantener cabeza y corazón conectados.

No se porque, pero hoy sentía Madrid especialmente fría. Quedamos en un parque al que me solía ir, pero no demasiado. No me gusta asociar ni buenos ni malos momentos a lugares, pero a veces la asociación es inevitable, así que había ciertos sitios que me reservaba solo para mí.

Odiaba a la gente que no era puntual, allí estaba yo plantada abrazada a mi abrigo, con un gorro naranja y esperando que llegará. Mientras tanto, mi móvil reproducía música aleatoria que no era lo suficientemente buena como para mantenerme distraída.

De repente sentí como alguien me tapaba los ojos, deseé con fuerza que fuera la persona que esperaba porque si no era, a quien hubiera tenido la idea de tocarme le iba a faltar Madrid para correr.

- ¡Hola! Dejo un suave beso en mi mejilla, cerca de la comisura de mis labios.

- Hola.

Me detuve, de repente se agolpaban en mi un montón de pensamientos y decenas de imágenes bombardeaban mi mente.

- ¿No me vas a decir que hacemos aquí?

Intento coger mi mano, pero yo las retire con cautela, prefería mantener la distancia de seguridad.

- Venga Natalia, quedas conmigo en un parque alejado de todo y ahora te quedas callada. Di lo que tengas que decir porque yo también tengo algo que decirte.

Entonces me di cuenta, había esperado demasiado para ser sincera, tanto que hasta yo estaba confundida. Aun así, decidí hablar.

- Mikel...¿Nosotros que somos?

- ¿A qué te refieres con que somos? Pues somos Natalia y Mikel en un parque a tomar viento de todo.

Por mi gesto, entendió que no era el momento de hacer bromas.

- Natalia esto es fácil, somos lo que tu quieras que seamos, siempre ha sido así.

- No es tan fácil, ¿y si yo no sé lo que quiero que seamos?

- Pues entonces podemos seguir como hasta ahora, dejándolo fluir, no se cuando estamos juntos estamos bien, ¿porque esa repentina preocupación?

- No lo sé, creo que necesito definir esto porque ahora mismo mi cabeza es un autentico caos.

- ¿Hay otra persona?

Su pregunta me sorprendió, sinceramente nunca habría dicho que Mikel era observador. Se me planteaban dos dudas, por lo tanto, o el de repente se había vuelto muy observador o yo estaba siendo demasiado obvia. Ninguna de las dos dudas me servía para resolver esto.

- Si, no... bueno realmente no lo sé.

- Vaya, veo que es cierto que tienes un lio considerable.

- Es que contigo estoy bien, es fácil, pero el miedo a cometer los mismos errores que antes me echa para atrás.

Juntos sus manos con las mías.

- Mira Natalia, se que te he hecho daño, y que en ocasiones no he estado a la altura. Pero creo que te estoy intentando demostrar que eso es pasado.

Que nunca gane el miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora