Parte XI

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Narra Natalia:

El día había resultado ser un autentico desastre, encima, la otra noche en un arranque de sinceridad le escribí a Alba, pero ella no me había contestado.

María me dijo que quedarían sobre las 11 en el pub de siempre, pero yo salía de trabajar a las 11:30 así que llegaría un poco mas tarde.

El turno fue un desastre, estaba distraída y nerviosa. María me mando algunas fotos y Alba iba guapísima. Eso me puso aun más nerviosa, parecía una adolescente y en realidad ni si quiera sabía lo que había entre nosotras, si es que había algo más.

Sabía que le debía una disculpa y una explicación.

Justo cuando estaba saliendo dirección al pub, recibí una llamada de los padres de Mikel, me sorprendió que me llamaran a esa hora y aunque en otras circunstancias no se lo hubiera cogido, decidí hacerlo.

Me contaron que llevaban desde ayer intentado hablar con el y que no lo habían conseguido, que ya habían estado llamando a sus compañeros de pisos y que nadie sabía nada de él. La verdad es que me preocupe un poco, así que decidí llamarlo, era improbable que me lo cogiera a mi precisamente, ya que había estado ignorando todas sus llamadas, pero lo intente.

Viendo que no lo cogía, salí dirección a su piso, había una fiesta organizada, había estado por allí a media tarde, pero nadie lo había visto más. El teléfono lo cogía porque se lo había dejado en su habitación. Un compañero de piso me comento que habían pensado ir a una fiesta un tanto rara que se celebraba a las afueras de Madrid, mire el reloj, era ya media noche.

Salí dirección a esa fiesta y la verdad es que la gente iba muy pasada, le pregunte a unos cuantos pero iban demasiado ciegos, cuando ya estaba por irme una chica que me había escuchado preguntar por el me dijo el lugar donde lo había visto.

Cuando llegue hasta el estaba como ido, no sabía que había tomado, les exigí explicaciones a todos los que había por allí y amenace con llamar a la policía, justo cuando estaba rodeada de colgados y me veía en la peor de las situaciones apareció un coche pitando todos se apartaron, y del coche salió María, diciendo que la policía estaba en camino y que más les valía irse.

Entonces recordé que siempre que salgo tarde del trabajo, le mando a María la ubicación desde mi móvil por si algún día pasaba algo. Y menos mal.

Intente levantar a Mikel pero no podía sola, entonces bajo del asiento del copitolo Alba, eso si que no me lo esperaba, de todos los escenarios posibles ese para mí era inimaginable.

No me dijo nada, se limito a ayudarme a subir a Mikel en el coche. María que ya estaba subida en la parte de atrás tiro de el hacía dentro. Iba a saludar a Alba cuando María grito desde dentro.

- Ostias subid ya, que cuando se enteren que ni hay policía ni hay nadie a mi amiga le destrozan el coche y a nosotras la cara.

Subí detrás, Alba dio la vuelta y subió delante cuando ya estábamos todas, vi como la persona que pilotaba puso su mano en el muslo de Alba mientras la preguntaba si todo estaba bien. Solo vi su cara de refilón, pero me pareció que era alguien que no conocía.

Llegamos al hospital volando, para que ellas no tuvieran que dar muchas explicaciones esperaron fuera, cuando lo indique a María que podía entrar, llego sola.

- Me puedes explicar que ha pasado y en que coño andas metida. Joder Natalia nos has dado un susto de muerte.

- No, María de verdad que no tengo nada que ver con esto.

Que nunca gane el miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora