Narra Alba.
Me desperté en cuanto no sentí el calor de Natalia. Supuse que había salido al balcón a fumar y salí. Pero no estaba.
Fui a la habitación a coger mi móvil para llamarla, pero vi en la isla de la cocina un papel.
Reconocí a instante la letra de Natalia, tenía una letra preciosa.
Nadie desaparece en medio de la noche y deja una nota. Eso no es bueno.
Leí la carta unas cuantas veces y rompí a llorar. Fui a la habitación y aunque mi primer impulso fue llamarla a ella. Llame a Sabela.
A penas tardo 10 minutos en llegar y me encontró llorando hecha un ovillo en el sofá.
- Alba cariño, ¿qué pasa? ¿Y Natalia?
No podía hablar, no podía dejar de llorar. Le enseñe la carta a Sabela, que se detuvo un poco y la leyó con detenimiento.
- ¿Qué significa esto?
Sabela me miraba interrogante como si yo tuviera la respuesta.
- ¿No lo ves? Parece que no soy la suficiente para ella y la vida que quiere.
Dije sin poder parar de llorar.
- Cariño, sé que ahora estas enfadada y triste. Pero creo que esta carta dice lo contrario. Creo que Natalia piensa que no es lo suficiente para ti, que no es la persona que te mereces a su lado.
Me abrazo y seguí llorando.
- Joder Sabela, me ha destrozado la vida. La vida que tenía planeada para las dos.
- Ya lo sé pequeña, no te preocupes, yo no me voy a separar de ti.
Para que mi llanto se disipara necesite unos cuantos días, sin embargo, con la tristeza era diferente. Mirará donde mirará todo era ella. Mientras Sabela y Ana no se separaban de mí, María se mantenía un poco al margen. Creo que después de mí, ella era la persona que más enfadada estaba con Natalia.
Pase por todas las etapas que se supone que debía pasar, estuve enfadada, triste, tuve ira, intente por todos mis medios contactar con ella, me volví a deprimir...Los meses pasaron y yo sentía que mi vida era como una película. Una película increíblemente triste. No me sentí sola ni por un segundo, pero si me sentí abandonada. La odie y me odie a mí misma por no darme cuenta de lo que pasaba. Cuando Natalia y yo nos estamos conociendo creo que a lo que más miedo tenía era a esto. A perderla totalmente. Ella se había convertido en mi confidente, en la llave de mis secretos, nadie en mi vida me había sabido entender como ella. Y todo eso había desaparecido se había esfumado.
Con el tiempo entendí también que quizás mi trabajo y mis ganas de vivir deprisa todo, habían llevado al traste parte de sus ilusiones. Pero joder, me miro a los ojos, me dijo que me quería, me abrazo y se fue.
Me mude con Sabela, todo me recordaba a ella, el bar al que solíamos ir, cada esquina de esa casa que había sido tan nuestra y ahora ya no era de nadie, nadie con alma habitaba allí. María se encargó de recoger todas las cosas de Natalia, creo que era la única que sabía dónde estaba, reconozco que al principio me sentí molesta, pero después entendí, gracias a Sabela que María estaba en una situación complicada, al fin y al cabo, por mucho que Natalia no hubiera hecho mal, era su amiga.
Ana fue un gran apoyo para mí, estuvo en todo momento, me contó lo que había pasado en la exposición y aunque reconozco que al principio me enfade mucho con ella, en el fondo no era razón suficiente para que Natalia mandara toda nuestra historia a la mierda.
ESTÁS LEYENDO
Que nunca gane el miedo
FanficA veces pasan trenes por tu vida, los dejas marchar, y nunca vuelven. Otras veces, sin embargo, el pasado vuelve a sacudirte y colocar todo en su sitio. Somos un conjunto, un universo propio compuesto de las decisiones que tomamos, las personas...