Que nunca gane el miedo

Parte VII

Narra Natalia:

No había podido dormir en toda la noche, es curioso como las personas se cuelan en tu vida sin pedir permiso y de repente se me hace tan injusta esta despedida.

Estaba fumando en el balcón cuando María entro en la habitación.

- Natalia, ¿estás bien?

Me detuve a mirar el reloj eran las 6 de la mañana.

- La que no tiene que estar muy bien eres tu María, creo que nunca te había visto despierta a esta hora.

- Es que África habla por las noches ¿sabes? Menudo coñazo de tía.

Se acercó hasta donde estaba y miro el cenicero.

- ¿Has dormido algo?

Negue con la cabeza.

- Ya sabes estoy nerviosa, el viaje y eso....

- Cariño, hemos hecho cientos de viajes juntas y nunca te he visto nerviosa.

- Supongo que este es diferente.

- ¿Por Alba?

Y esa era justa la pregunta a la que no quería contestar.

- No lo se....

- Sí, si que lo sabes. Porque lo estas gritando con la mirada.

- Mari estas demasiado intensa para ser tan temprano.

- No me desvíes el tema.

- No lo desvió es solo que no se muy que pasa.

- Pasa que te has encoñado un poco, y no pasa nada.

No podía negar lo evidente, no delante de ella. Me apoye en su hombro.

- ¿Sabes que ni si quiera nos hemos besado?

- Ostras pues no será porque Sabela y yo no os hemos ayudado.

Ahora me daba cuenta de algunas situaciones, que capullas. Puse cara de ofendida.

- No te me hagas la ofendida porque es que estabais las dos super paradas y que quieres que te diga, nunca en todos estos años que nos hemos conocido te he visto mirar a nadie como la miras a ella.

- Mari, se van hoy. Y yo que lo que va a pasar.

- Eso es la vida, nadie sabe lo que va a pasar, pero aun así ¿te vas a quedar a verla pasar?

Me mantuve en silencio. No sabía lo que era Alba para mí, a penas nos conocíamos y era cierto que teníamos una conexión impresionante, es que como de repente ella vino a recordarme que la vida es un segundo.

- Además yo también me voy a separar de Sabela y no estoy dramando. Es más, Sabela seguramente se venga a estudiar a Madrid, así que igual ves a Alba más de lo que piensas ahora.

- ¿Sabela va a estudiar a Madrid?

- Si, además Alba también tenía intención, se va a quedar el verano trabajando para ver si ahorra y se puede pagar un piso y la escuela de artes.

- Habíamos hablado de que iba a estar todo el verano trabajando, pero no sabía la otra parte.

- A ver, igual la chiquita no quería quedar como una acosadora en potencia.

- ¿Sabes que pienso?

- Sorpréndeme amiga.

- Vamos a darle una despedida como se merecen. Han hecho que esta semana sea inolvidable.