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Estaba en su cuarto mes, cada día su vientre crecía un poco más y estaba ansioso por saber el sexo del bebé, aunque el alfa no compartiera esa felicidad por su hijo, sus padres le decían que si las cosas andaban mal podía regresar a casa, pero él no lo veía así, tenía que soportar por el bien del cachorro, esa prenda no era suficiente si se lo llevaba y si necesitaba estar en ese lugar para no colapsar.

La puerta se abrió dando lugar a ese impotente alfa en la casa, el omega espió la entrada y al verlo quiso huir, pero no podría estar guardándose en su habitación para siempre, esperaría salir completamente de la cocina hasta que él se metiera a su cuarto, agarró su sándwich y la puso en un plato, abrió el refrigerador y se agachó con un poco de dificultad para buscar unas de las frutas que le compraron sus papás, pero no había ninguna, se lo había comido todas, se levantó y su mirada chocó con la de Hoseok que entraba en la cocina.

-Hay comida en el refri -avisó el omega, era normal dejarle un poco de comida que preparaba para Hoseok que nunca comía, agarró su plato para salir de allí-

-Estas huyendo de mi...omega...

El alfa se acercó un poco más para oler esa exquisita fragancia de jazmín con leche, estaba excitado después que esa zorra se le restregará y dispuesta en satisfacerlo en su celo, pero solo la apartó y regresó, al llegar sintió ese delicioso aroma guiándolo a la cocina.

-No se puede hablar contigo...¿Puedes apartarte para que pueda pasar?...

-No – se acercó quedando frente al omega, el castaño rápido sintió ese fuerte aroma, estaba en celo, debía de quitarse de allí, pero también pudo sentir un olor dulce en él, olía a un omega.

-Déjame pasar por favor... estas en celo y hueles a omega...

-Estas celoso que no huela a ti, solo ven a mi habitación a divertirte un poco...te gustará como la primera vez, no quieres oler a mi...

-No quiero...- el alfa gruñó haciendo tirar el plato de Taehyung, el sándwich cayó en el suelo y el castaño miró su deliciosa cena arruinada.

"¿Por qué tenía que pasar esto hoy?"

-No me digas que andas de zorra con Jungkook, que no puedes satisfacer a tu alfa ...

Levantó la mirada resentida – No eres mi alfa...

-¿Qué dijiste?

-No lo eres, te odio, te odio Hoseok...no quiero verte...maldigo ese día que estuve contigo...pero a mi hijo no...solo quiero que mi bebé este bien...quiero que este embarazo termine... Para irme -sus lágrimas salieron una detrás de otra, había aguantado por varios meses a ese alfa, ya no quería retener su tristeza-

El alfa intento tocarlo, pero Taehyung fue más rápido para huir a su habitación.

El alfa no sabía qué hacer, se lo imaginaba enojado y desafiándolo como siempre, como el omega fuerte que siempre fue, él lo había consolado cuando su madre se fue, soportó sus rechazos de amistad hasta los golpes de unos estúpidos niños, que después les rompió la cara y ahora sus insultos.

"¿Por qué tuvo que ser Taehyung?"

Miró el suelo para ver el plato roto en pedazos, observó que uno tenía pequeñas manchas de sangre, miró su cuerpo y no eran de él.

-Rayos...



Taehyung estaba en su cuarto hecho bolita en su cama, seguía llorando por ese alfa, ¿Por qué no lo lograba aceptar? Sabía que no haría que se enamore de él, pero si el de tener su amistad de nuevo, ¿Tan detestable era él y su bebe?, lloró con más impotencia, ¿Qué podía hacer?, no quería huir de sus problemas y más si lo necesitaba. Después de unos minutos pensando en los meses que le faltaban se sentó en la cama, vio que un pie tenía sangre seca, no se había dado cuenta de esa herida y ese diminuto dolor, estaba cansado por él día, se levantó para limpiar la herida y comer un chocolate, de nuevo se tiró en la cama agarrando esa prenda que lo calmaba inconscientemente, la abrazó y la estrujó en su nariz para llenarse de ese aroma durmiendo en minutos.

Hoseok estaba en un dilema, ese límite que su padre decía ya estaba más que pasado y roto, lo estaba lastimando. Por la culpa le preparó un sándwich y un jugo de naranja para el omega, se fue al cuarto que afortunadamente no tenía llave y se metió, era la primera vez que entraba a esa habitación, su dulce aroma llenaba ese lugar, sus libros bien acomodados, sus ropas y muebles en orden, dejó la cena en la mesita para acercarse al castaño, sus cabellos estaban revueltos, sus mejillas y ojos rojos por el llanto, estaba de lado como si se hubiera hecho bolita, pudo darse cuenta que un pie tenía una curita, exhaló aire en salvación, fue el pie el dañado y no una parte de su rostro o barriga, fue su culpa, lo fue enteramente, pasó sus ojos de nuevo delineándolo para ver si no estaba lastimado.

-Lo siento...

Él estaba muy dañado por el omega que fue su madre, y ese resentimiento era desatado hacia otro omega que no tenía nada que ver con ese odio, un omega que necesitaba protección y cariño, mismo que le negaba, se sentó en la cama para tratar de tocarle los cabellos, antes que el omega se removiera evitando que lo tocaran, su corazón fue golpeado cuando vio su pijama entre su manos, esa pijama que había desaparecido, era obvio que lo tenía para sentir su olor, aun con el daño hecho tenía que vivir de él.

El alfa soltó todas sus feromonas para llenar ese espacio como suyo, haciendo que el omega moviera su perfilada nariz buscando ese olor.

-Ho...seok...-susurró despacio y después respirar bajito de nuevo indicando que seguía profundamente dormido-

No pudo hacer mucho por el castaño, el alfa no se lo merecía, solo soltó su olor en demasía en ese cuarto contrastando con el del omega y su cachorro, estaba empezando a entrar en celo, pero ahora no importaba, su lobo estaba triste por dañar a su omega.

Se quedó gran parte de la noche viéndolo dormir, el omega era muy tranquilo al dormir con su cuerpo, pero  intranquilo con sus manos que las extendía y buscaba algo que abrazar haciéndolo con las almohadas o con su prenda, tal y como lo hacía en el pasado, no había cambiado mucho, sonrió viendo su rostro, se volvió más hermoso con los años. Ya eran casi las 5 de la mañana, temiendo cerrar por completo sus ojos adormilados y quedarse allí sin permiso se retiró de la habitación, sin antes soltar de nuevo su aroma en todos los lugares del cuarto, retiró la cena preparada, porque ya no podía comérselo y se fue, como si nunca hubiera estado allí. 


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¿Odian a Hoseok? 


Rabitta 

°   Mal Alfa    (HopeV)   °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora