° Mal Alfa (HopeV) °

22

Los señores Kim, el señor Jung y un desesperado alfa esperaban noticias del omega que había entrado en parto, el alfa caminaba de un lado al otro del hospital esperando que una enfermera o algo saliera a decirles que pasó, porque después que le dijeran que el castaño despertó y que estaba en trabajo de parto el entró un terrible nerviosismo y desespero por saber de los dos.

-Deja de andar como León enjaulado hijo, solo podemos esperar... -le dijo el alfa Jung-

-Ya pasó muchas horas y esas mendigas enfermeras no salen

-Es entendible, es primerizo – dijo la señora Kim –

La enfermera salió con una gran sonrisa y paciente amabilidad que fue pasada por el alfa

-¡JUNG TAEHYUNG! ¡INFORMES DE JUNG TAEHYUNG!

La chica beta que no tuvo tiempo de apoyar sus carpetas se sorprendió por la insistencia del alfa grosero y desesperante -Acaba de salir de parto señor, ahora está en recuperación, no lo pueden ver aun -el pelinegro frunció el ceño – Pero al bebé si lo pueden ver señor...

Sin esperar que la enfermera termine de hablar el pelinegro se dirigió hacia las incubadoras donde creía que estaba su cachorro - ¡SEÑOR! ¡SEÑOR! Él bebé no está allí, está en una habitación – el alfa gruñó por la molestia

-Me hubiera dicho antes señorita

-Usted no me dejó terminar

No tuvo más remedio que seguir a la beta que lo llevó a un cuarto que tenía una cama y una cuna cerca de ella, la enfermera fue allí y cargó el pequeño cuerpo ya limpió para dárselo a ese alfa. A Hoseok le brillaron los ojos apenas vio la cuna, estaba tan ilusionado y contento, tomó a ese pequeño con el miedo de lastimarlo, lo acunó en sus brazos observando que era muy lindo y tierno, sonrió al darse cuenta que era la clara imagen de Taehyung, el pequeño cachorro empezó a removerse sintiendo ese aroma conocido y empezó a quejarse, por lo que el alfa tomó de esas pequeñas manos para hablarle con una vocecita "Hola bebé" "No llores, papá está aquí", mismas que evitaron que él bebé llorara. Se quedó admirando a su bebé tocando se naricita y acariciando sus inexistentes cabellos, no quería quitar la vista de ese pequeño, el fruto del amor de Taehyung.

Los señores entraron a la habitación enternecidos al mirar al alfa cargando a su cachorro, se veía que estaba hipnotizado por la criatura, en cambio el pelinegro al verlos entrar les gruñó a lo que vieron normal de un alfa protegiendo a su cachorro, en un principio se alejó no queriendo entregarles su nieto a los abuelos, pero después de un tiempo les dejó por fin conocerlo y cargarlo.

"Este alfa es muy protector"

Después de pasar varias horas de la madrugada en el hospital los señores se retiraron a descansar de esa agitada noche. Unos momentos más trajeron en una camilla a un omega cambiado y profundamente dormido, se acercó a esta mientras mantenía en sus brazos a ese pequeño. Observó que su vientre regresó a la normalidad, su rostro se veía cansado, pero hermoso a la vez, se acercó lo suficiente para darle un beso en la frente y le tomó la mano para acariciarla con sus dedos.

-Lo hiciste bien Tae...

¿Cómo en poco tiempo Taehyung llegó a iluminar su vida? Porque siempre llegaba en los momentos precisos para mover sus sentimientos, ¿Por qué lo hizo sufrir tanto?

Taehyung no se merecía para nada ninguno de los tratos que le dio, él era especial y no lo quería admitir, siempre lo fue y lo será, por estar en el borde dejó que sus sentimientos se apagaran y se llenaran de otros que lo consumieron.

Aun recordaba lo que planeaba en el pasado, justo en el cumpleaños número 15 de Taehyung, dirían que era un chico precoz, pero quería hacerlo, estaba completamente enamorado de su amigo y ese día le daría su primer beso. Lo había estado planeando desde que descubrió que se le agitaba su corazón cuando le daba besos en la mejilla. Para ese día tenía el colgante un ala, misma que él traía la otra mitad, quería prepararle un pastel con la ayuda de su madre, llevarlo en su habitación al terminar la fiesta que planeaban para allí declararle sus sentimientos y con la promesa de esperar a ser mayores para empezar a salir como novios, esos sentimientos que lo hacían inmensamente feliz, mismos que abandonó cuando su madre los destrozó haciéndole pensar y hacer cosas de las que se arrepentía en el alma en ese momento.