Capítulo: 78

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Isco condujo más rápido que nunca mientras yo me retorcía de dolor y de preocupación en el asiento del copiloto. El pánico me nublaba los pensamientos así que en ese momento solo me dejaba llevar y ni siquiera pensé en lo que podría significar un dolor así estando embarazada.

—Vamos, cariño— dijo con voz suave pero apresurada ayudándome a salir del vehículo una vez llegamos al hospital más cercano. Me agarré a él fuertemente y entramos en el edificio de urgencias.— ¡Ayuda, por favor, está embarazada!

No necesitó decir más, dos enfermeras se apresuraron rápidamente y me tumbaron en una camilla. Al mirar a mi entrepierna vi la sangre que me barruntó lo que estaba a punto de suceder. Isco se pasaba las manos por el pelo, intranquilo, y con esa imagen le dejé puesto que las enfermeras me llevaron a unos boxes y a él no le dejaron pasar.

—¿De cuánto está embarazada?— me preguntó la mujer rubia más mayor con voz apresurada. El médico llegó enseguida.

—Cuatro meses— logré mascullar. La segunda enfermera me agarró el brazo, me palpó una vena y susurró algo sobre morfina.

—¿Cuántos años tiene?

—Veintiséis.

—¿Alguna enfermedad tipo diabetes, anemia...?

—No.

—¿Padece de estrés, depresión, abuso de sustancias, malnutrición...?

—No...— mi cerebro pudo analizar un poco más la pregunta.— Bueno, quizás algo de estrés.

La enfermera asintió con una sonrisa forzada y empezó a hablar con el médico, pero yo ya no fui capaz de entender nada. Se me cerraron los ojos pasivamente y sentí como mi cuerpo en tensión se relajaba.

Narra Isco

Miles de pensamientos me recorrían la mente sentando en esa silla de plástico blanca del hospital. Lo peor era el sentimiento de déjà vu y el miedo a una mala noticia.
En estos últimos días mi vida había sido un completo caos: había pasado de tener la vida perfecta junto a Alicia, a enterarme de que estaba embarazada de otro. Aunque el dolor y el desengaño me afectaron mucho al principio, no tardé en darme cuenta de que, aún así, seguía completamente enamorado de ella y debía perdonarla para seguir adelante. Ahora justo cuando nos habíamos reconciliado, cuando el impresentable de su ex había sido condenado, llegaba esto. ¿Por qué siempre era ella la que sufría? ¿Por qué tenía que ser ella la que sufriera todo? Daría lo que fuera por quitarle algo de ese sufrimiento y llevarlo conmigo en mis venas, sabiendo que a ella no le pesaría tanto en la espalda.

—¿Francisco Alarcón?— preguntó un hombre de bata blanca y gafas finas que seguramente sería el médico.

—Soy yo— me levanté enseguida y me restregué las manos por el pantalón para secar el sudor.— Dígame, ¿qué ha pasado?

—Siento darle esta noticia, pero su pareja ha sufrido un aborto espontáneo. Todavía tenemos que hacerle unas pruebas a la placenta para determinar el motivo de dicha desgracia...

Me quedé en la primera fase, perplejo.

—¿C-cómo que un aborto? ¿Ella está bien?

—Sí, ella está bien, todavía sedada. Puede pasar a verla, despertará dentro de poco.

El médico sonrió taimadamente y se alejó con paso firme por donde había venido. Yo me quedé atónito, sin realmente ser capaz de procesar la información. Es cierto que aquel bebé no era mío, pero por cuatro meses así lo había sentido. Además, ella lo había protegido con todas sus bazas, había discutido con sus seres queridos, se había visto forzada a mentirme a mí.... ¿y todo para qué? ¿Para que la pobre criatura muriera espontáneamente?

Entré en la habitación donde se encontraba Alicia durmiendo plácidamente. Estaba perfecta y preciosa y con el rostro sereno, no quería ser yo el que le diera aquella noticia. Acaricié su vientre aún abultado por encima de las sábanas de hospital y sentí un nudo en la garganta. Yo le quería. Joder, en dos días no había podido dejar de quererle. Aunque no hubo tenido mi sangre, fui yo el padre que esperó con ansias su llegada y esperaba sentirle a través de la piel dorada de su madre. Una lágrima cayó libremente por mi mejilla, me sorbí la nariz y sonreí amargamente. Acaricié el rostro de Alicia con dedos trémulos y fríos, mientras me prometía a mí mismo que haría todo lo que estuviera en mi mano para no dejarla derrumbarse.

(...)

Alicia se movió un poco incómoda, me removí, la aparté el pelo de la cara y ella volvió a apoyar la cabeza en mi hombro.

—Bueno, ya vas a poder tomar ese coñac...— rió Sergio divertido.

—Tío...— le reprimió Lucas.

—La fiesta se aplaza unos días— apostilló María, quien sonreía tiernamente a su mejor amiga.

—Deberíamos ir yendo a casa...—dijo Nacho echándole un vistazo a su reloj.

—Yo me debería ir ya— habló Marco.— Nos vemos chicos, cuídate Ali.

—Yo igual—añadió Dani seguido de Sergio. Los tres le dieron un beso a Alicia y yo choqué los puños en forma de saludo. María le dio un corto abrazo a Ali y Nacho hizo lo propio. En la habitación quedamos ella y yo tumbados en la camilla, Lucas y sus padres.

—Cariño, sé cuánto querías a ese hijo tuyo— habló su madre. Alicia levantó la mirada hacia su progenitora.— Y ha sido una desgracia lo que ha ocurrido. Pero piensa que Dios así lo ha querido, te está dando la oportunidad de empezar tu vida de cero, de dejar completamente atrás a Andre. Y ahora puedes ser feliz, sin ataduras al pasado, con este hombre tan encantador que, en su día, estoy segura de que te ayudará a engendrar unos hijos preciosos.

Se me subió el calor a las mejillas y ambos reímos. Cuando subió la mirada para conectar con mis ojos juro que sentí el verdadero significado de la felicidad.

—Pero déjala que se recupere antes, mujer— añadió su padre con cierto gracejo. Reímos.

—Yo sinceramente ya me había hecho a la idea de que iba a ser tío— dijo Lucas tocándose la nuca con una mezcla de vergüenza y diversión.— Así que no me hagáis esperar mucho.

—Tampoco metáis prisa eh— bromeó Ali por primera vez. Yo reí y la apreté más contra mi cuerpo.

—Yo estoy preparado— añadí entre las risas de todos los presentes.

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¡Holaaa! Pues hasta aquí la historia... Jajjaja nah, aún queda el epílogo. Espero os esté gustando.

Quería también recomendaros una historia, por si alguien está en busca de historias de futbolistas interesantes y bien escritas. Ésta se llama Will I see you again?, es de Julian Draxler y la autora es @caroldraxler. De verdad que está súper bien escrita y es muy interesante. Os invito a que le echéis un vistazo y le deis una oportunidad. Y a la autora solo decirle que es genial y que esto no lo hago por lo mucho que me ha apoyado en mi historia, sino porque realmente creo que está increíble.

Nos leemos en el epílogo! 💕🤗

Better things to come {Isco Alarcón}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora