capítulo seis.

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—Dormiremos juntos—acomodo la cama.

—¿No nos dirán nada tus padres?

—No tienen porque, saben lo que hicimos.

—Bien— Suspire, saque de mi equipaje mi ropa de cama, no quise desempacar todo, lo haría después.

—Ven—palmeo la cama y me acosté a su lado abrazándolo. Metió su mano por debajo de la tela de mi blusa,  acarició mi vientre— ¿Cuándo se notará?

—No sé, estoy segura que al tercer mes—lo miré.

—¿Te asusta?

—No sé,  me da miedo el no poder ser una buena madre— puse mis manos sobre las suyas.

—Serás la mejor madre para nuestro bebé.

—Te amo Joel— bese su mejilla y me acurruque en su fornido pecho desnudo.

Dormí poco a su lado,  estaba acostumbrada a tener más espacio.

—¡Buenos días!—dijo al despertar.

—Hola.— sonreí.

—¿Dormiste bien?

—Algo.

—¿Te sientes bien?— me miró con precaución.

—Estoy mareada—musité, la verdad me sentía rara, la cabeza me daba vueltas y tenía ganas de vomitar.

—Rápido—dijo ayudándome a salir del enredo de cobijas, abrió la puerta del baño.

Con mi cara metida al inodoro, él deteniendo mi cabello y diciendo palabras de calma ante mi sollozo.

—Odio esto—dije muy apenas.

—Es normal.

—Es... Asqueroso.

—Ya, ____, sólo será por los primeros meses.

—No es posible—limpie mi boca.

—Estas muy pálida— tocó mi cara.

—No voy a morir— reí por lo bajo.

—No quiero que les pase algo.

—Estamos bien Joel— lo abracé y me rodeo con sus brazos.

[...]

Mi vientre no se notaba,  pero la ropa entraba por dificultad por mis caderas. Mi pecho era normal, sólo que estaba sensible,  el médico dijo que crecería con el tiempo.

—¿Antojos?—me miró raro.

—Yo no sé, eso dijo tu madre— frunci el ceño.

—No entiendo.

—Nunca entiendes nada Pimentel — hablé con frustración, malditos cambios.

Caminé soltándome de su mano, el caminaba detrás de mi hablando. Pedía disculpas, mientras yo trataba de controlar mis odiosos sentimientos. El llanto.
Odiaba pelear con Joel, era absurdo,  nuestras peleas eran tan tontas, y más de celos míos, y sus  'amigas' eran las culpables. Y él, bueno,  no tenia varios amigos, sólo erick, quien era mi compañero de laboratorio, era guapo y varias veces salí con él antes de conocer a Joel,  era un gran chico.

—____...—detuvo mi mano antes de entrar al laboratorio.

—¿que?

—¿estas enojada?

—tengo clase Joel.

—Bien, ¿te veré en el juego?

—No sé— desvíe mi vista.

—____, nena,  no quiero que te enojes conmigo—levanto mi barbilla.

—Joven Pimentel, debe irse ahora a su clase—hablo la profesora.

—Espero y vayas, es importante— susurró y se alejó.

Él pertenecía al equipo de fútbol americano del colegio,  era la figura "principal"  no era el capitán,  pero sus jugadas eran impresionantes.

—¿Te peleaste con Joel?—pregunto Erick.

—No quiero hablar de eso.

Hola, Hola, voten muchísimo.
Las quiero.

padres primerizos -Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora