capítulo veintiuno.

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—No creo que el doctor apruebe esto.— dijo tomando mi mano para entrar en el auto.

—¿Qué el vestido?

—Los zapatos ____, son demasiados altos.— se puso el cinturón de seguridad.

—Por una noche no pasará nada —sonreí.

—Entonces no tendré que dejarte sola.— me sonrió y aparco el auto en el estacionamiento del colegio. Bajando sentí un mareo, Joel no me soltó en ningún momento. Al entrar al salón, Alexia se acercó, junto Shannon.
Otras de sus "amigas".

—Joel, te ves demasiado guapo hoy.— dijo Shannon, coqueteaba con mi novio.

—Gracias.—sonrio con una mini sonrisa, notó mi incomodidad y me atrajo a él.

—Gatita, al fin te veo diferente a lo normal, lástima que no luces tan bien como yo.— me dijo Alexia.

—No, me veo muchísimo mejor que tú — tomé la mano de mi novio y nos adentramos a la mesa.

—Odio tus escenas de celos.— murmuró.

—¿A sí?, Entonces no hubiéramos venido juntos— dije tocando mi vientre.

—No empieces.— beso mi frente.

—Tu empiezas y haces que me ponga de mal humor — fruncí el ceño.

—Lo lamento, no es mi intención — soltó una risa.

—Y pones a 'Mini Joel' algo violento.— me queje.

—¿Ahora que?

—No querrá nada de lo que ofrecen aquí.

Caminamos hasta la mesa donde estaba Christopher y Diana, una amiga que yo conocía.

—____, luces hermosa.— me dijo Christopher.

—Calmado Vélez, es mía. — pronunció Joel.

—Es un cumplido amigo.

—Gracias christopher.— sonreí.

—No sabía que Erick había invitado a Gabriela.— dijo Joel, los vimos entrar, ambos sonrientes.  Gaby, era amiga de Joel, fueron novios en la secundaria.

—¿Celoso?— lo codeo zabdiel.

—¿Por qué?— hizo una mueca, me disgute ante su respuesta, claro que le incomodaba.

—No sé, porque aquí vienen.

—Joel, ___.— saludo Erick, sonreí y Joel me abrazó por la cintura, pegándome a él.  Mi bebé sintió el roce y me dolió.

—No quiero escenas de celos — fingí una voz como la suya.

—Yo no estoy celoso.

—No, claro que sí.—murmure— si quieres podemos irnos.— dije en tono irritante.

—Ven, bailemos.

Bufé al tomar su mano, y nos adentramos a la pista, la música lenta servía que mis pies descansarán y no me agitara.

—Para el mes entrante, dejaré la escuela.—avise tomando su cuello.

—¿Puedo saber por qué harás semejante cosa?

—No iré a clases con barriga de 5 meses, corremos peligro.

—Bien.— me dio un beso, y me tomo con delicadeza de la cintura para bailar juntos.

—Asi que en mi ausencia, no quiero que las perras te engañen.— reí en su cuello.

—No te pondría los cuernos sabiendo que seremos papás, foster.— rió.

—'mini Joel' espera que cumples con eso.— bese su mejilla y lo abrace.

Seguíamos bailando, sin importar las miradas de todos,  murmurando sabe que de ambos.

Culos, si no votan.

padres primerizos -Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora