Capítulo cuarenta y dos.

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Joel.

Dos días más, y de nuevo a la escuela, la Universidad. Me alejaría de _____ y de Dylan por varias horas, y eso me ponía frustrado, además; toda la semana mi novia no dejo de reclamar lo de mi conflicto con Fernanda y eso me molestaba.

—Alegrate. Viene tu madre.— dijo _____, veía con atención como arreglaba a Dylan.

—Si claro, también vendrá ella.

—Aprovecha y hablan de eso.

—No lo haré.

—No seas infantil— tomo al bebé en brazos y lo dejó conmigo. — Es tu hermana y necesitan hablar, no pueden estar peleados toda la vida.

—Ella me hace enojar.

—Solo hazlo.— rodé los ojos y se dirigió al baño.— Tal vez y te presente a su novio.

—¿Y yo porque quisiera conocer a un imbécil que hace varias cosas con mi propia sangre?— admiti frustrado.

—Porque hacen lo mismo.— beso mi nariz.

Debo admitir, que estos gestos me encantan. Tome su mano y el timbre sonó.

—Llegaron .— susurré.

—Recibe a tu familia. — sonrió.

[...]

______.

Cambié mi ropa por algo más limpio, la que llevaba puesta estaba algo sucia por culpa de Dylan.

Baje a la sala y me encontré con Fernanda y Joel, hablaban ella parecía contenta.

—Veo que todo está arreglado. — abrace a Joel por la cintura.

—Algo así, tu novio es un poco orgulloso.

—No lo soy.— se quejo.

—¿Dónde está Dylan? — susurré.

—Mmmm... Deberías de dejar de preocuparte por él, está en buenas manos.— me atrajo a su cuerpo.

—Es mi bebé.

—Pasemos a la mesa.— me tomó de la mano.

—Me alegro que su pleito haya quedado atrás.— habló Patricia.

—Le puse una condición. — dijo fer mirando a Joel.

—¿Podemos saber?— dije tomando la mano de mi novio. Se volvió hacia mi y besó mi mejilla.

—Tratará de llevarse bien con Carlos.

—Al fin.— susurro su madre.

—No estoy muy contento con eso, ¿Cómo que tu lo conocías? —se dirigió a ambas mujeres.

—Es otra historia Joel— musitó. Y continuamos con el almuerzo. Dylan no había dado molestia alguna, su quietud era sorprendente.

—¿Has dejado de darle pecho? — me pregunto.

—No, el médico dijo que era indispensable darle durante este periodo.

—Eso es bueno así podrás regresar a tu figura lo antes posible.

—Mejor.— y tome al bebé para darle de comer

Después de hablar de miles de cosas, sin nada de pleitos y así, Patricia y fer se marcharon.

—¿Te parece y si nos damos un rato solos?— me acorraló contra la pared.

—Joel, Dylan no tarda en despertar. — alejé un poco su torso, estaba demasido cerca y aseguraba que me ponía nerviosa.

—Será rápido.— tomo mi cadera.

—¿Por qué siempre terminas convenciéndome?— reí.

—Porque te gusta como lo hacemos.—sonrió.

—Te amo.— tome su rostro y nos besamos.

Esa noche no hicimos nada, Dylan lloro cuando casi Joel se deshacía de mi pantalón.

10 capítulos y se acaba.
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padres primerizos -Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora