padres primerizos -Joel Pimentel

Capítulo quince.

(usaremos el 21 de octubre como cumpleaños de Joel, lo siento).

—¿Listo?—dije riendo.

—ya ____, sabes que odio el suspenso.

—Bien, abre los ojos.

—Oh...— una sonrisa iluminó su rostro.
Me abrazó tocando mi vientre, apenas sobresalía, es grandioso.

—Me alegra que te guste, estaba pensando en el, desde hace unos meses.

—Gracias, es el mejor regalo de cumpleaños.

Se veía contento con aquel reloj caro que le compre, lo vi en el estante de la tienda y me enamoré de el, pensé que sería un buen regalo para Joel.

—¡Feliz cumpleaños Joelin!— dijo Christopher con un pastel.

—Gracias amigos.—sonrió alegremente.

—Ahora si, ya eres legal amigo.— dijo zabdiel pasando sus brazos por los hombros de Joel.

—¿Y vas a celebrar con nosotros?—pregunto Richard.

—Ah, no lo creo.— me miró—Tengo otras cosas que hacer.— sonreí.

—_____, ¿Vas a darle un mejor regalo? —dijo Christopher con una sonrisa pícara.

—No.— reí nerviosa.

— No chicos, estaré con mi familia.— pasó su mano por mi espalda, formando un abrazo.

—Bien, si cambias de opinión estaremos en el bar, es viernes y ya sabes.— dijo Erick.

—Si, si...

[...]

Una cena familiar, para celebrar la mayoría de edad de Joel, algo muy íntimo. Esteban estaba contento, él al igual que Patricia, hablaron de lo mucho que anhelaban que llegara este día.

— ¿Han pensado en lo que pasará después?— pregunto su padre.

—¿Qué?, Buscar empleo.— dijo firme.

—Me parece bien que entiendas eso, tienes una responsabilidad en camino...

—Lo sé.

—Necesito quién me ayude a dirigir el negocio de la familia, puedes ser mi mano derecha...

—perfecto. —sonrió.

Joel trabajaría en la empresa de su padre, siempre lo había dicho, ser la mano derecha y después encargarse de todo.

—¿Por qué no fuiste con tus amigos?

—No iba a dejarte.

—Joel...

—¿Qué?, Necesitas de mí, estás embarazada y muchos de esos cambios, podrían afectar al bebé.— me miró.

—Íbamos a estar bien.— le sonreí.

—Olvida eso, ¿Sabes?, Aún espero mi regalo.—me siguió a la cocina.

—Te di el reloj en la mañana.— dejé un vaso de leche en la mesa.

—No me refería a eso.— me acorraló, tomo mi cadera.

—Joel, tus papás están arriba y tu hermana también, ¿No crees que sigan despiertos?

—No haremos mucho ruido, además mini joel.— tocó mi vientre.— quiere que sus papis se den algo de amor...

—Estás loco.— reí.

Subimos a la recámara. La luz apagada, una risas juguetonas y fuera ropa.

Último capítulo por el día de hoy, o bueno madrugada a lo mejor en la tarde les suba otro, las quiero.