Capítulo treinta y seis.

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Joel.

—No puedo creer que sean las 12 del día.— me quejé.

—No es para tanto.

—contratare una Nana.

—No aguantas nada, Joel.— se subió arriba de mi.

—Es cansado. No hemos dormido nada.— mire su escote, ¡Por dios!, ¿Nunca dejaría de hacer esto?

—Será así por mucho tiempo.— me sonrió.

No me imaginaba que ella estuviera tan contenta, su sonrisa no se había borrado, a pesar de que toda la noche estuviéramos despiertos.

—No aguantaré por mucho.— tomo mi cara y justo cuando íbamos a besarnos, Dylan lloro.— No de nuevo.— bufé.

—Calma, yo iré — dijo ___ con una sonrisa.

Me acomode en la cama y Vi como ella, sacaba de la cuna al pequeño

—¿Tienes hambre?—dijo con ternura.

—¿Te ayudo?— llegué hasta donde estaba.

Levantó con cuidado su blusa, con esta la parte delantera del sujetador, Dylan se alimentaba de ella.

—Es adorable.— dije en su cuello.

—Aún no me acostumbro.— rió por lo bajo.

—¿Y no muerde?

—Joel no seas estúpido, es un bebé.— exclamó con sarcasmo.

—Era una pregunta.

—Mejor, no preguntes cosas tan tontas y toma.— me dió al bebé.

—¿Qué?

— Ayúdalo, necesita sacar el aire.— me pasó una de esas toallas que limpiaba la leche.

—No se como.

—te digo como.— me dió un beso rápido.

Acomode a Dylan en mi hombro, con mucho cuidado, era tan pequeño y temía hacerle daño.

—Suave, joel.— rió.

—No entiendo esto.

—Solo, escucha.

Y un pequeño sonido, salió de él, y leche salió por mi brazo.

—¿Debe pasar esto?

—Esta satisfecho.— me limpio y tomo en nueva cuenta al bebé. Lo arrullo hasta que se quedó dormido.

_______.

Era agotador, cuidar toda la noche a un bebé no era tan lindo, tenía ojeras y estaba cansada. Y tener que soportarlo por varios meses más, en lo que crecía.

Joel se veía fastidiado y eso que no lo cuidaba como yo. A veces pensaba que no iba a funcionar nuestra relación así.

—Cada tres horas.— susurró.

—Así es.

—¿No puede dormir más?— me abrazó por la cintura.

—Necesita comer, necesita que lo llenamos de amor.— me gire para quedar frente a él, me tomo con fuerza de la cintura.

—Me encanta que fuera tan tierna con él, no creía que fueras de ese modo.

—Es mi hijo, y lo quise desde que me enteré que lo tendríamos.

—Aún no me cabe la idea de que somos papás— beso mi nariz.

—Entonces no estás preparado para lo que sigue.

—Vamos a salir juntos de los problemas.— lo abracé.

—Te amo Joel, te amo demasiado — dije cálidamente en su cuello.

—Te amo más.

Capítulo 2/5 al rato les subo los otros capitulos, me dormiré un rato, tengo demasiado sueño.

Voten y comenten un nombre de niña.

padres primerizos -Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora