padres primerizos -Joel Pimentel

Capítulo catorce.

Dos meses de embarazo, octubre. Mi vientre comenzaba a notarse, era raro ver cómo un bulto crecía lentamente. No era grande, pero podía verse si usaba ropa pegada.

—Necesitaré comprar algo más de ropa.— dije mirándome por el espejo.

—¿Por qué?

—Estoy gorda.—aprete mis muslos, claramente el médico dijo que subiría de peso conforme pasará el tiempo, su diagnóstico era positivo. La ropa comenzaba a quedarme pequeña.

—Ya, te he dicho que no estás gorda.

—Tus amigos notaron mi incremento de peso. He subido 1.300kg. estoy hecha una vaca.

—Claro que no, no quiero que te mortifiques diciendo eso, a mí me gustas así.— me abrazó y le di un beso en el cuello.

[...]

—Cuando todos miren mi panza, ¿Qué vamos a hacer? —dije mirando el techo.

—¿Qué?, Pues afirmarlo. No hay nada que temer.— dijo sin hacerme caso.

—Joel, ya deja eso.— golpeé la pasta del libro grueso.

—Quiero comer algo, cocina para mí, ¿Si? — pedí.

—No quiero cocinar, mejor te compro algo.— me miró.

—No, queremos que papi, nos preparé una rica pasta.— toque mi abultado estómago.

—Papi, no tienes ganas.— sonrió.

—Entonces mami, no te dará amor.—dije con sarcasmo.

—Mmmm... bebé, ¿Sabes? —le habló a mi barriga.— Tienes una mamá tan sexy.

—Ya, mini Joel quiere comer — bese su mejilla.

—Bien, prepare pasta.— se puso de pie, dejando el libro en la mesita de noche.— Pero...

Sonrió y tiro mis tobillos, hasta recorrer mi cuerpo por el borde de la cama, me tomo en su hombre y camino hacia la cocina.

—Joel, me dará vértigo.— golpeé su espalda.

—Me ayudarás con la cena.— me apretó una nalga.

—¡Joel!—grite.

Me puso de pie, la sangre  se acumuló en mi cabeza, un mareo y estaba en el baño.

—¿Mejor?—me abrazo.

—Mejor, fue tu culpa.— golpeé su brazo.

—Las náuseas no son mi culpa.— me abrazó.

—Si lo son— murmuré y lo abrace más fuerte.

Feliz año, en verdad muchas gracias por sus votos y comentarios, los tkm.