Eres mía y yo tuya (Supercorp)

Practica

  POV Kara

—Alguien puede recitarme algún poema que se les venga a la mente—La profesora miro a todos viendo si había alguien que se ofrecía—Vamos, puede ser de alguno de sus escritores favoritos—ni siquiera el sonido del viento se podía distinguir—¿Señorita Danvers?—Mierda, ¿por qué yo?

—No... no recuerdo alguno en este momento profesora—ella me miro con seriedad.

—Usted estuvo el año anterior conmigo ¿y no puede recordar ninguno?

—Lo siento...—alguien de atrás levanto la mano porque la profesora dejo de mirarme.

—¿Si, señorita Luthor?—inmediatamente voltee a mis espaldas.

—Yo puedo decir uno si gusta.

La profesora volvió a mirarme, como si me examinara—No. Yo creo que aquí Danvers—Puso una de sus manos en mi hombro, de verdad que empezaba a asustarme—Puede hacerlo ¿o no?

Yo asentí con dificultad aunque sabia que no era cierto. La profesora volvió al frente de la clase y me señalo que me parara y así lo hice. Nunca me habían gustado las exposiciones exactamente por esto, porque toda la clase te miraba como esperando que hicieras algo mal para juzgarte. Trague saliva, trataba de no pensar en sus miradas en mi pero me era imposible.

—Kara...—pude escuchar a alguien llamándome—Kara—otra vez—vamos tu puedes—al fin pude reconocer la voz, Lena Luthor, Lena me estaba dando ánimos, a mi. Wow eso si que era un giro a los acontecimientos de antes. 

Conecte mi mirada con ella—Vamos, no tenemos todo el día—dijo la profesora.

Aun sin despegar su mirada de la mía ella asintió como sabiendo que yo podía hacerlo y si ella lo creía yo también podía creerlo. Trate de hacer memoria, vamos Kara, antes tu leías muchos libros, libros de todo, debes saberte alguno que otro poema.

Me aclare la garganta y sin dejar de mirarla empece a recitar—Camina bella, como la noche

De climas despejados y de cielos estrellados,
Y todo lo mejor de la oscuridad y de la luz
Resplandece en su aspecto y en sus ojos,
Enriquecida así por esa tierna luz
Que el cielo niega al vulgar día.

Una sombra de más, un rayo de menos,
Hubieran mermado la gracia inefable
Que se agita en cada trenza suya de negro brillo,
O ilumina suavemente su rostro,
Donde dulces pensamientos expresan
Cuán pura, cuán adorable es su morada.

Y en esa mejilla, y sobre esa frente,
Son tan suaves, tan tranquilas, y a la vez elocuentes,
Las sonrisas que vencen, los matices que iluminan
Y hablan de días vividos con felicidad.
Una mente en paz con todo,

¡Un corazón con inocente amor!

La maestra me miro como si en realidad ella pensara que no iba a hacerlo, se veía sorprendida. Yo volví mi mirada hacia Lena pero ella no volvió a mirarme en cambio su mirada estaba en su libro de texto.

—Muy bien hecho Danvers—dijo la profesora—¿A quien pertenece el poema?

—Al poeta Lord Bayron, se llama Camina bella como la noche.

Ella asintió antes de que la campana sonara, me tape los oídos pensando que el sonido me aturdiría pero no sucedió, me pareció raro. Me destape los oídos y empece a guardar mis cosas, en cuanto termine pude ver, sentir y oler como Lena pasaba a un lado mio. ¿Como es que ella podía tener ese olor tan peculiar, tan atrayente para mi? no era un perfume de eso estaba segura, era un olor que ella emanaba. 

Respire hondo antes de seguirla, no se porque se dirigía hacia las puertas de salida del edificio, según yo, a nosotras nos tocaba la clase de matemáticas, clase que yo odiaba aunque me fuera bien en ella. Ella siguió caminando, cuando ella salió por la puerta yo imite su acción y corrí fuera del instituto para alcanzarla.